El Intendente Germán Coutinho está llegando al primer año de su gobierno. Tiene presupuesto quinquenal aprobado por la Junta Departamental, ha nombrado al equipo de jerarcas y personal de confianza que le acompañará en la gestión que pretende hacer.
Ha tomado desde los primeros días de su gobierno, algunas medidas sumamente populares, como la rebaja del 50 por ciento en el boleto de ómnibus, medida que según las cifras que se conocen le han dado la razón en cuanto a lo que sostuvo en su campaña electoral. Era una medida perfectamente alcanzable, favoreciendo a la población de menores recursos y sin afectar más de lo que ya estaba el presupuesto municipal.
En una palabra, con el mismo costo, duplicó la cantidad de beneficiados con el servicio.
En los primeros días de su gobierno también ha debido enfrentar y salvar la situación planteada por parte de algunas de las personas contratadas por el anterior gobierno, que pretendían continuar en funciones. Algunos fueron mantenidos, otros no, pero la situación aparentemente al menos, fue salvada satisfactoriamente por el nuevo gobierno.
Pues bien hoy ha llegado la hora de encarar las obras que Salto espera ver realizadas en este período de gobierno.
Existe una al menos digna de mencionarse, que ya fue ejecutada. El mejoramiento del camino de acceso a Termas del Arapey, el centro termal municipal que mayor número de turistas (entendiendo por éstos a quienes allí se hospedan consumen), recibe en suelo salteño.
Coutinho también ha demostrado, con sus permanentes contactos que la comunicación directa con las poblaciones del interior no sólo era una premisa de campaña electoral, sino que le interesa mantenerla y profundizarla para tratar de promover al interior del departamento a través de los municipios de reciente formación, dándoles los servicios que necesitan.
En definitiva, este gobierno que encabeza Coutinho tiene hasta hoy, cuando llega al primer año de su gobierno departamental, todo el crédito que la mayor parte de la ciudadanía salteña le otorgó.
Claro está, que ahora comienza una nueva etapa. Es la etapa de encarar las obras de mayor trascendencia. Es la etapa en que debe de planificar, recurrir al asesoramiento técnico correspondiente y es la hora en que debe demostrar que es capaz de hacerlo satisfactoriamente concretando las obras que habrán de perdurar.
Nadie lo sabe mejor que él.
Por el bien de Salto, esperemos que salga lo mejor posible, porque de esa forma ganaremos todos.