odos los médicos ginecólogos de Salto han firmado la cláusula de «objeción de conciencia» que les permite evitar realizar una interrupción de embarazo, según lo que prevé la ley Nº 18.987 promulgada hace pocos días por el Poder Ejecutivo, que legaliza la opción del aborto por parte de la mujer.
Según pudo saber EL PUEBLO, las consultas «por ahora» son «pocas», aunque también las autoridades consideran que «es muy prematuro hacer diagnósticos y análisis sobre la incidencia de la ley», ya que estiman que además esto «requiere de un cambio cultural de la sociedad» que llevará su tiempo.
Consultado sobre el tema, el director del Hospital de Salto, el médico Juan Pablo Cesio, afirmó a EL PUEBLO que en el caso de que se presentara una paciente solicitando cumplir con la interrupción voluntaria del embarazo, el nosocomio «debe cumplir» con los requisitos que establece la ley respecto de la entrevista y la atención multidisciplinaria, pero que no «podrá concretar la interrupción del embarazo porque en Salto ningún médico quiere hacerlo».
En esos casos, la paciente será derivada hacia otro punto del país. Cesio habló con EL PUEBLO sobre este asunto.
SIN MÉDICOS
PARA HACER ABORTOS
Si bien es una realidad que predomina en la mayoría de los departamentos del interior del país, en el caso de Salto, todos los médicos ginecólogos se negaron a practicar abortos y por tal motivo, firmaron la cláusula de «objeción de conciencia» que les habilita legalmente a no participar de este proceso.
«No hay muchas consultas por ahora, la situación es más bien tranquila, aunque el equipo médico conformado para este tipo de atenciones se mantiene alerta por cualquier caso», explicó a EL PUEBLO el director del Hospital local, el médico Juan Pablo Cesio.
El equipo es multidisciplinario tal como lo requiere la ley, para la atención de una mujer que se presente dentro de las doce semanas de gestación del embarazo y quiera interrumpirlo. En esos casos, la paciente será atendida por este equipo integrado por parteras, asistentes sociales, licenciados en enfermería, médicos ginecólogos y psicólogos, que ayudarán a la paciente en esa decisión.
Antes de continuar con el asunto, la paciente deberá tomarse los «cinco días de reflexión» que establece la ley y si una vez cumplido esto, aún mantiene el deseo de abortar, la situación pasará a manos del médico ginecólogo, que en este caso deberá ser de otro departamento, puesto que los profesionales salteños firmaron la denominada «cláusula de objeción de conciencia» que les permite no intervenir en este proceso.
Asimismo, Cesio indicó que «en lo que respecta a todos los servicios de ASSE, el Estado debe garantizar la atención y el asesoramiento de la paciente. No podemos dejar de atender a nadie ni decirle que porque los médicos de Salto, se niegan a realizar un aborto, nosotros no los vamos a atender».
Subrayó que en el Hospital «aún no se han dado muchas consultas, pero cuando una persona venga a consultar, nosotros tenemos que atenderlos, prestarle asistencia y asesorarlos, tal como marca la ley, independientemente de lo que hagan o no los médicos después».
En esos casos, el director del principal nosocomio de nuestro departamento esgrimió que cuando ocurran estos hechos «ASSE establecerá qué hacer con esa paciente, adónde podremos mandarla a realizar la interrupción de su embarazo, quizás pueda hacerlo en otro punto del interior, aunque a ciencia cierta no se dónde, porque además en la mayoría de los departamentos del interior, los médicos han firmado la cláusula de conciencia para no practicar abortos».
Empero, dijo que «seguramente habrá una coordinación médica quizás con Montevideo y la paciente que desee interrumpir su embarazo pueda hacerlo, acá las garantías están todas, si viene a hacer la consulta, se la tomaremos y le daremos el asesoramiento que corresponde».
Para Juan Pablo Cesio el tema de la legalización de la interrupción del embarazo (aborto), es «muy reciente», y por lo tanto, consideró que «llevará su tiempo que la gente se anime a realizar las consultas, creo yo que esto tiene de todo un poco. Son factores multicausales, hay un tema cultural, de vencer la vergüenza que pueda darle a la persona hacer la consulta, y de varios aspectos más que suman. Por eso, creo que por el momento la gente no ha venido a formular consultas, ya que han sido muy pocas las personas que hemos recibido hasta el momento».