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miércoles, 16 de julio de 2025
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“Tito” Goncálvez, la celeste y aquella mano de Universitario

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Lo que el viento no se llevó

“Yo siempre digo que Dios aprieta pero no ahora–rememoraba el Tito cuando contaba su inédito pasaje de Universitario a la Selección Uruguaya sin haber jugado oficialmente en un club de Montevideo.En el comienzo de 1957 vino a Salto la selección uruguaya que se preparaba para ir al Campeonato Sudamericano de Lima. En aquel entonces y por mucho tiempo más, era común que el combinado, como le llamaban, fuera al interior a jugar partidos amistosos de práctica. ¡Hoy eso es imposible, es una rareza! Pero aquello era bueno porque la gente de tierra adentro, como nos llamaban a los de campaña, veíamos a los crack de al lado, en vivo y en directo en tiempos sin televisión. Porque en

El capitán para la historia
El capitán para la historia

aquella época conocíamos a los jugadores por las fotos en los diarios y los relatos de los partidos por la radio. La selección uruguaya enfrentó a la salteña que yo integraba. Ya jugaba de No. 5. Se me habían ido los berretines de hacer goles. Anduve bien y resulta que el querido Juancito López y el maravilloso ‘Cotorra’ Míguez, que me había visto en la práctica de Peñarol, entienden que tengo que incorporarme directamente al equipo uruguayo”.
EL “TITO” INOLVIDABLE
Es del caso desde EL PUEBLO rescatar el pasaje de las notas que puntualmente responden a la pluma del colega Atilio Garrido y donde apunta a Néstor Goncálvez y aquel tiempo esencial e inolvidable, cuando se transformó en jugador de la selección uruguaya, llegando desde Universitario. A renglón seguido, el “Tito” narró lo sucedido y Garrido vuelve a abrocharlo. “Yo no me convencía de que eso podía suceder porque, además, como el húngaro Hirsch me quería para Peñarol y Universitario facilitó las cosas, de yapa los aurinegros y el club salteño cerraron el acuerdo antes de mi viaje a Lima. Acordaron pagarme 250 pesos mensuales, en el bien entendido de que cuando volviera y se abriera el período de pases, sería oficialmente jugador de Peñarol”.
UN CASO EXTRAÑO
El Tito, el canario de Isla Cabellos, el crack del Universitario y la selección de Salto, era un “pajuerano” –término entonces muy utilizado- en la delegación que viajaba a Lima. Su caso, también se constituía en algo muy extraño porque, aunque oficialmente no era jugador de Peñarol, el club aurinegro –en otro de sus habituales conflictos con la selección-, negó el concurso de sus futbolistas al combinado para realizar una gira por México. Así fue que el equipo que partió a disputar la Copa América, no contó con las grandes figuras de Peñarol. De lo que no hay dudas es que el “Tito” dejó la huella en el fútbol y ese año lo marcó. El reciente adiós de Néstor Goncálvez. El capitán de mil batalla. Cabellos, Universitario y la selección…

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