¿Sin prisa pero sin pausa?

En este informe presentaremos a mujeres que ocupan cargos gerenciales en nuestro medio.

En las pequeñas y medianas empresas privadas del Uruguay el 10 % son lideradas por mujeres, según informe de la Organización Internacional del Trabajo (OIT).
En la actividad pública la mujer también ha ido ganando espacios si lo comparamos con décadas anteriores, a modo de ejemplo las tres bancas en la diputación por Salto son ocupadas por mujeres, al igual que la dirección del Hospital Salto ,la presidencia de FEMI como también en otras instituciones públicas y empresas privadas.

En un artículo de Diario El País afirma que aunque en Uruguay hay 1,06 mujeres por cada
hombre -el 51,6% de la población es femenina-, que tienen mayor expectativa de vida y que están igual o más capacitadas, las diferencias de inserción y progreso en el mundo laboral son una realidad.
La brecha salarial se está reduciendo pero se mantiene por encima del 20%, la cantidad de mujeres empresarias es inferior a la de hombres y se identificaron varias barreras para que emprendan negocios.
Por eso, el Banco de Desarrollo de América Latina-CAF sostiene que alcanzar la igualdad de género no es un proceso a corto plazo. En el reporte “Brechas de género en América Latina” -al que accedió El País-, alertó que si bien hubo “ciertos avances” en la reducción de la brecha salarial de género, “parece haberse estancado hace una década”.
Esa tendencia no se observa en Uruguay, donde los números muestran una mejora año a año. En el 2004 había 414.398 mujeres registradas como cotizantes (empleo formal) en el Banco de Previsión Social (BPS), una cifra que ascendió cada año por encima del 2% hasta 2014 -luego se estancó y creció como máximo 0,9%- y llegó el año pasado a 688.647.
Este último dato es 66% superior al de hace catorce años -274.249 más mujeres registradas-, aunque aún hay 6,1% menos mujeres cotizantes en BPS que hombres.
Según información del BPS, dentro de los empleos dependientes de industria y comercio la remuneración promedio es 24,5% mayor en hombres ($ 39.603) que en mujeres ($ 29.896). Esa brecha salarial se ha venido reduciendo cada año desde 2012, y en 2004 se ubicaba en 28,1%.
Pero de mantenerse ese ritmo de descenso, recién en 96 años se equiparían los ingresos de hombres y mujeres. La participación laboral femenina se concentra más “en actividades de educación y servicios gubernamentales, donde por cada hombre hay 2,69 mujeres, y en retail (comercio) donde es igualitaria la presencia de mujeres y hombres”, señaló un trabajo del Centro Ithaka de la Universidad Católica.

Dra. Patricia Nava
Primera mujer en presidir la Federación Médica del Interior: “Existen brechas que todavía impiden a las mujeres ser líderes”

La doctora salteña Patricia Nava es la primera mujer en acceder a la presidencia de FEMI, la Federación Médica del Interior, luego de más de medio siglo de vida de este gremio. Esto es “el gremio de los médicos del interior, no es lo empresarial, el nuestro es un camino exclusivamente gremial, en defensa de los médicos y de la medicina del interior”, dijo en nota publicada por EL PUEBLO hace algunos días. Se crió en el barrio Ceibal, donde luego de terminar la Facultad de Medicina y su especialidad (Psiquiatra Infantil) en Montevideo, regresó y formó su familia, teniendo dos hijos y un nieto. Estuvo siempre vinculada al barrio ya que actualmente continúa viviendo allí. Fue la primera doctora especializada como psiquiatra infantil en Salto. Paralelamente a lo laboral, se dedicó a la actividad gremial, primero como integrante del Sindicato Médico de Salto, luego en el Secretariado Gremial de FEMI como representante regional y, posteriormente, como Coordinadora Gremial del Secretariado. Desde 2017 ocupó el cargo de Secretaria en el Comité Ejecutivo de FEMI, cargo que dejó en mayo del presente año para asumir la presidencia. Entre sus actividades de ASSE, integra el equipo multidisciplinario de atención a niñas/os y adolescentes víctimas de maltrato infantil y/o abuso en ASSE Salto.

-Ser mujer en el cargo que está ocupando en FEMI, ¿es más difícil? ¿es diferente?
Un tema que ocupa la atención a nivel nacional y global es el del género, que está presente en la sociedad, que aparece en todos los medios de comunicación, tradicionales y virtuales. Existen a nivel mundial muy diferentes realidades pero en nuestro país, en la medida que las mujeres han gestado un cambio cultural, que se han hecho respetar, que han buscado la igualdad, han logrado un mejor posicionamiento. Tu pregunta es muy concreta y te diría que sí, es más difícil y diferente. Existen brechas que todavía impiden a las mujeres ser líderes.

-¿Ha sentido discriminación en ese sentido?
En mi caso particular no he sentido discriminación, pero sí siento como que se analiza más en detalle mi actuación, como que se espera más por ser mujer. Pienso, quiero pensar, que no pasa porque duden de mis capacidades directrices sino porque decididamente es un tema cultural. Personalmente me gustan los desafíos y este es uno muy importante que acepté cuando me ofrecieron la postulación como presidente de FEMI. Como que uno al ser mujer y ocupando un mismo cargo, genera expectativas diferentes a las de un hombre. No hay que olvidar que en 53 años de vida de la Federación soy la primera presidente de FEMI y eso a nivel de la organización ha causado mucho entusiasmo.

-La medicina es un área en la que la presencia de la mujer también ha crecido…
Sí, actualmente en la Facultad de Medicina hay más alumnas mujeres que hombres, por ello en un corto plazo estarán trabajando y espero que en igualdad de participación y de oportunidades muchas de ellas. Actualmente, en el padrón de FEMI el 52 % son mujeres y es una tendencia que se mantiene y crece. Espero que el futuro sea promisorio. En cuanto a mi nuevo cargo, que asumí luego de las elecciones de la Asamblea General Ordinaria de FEMI, realizada en mayo de este año, mis aspiraciones son trabajar en equipo, que el género no sea una traba, que mancomunados logremos objetivos comunes, y seguir fortaleciendo el gremio de los médicos del interior.

-¿Qué reflexión le merece el hecho de que en la mayoría de los ámbitos sociales haya aumentado el número de mujeres?
Me parece un avance muy importante, ¡quién años atrás imaginaría estos cambios! En muchos países, antes de fines del siglo XX no se había logrado la legitimidad de la mujer como sujeto histórico y actor social, y actualmente se mueve en el mundo empresarial con objetivos y metas claras. El objetivo de la mujer debe ser crear un mejor escenario donde pueda desenvolverse y adecuarse a una realidad en constante cambio. No es tarea fácil, pero sé que podremos lograrlo.

Estudiantes y docente opinan sobre el empoderamiento femenino

Martina (18) y Germán nos dejan su lectura acerca del empoderamiento femenino actual y cómo la mujer ha ido ganando terreno en diferentes ámbitos de la vida “Creo que la mujer históricamente se vio en un lugar inferior al hombre por culpa de una mentalidad machista, pero creo que en la actualidad las mujeres se están uniendo para revertir esta situación” – nos revela Martina.
La mujer debe dejar de ser minimizada y tanto ella como el hombre ser considerados en igualdad ante sus capacidades y potenciales.
“Me encanta que las mujeres estén en la lucha para vencer todos esos prejuicios y vicisitudes para tener el lugar que se merece” – agregó.
Afortunadamente se ha avanzado en varios aspectos pero aún falta mucho por resolver.
Germán sostiene que “aún en las charlas entre pares, no se ha cambiado demasiado en cómo ven a la mujer… al hombre aún le falta reconocer que una mujer puede tener la misma valoración”.
Por otra parte son las mismas mujeres las que inculcan el machismo a sus hijos.
No obstante la nueva generación de madres están educando diferente.
DORIS, (DOCENTE) – “Es un tema muy amplio, pues por un lado resultan muy positivos los cambios que se están logrando en pos del empoderamiento de la mujer. Es muy bueno que la mujer sea cada vez más consciente de sus derechos y que sea capaz de defender su posición y de ocupar espacios, también de luchar por la equidad, más que por la igualdad.
Siempre he dicho que no quiero ser igual a un hombre… soy una mujer y me siento feliz de serlo.
Pero sí que las mujeres tengamos los mismos derechos en cuanto a trabajo, libertades y obligaciones.
La mujer es la que tiene que ocuparse de la casa y de los hijos y el hombre es el proveedor; felizmente este concepto ha cambiado y hoy se reparte la tarea.
En ello hay muchas cosas que se han lograda y cada vez más las mujeres se atreven a exigir y a darse cuenta que las cosas deben funcionar así.
No es justo que a un hombre se le pague más que a una mujer por un mismos trabajo.
Las mujeres en algunos aspectos hasta estamos más capacitadas por nuestras habilidades, delicadeza y motricidad fina.
Por otra parte no estoy de acuerdo con algunas formas que se han elegido para plantar la lucha.
Creo que con algunas actitudes se desdibuja la lucha de la mujer y el feminismo.
No le encuentro sentido a salir y desnudarse en la calle para protestar. Lo cierto es que esa forma de protesta no la entiendo y creo que existen otras vías en las que podemos demostrar que valemos tanto como los hombres. Desde muy niña supe hacer valer mis derechos y siempre me molestó en la escuela que los compañeros fueran abusivos por el hecho de tener más fuerza y solía salir en defensa de mis pares.
Considero que la mujer en general tiene mayor fortaleza de espíritu, más capaces de soportar muchas cosas y salir adelante por nuestro propio empuje.

Adriana Martínez – Directora de EL PUEBLO
“Cada paso que di fue pensado y con firmeza”

Adriana Martínez – Directora de nuestro medio periodístico accedió a compartir su experiencia de cómo llegó a ocupar un cargo de jerarquía, subrayando que todo se dio en forma paulatina.
“Me recibí de maestra y luego de ejercer unos años entré al diario en su segunda etapa en carácter de administrativa y me fui quedando.
Cuando empecé no tenía idea de cómo se iban a dar los hechos.
A medida de que fue pasando el tiempo el trabajo periodístico me fue atrapando, ya que desde siempre fui muy lectora. En casa prácticamente se leían todos los diarios”.

– Cuando asume la dirección ¿Cómo fue el vínculo que estableció con el plantel periodístico, inicialmente en su gran mayoría formado por hombres?
– “La relación siempre se dio con mucho respeto. Tal vez sentí cierta mirada por el hecho de no tener una formación periodística” y dirigir un diario con todo lo que ello implica, no solo en cuanto al relacionamiento interno en la empresa sino también externo.
– ¿Sintió que tuvo que multiplicar su trabajo por el hecho de ser mujer y tener que demostrar sus capacidades?
– “Hasta ahora a veces se sienten ciertas diferencias, no sé si por el hecho de ser mujer o por no haber tenido una formación periodística pero aveces se siente que se subestima el trabajo, aunque al hacerlo con seriedad y responsabilidad da la pauta que a pesar de dificultades y errores se camina despacio pero con paso firme.
En general me siento muy respetada, pero debo reconocer que fue un proceso lento y tengo un perfil muy bajo.
Cada paso que di fue pensado y con firmeza. Lo cierto es que me cuesta mucho tomar riesgos”.
– ¿Cuál es el secreto de la permanencia en un cargo de gran responsabilidad, con el plus de ser mujer?
– “Creo que está en el respetar el trabajo del equipo y haciendo respetar el mío. Con esfuerzo, conocimiento y ganas podemos lograr lo que nos proponemos”.
-¿Siente que la mujer ha ganado terreno?
– “Creo que sí pero falta mucho… la tarea del hombre y de la mujer y sus valoraciones tienen que ser complementarias.
No obstante las mujeres van ganando espacios y como contrapartida se deja mucho esfuerzo.
Las nuevas generaciones tienen otra independencia y formas de complementarse, también en la división de tareas. Las mujeres deben tener su espacio para formarse y lograr su independencia”.

Para Patricia Barusso, directora del Hospital Regional Salto
«Nunca sentí que se me descalificara por ser mujer, al contrario. Cada uno es artífice de su propia vida y de su propia profesión»

La doctora Patricia Barusso es desde hace siete meses la directora del Hospital Regional Salto (HRS), cargo reservado eternamente para los hombres, maleficio que ella logró romper a través de un concurso que habilitó ASSE para llenar vacantes en cargos de dirección en todo el país. Así que la doctora Barusso es la primera mujer al frente del HRS, cargo al que llegó por un concurso de oposición y méritos.

– ¿Cuánta agua ha pasado bajo el puente desde Paulina Luisi?
– Paulina Luisi fue una de las mujeres precursoras del voto femenino en Uruguay hasta que lograron las mujeres ser votantes. Obviamente, a través de la historia hubieron mujeres que cobraron muchísima relevancia, pero tal vez, por circunstancias sociales de la época, muchas veces fueron olvidadas o pasaban a un segundo plano, y el que llevaba más jerarquía era el hombre, por la sociedad del momento, solo por eso. Si nos retrotraemos todavía a la historia de la época artiguista y la revolución, podremos ver que siempre hubo mujeres atrás.

– Pero la historia recuerda a los hombres…
– Recuerda a los hombres, pero mire que historiadoras mujeres en publicaciones recientes están relevando el rol que cumplieron esas mujeres.

– ¿Se trata de un revisionismo histórico o solo de hacer justicia con ellas?
– Creo que es contemplar que, como el viejo dicho dice, siempre atrás de un hombre hay una muy buena mujer. Es decir, no es que hayan cambiado, también han cambiado las profesiones a las que nos dedicamos las mujeres. Si usted piensa, en el siglo pasado, las mujeres siempre trabajaron, pero tenían actividades más en determinados entornos, como en su casa, por ejemplo.
Hay historia documental de mujeres que siempre llegaron a lugares predominantes en direcciones de institutos docentes, en instituto de formación académica, siempre hubo mujeres. Tal vez en este siglo, han empezado a surgir, pero no es sólo en Uruguay, es en todo el mundo. Mujeres más dedicadas en la política, mujeres que ejercen más las profesiones liberales, y en la medicina siempre hubo mujeres.

-¿Y por qué entonces nos sorprende que las mujeres ocupen cargos de relevancia y sean noticia?
– Mire en otros ámbitos, vayamos a la historia salteña, nuestra biblioteca municipal lleva el nombre de Felisa Lisasola, hubo mujeres relevantes en otros ámbitos. Tenemos notables escritoras, acuérdese de Marosa Di Giorgio. Siempre fueron mujeres relevantes desde otras áreas. Tal vez que en la parte política si resalte más que hay más mujeres dedicadas a la política. Ya ve usted que las diputadas salteñas son todas mujeres. Actualmente a través del concurso de directores, la dirección del hospital es la primera vez que tiene a una mujer en una función ocupada preponderantemente por hombres. Si hubo en cambio subdirectoras que me antecedieron, como la doctora Galluzo como subdirectora.

– ¿Seguimos siendo una sociedad machista o estamos siendo más tolerantes e inclusivos?
– Entiendo que tenemos que acompañar los cambios sociales que se han dado a nivel mundial, tanto la mujer como el hombre son profesionales y desde su ámbito pueden desarrollar perfectamente su carrera profesional. El hombre también complementa a la mujer en los roles.

– La Constitución habla que lo único que debe diferenciar a las personas son sus talentos y virtudes, ¿eso se respeta o se cosifica a la mujer y el hombre es el que gana?
– Lo más importante, a lo que me puedo referir, lo que me es personal, yo nunca sentí nada de que se me descalificara por ser mujer, no, al contrario. Cada uno es artífice de su propia vida y de su propia profesión. El respeto lo tenemos nosotros.

– ¿Cómo ha sido su trabajo al frente del Hospital en estos pocos meses?
– Es arduo, llevo apenas siete meses al frente de la dirección del hospital. Tengo un equipo de gente que trabaja mucho y a la par, y somos las tres mujeres. Es todo un cambio, y hay gente que se adapta fácilmente y hay otros que son resistentes a los cambios. Cuando hay un cambio de dirección, a usted le pueda pasar cuando haya un cambio en la dirección del diario en el que trabaja, le puede pasar que de repente algún periodista no conforma a la dirección y bueno, se habla, se negocia, se revé…

– ¿Las mujeres son mejores negociadoras?
– La negociación es la habilidad de negociar. A veces las negociaciones son fáciles, hay ámbitos de negociación más difíciles. Lo que hay que ser es muy flexible.

– Respecto a la igualdad entre el hombre y la mujer, ¿estamos más cercano de alcanzar ese ideal?
– En lo profesional creo que sí. Obviamente, hay otros ámbitos que va a costar más.

Andrea Zunini; la primera mujer publicista en
nuestro medio “Siempre he sido respetada y valorada”

Andrea Zunini egresó de la Universidad Católica en el año 1997, obteniendo el título de Licenciada en Ciencias de la Comunicación, ese año se radicó en Salto y fundó “AZeta Comunicación Publicitaria”. Previo a ello, había trabajado en Montevideo como periodista de El País Cultural y además para la Agencia “Núcleo / Leo Burnett” manejando clientes como Mc Donals y República Afap.
Durante varios años, Andrea estuvo trabajando con un equipo de trabajo orientado más a la comunicación publicitaria hasta el año 2000 que, debido al nacimiento de su primer hijo; (Germán Rivas Zunini), cambió su estructura de trabajo, si bien continuó con la empresa hasta el día de hoy, pero con una modalidad de consultoría en comunicación. Teniendo en cuenta que su Tesis de Licenciatura fue en comunicación organizacional, en el año 2000 comenzó a especializarse en esa área que es donde hoy está más abocada. Hoy la carrera de Ciencias de la Comunicación es más conocida y hay muchos jóvenes que la han realizado o la están realizando, sin embargo en los años 90, no era de las más tradicionales, por lo cual Andrea fue una de las primeras egresadas.
Como mujer Andrea ha sido siempre “muy respetada, valorada, tenida en cuenta” y ha tenido el apoyo de toda la sociedad salteña, sintiéndose “súper feliz”, ya que “es una carrera que amo, que la haría mil veces”. Cuando su hijo decidió estudiar Ciencias de Comunicación fue para ella una alegría ya que es una carrera que disfrutó mucho en la etapa de estudiante y también en el ejercicio profesional. Agregó que esta carrera le permitió además poder armonizar su desarrollo profesional conjuntamente con su proyecto de familia, se casó en el año 1997 con Rodrigo Rivas con quien tuvo dos hijos; Germán que está por cumplir 19 años y Magdalena que hace pocos días celebró sus 15 años.
Andrea destacó que nunca sintió que el trabajo le interfiriera con su maternidad, sino que pudo cambiar su modalidad de trabajo pudiendo así disfrutar y atender paralelamente las dos cosas.
“Es una carrera muy disfrutable, Salto me abrió las puertas, era una carrera nueva y había una necesidad de recibir un asesoramiento profesional, si bien nadie nace con la experiencia, las empresas siempre me dieron la oportunidad de trabajar”.
A propósito de esto comentó que cuando se le acercan jóvenes profesionales de distintas áreas ya que uno de los apoyos que brinda es asesora en “marketing de servicios profesionales”, los motiva y trata de darles oportunidades como se las dieron a ella porque así es “como uno tiene que empezar a construir su camino profesional, aprovechando los desafíos que se te presenten”. Para Andrea es un gran mito aquello de que en Montevideo hay más oportunidades que en Salto, para ella, a las oportunidades “hay que hacerlas, hay que ir por ellas”.
Hoy está muy abocada a su trabajo en Salto Emprende como asesora técnica, brindando asesoramiento a emprendimientos en las áreas de comunicación, marketing y emprendedurismo, empoderando a personas para que logren su sueño de emprender, y “estoy super feliz de hacerlo”, también integra la Unidad de Comunicación del Club Remeros Salto; “un desafío precioso que hace tres años estamos trabajando con un equipo”, y además tiene clientes desde hace muchos años que asesora como consultora en comunicación organizacional, por lo cual entiende que hay trabajo para los jóvenes, y trabajo en equipo, sigue recibiendo propuestas, de manera que “no me puedo quejar, soy una agradecida de la vida”.

María de los Ángeles Machado: ser mujer “no ha sido una condición” para ocupar el cargo de directora de la cárcel de Salto

María de los Ángeles Machado ocupa el cargo de directora del Instituto Nacional de Rehabilitación (INR) de Salto desde el mes de octubre del año pasado aunque en los cuatro años y medios previos a asumir este cargo, se desempeñaba como subdirectora administrativa de la Unidad Número 20 del INR, período en el cual cubría las suplencias del director anterior. Consultada para este informe sobre la condición de mujer para asumir tan importante responsabilidad, explicó que en Salto particularmente se constituyó un equipo de dirección consolidado por las subdirecciones y la dirección que trabajan de manera conjunta, por lo cual el hecho de que uno de los que ocupaba las subdirecciones accediera a la dirección, no era algo fuera de lo normal.
PARIDAD
Machado indicó que el Ministerio del Interior es un esquema muy vertical, es un lugar donde históricamente los cargos de responsabilidad han sido asignados a varones, pero el Instituto Nacional de Rehabilitación viene trabajando en una lógica de que civiles asuman determinados desempeños y en una lógica paritaria; “si hablamos de los ingresos de los civiles al sistema, es un ingreso que siempre por llamado tuvo paridad, es decir que la misma cantidad de varones como de mujeres, ingresaban al sistema”, señaló. Agregó que para ella asumir este cargo “no ha sido nada anormal”, debido a un trabajo que se venía realizando ya desde ese lado.
Considera que quizás lo novedoso o innovador es que una civil asumiera esta responsabilidad en una cárcel donde nunca había sucedido eso.
NO ES CUESTIÓN DE GÉNERO
Para la directora del Instituto Nacional de Rehabilitación, desde el trabajo mancomunado “siempre se dio en la mejor tónica”, indistintamente del género “porque uno exige responsabilidades paritarias y uno tiene que trabajar en pos de construir los equipos de que formulen y respalden este tipo de instancias”.
RESPALDO
María de los Ángeles Machado destacó tener “la suerte de contar con un equipo de personal policial como civil que ha respaldado intensamente la gestión”. Aseguró que “no hay una cuestión de diferenciación de género” sino que “hay una diferencia de propuestas y de ejecución de plan de trabajo”. Asimismo afirmó que ser mujer “no ha sido una condición para nada”, la condición para estar en este cargo, “ha sido la formación académica en este caso y que el Instituto Nacional de Rehabilitación ha entendido que era yo quien tenia que dirigir la cárcel de Salto”.

 

Lic. Jimena Silva – Directora de la Universidad Católica Campus Salto
“Debemos empoderarnos siendo ejemplo e incentivas a otras mujeres a hacerlo”

La Directora de la Universidad Católica Campus Salto – Lic. Jimena Silva – compartió su lectura sobre la realidad actual de las mujeres que hoy por hoy se encuentran en cargos gerenciales, de responsabilidad y liderazgo.

“Las mujeres que llegamos a estos cargos, rompemos lo que se conoce como techo de cristal. Uno se puede imaginar un gran vidrio arriba de nuestras cabezas y lo que hacemos es romperlo.
Todas tenemos un techo de cristal, puesto que la mujer tiene que ocuparse de sus hijos, muchas veces de sus padres o abuelos cuando éstos están enfermos.
A ello se le suma la casa y la actividad laboral, además de estudiar, pues para llegar a determinados lugares es necesario realizar postgrados y maestrías.
Lo que tenemos que tratar de hacer es que todas las mujeres puedan romper ese techo de cristal” – reveló

– ¿Cuál es la clave para que las mujeres puedan desempeñarse en un cargo jerárquico?
– “Lo esencial es empoderarse. Hay un término en inglés grit, cuyo significado es agallas, es la postura que tenemos que tener para llegar a un lugar de responsabilidad.
Cuando una mujer entra a un cargo gerencial o está al frente de una pequeña o mediana empresa… aclaramos que no necesariamente tiene que ocupar un rol de alto cargo, también puede ser una función en una empresa familiar. Las mujeres tenemos que empoderarnos. ¿Y cómo se logra? Siendo ejemplo y contagiando al resto de las mujeres. Si una mujer puede, .. las demás también.
Nosotros dentro de las organizaciones tenemos una mirada holística y una mirada integral de todo.
Creo que cuando somos madres es el primer post grado que hacemos.
Uno tiene que desarrollar otro tipo de capacidades… terminamos siendo mujeres orquesta.
Las mujeres debemos atender la casa, los hijos, el trabajo y también continuar nuestra formación.
A nivel laboral tenemos que trabajar tres veces más que los hombres para demostrar que servimos”.
– ¿La barrera de que la mujer debe demostrar sus capacidades constantemente aún persiste?
– “Depende de nosotras mismas… por ello debemos quebrar el techo de cristal. Hay que seguir conquistando al resto de las mujeres a sabiendas de que si una puede, todas pueden.
Es importante también transmitirles esos conceptos a nuestras hijas. Y fortalecerlas porque a los varones, la misma sociedad se encarga de fortalecerlos.
– ¿En qué aspectos fue fortaleciendo a sus hijas?
– “Mediante el empoderamiento… con mucha firmeza y defendiendo el lugar de ellas como mujeres y su feminidad. Debemos tener en claro que no estamos en contra los hombres, sino que nos complementamos.
Es necesario incentivar a su vez a las mujeres que integran los diversos equipos de trabajo y de esa forma podremos lograr una sociedad de mujeres empoderadas, liderando en determinados lugares y empresas.
Las mujeres tienen la particularidad de tener una mirada holística e interdisciplinaria.
– ¿Cómo reacciona el hombre frente al empoderamiento femenino?
– “Hay de todo… depende de la relación que tengan esos hombres con sus propias mujeres… comenzando con la relación que tienen con sus madres e hijas.
En mi caso tuve la suerte de tener un padre que cuando culminé mi carrera profesional me llevó a trabajar con él.
Empecé de abajo en la empresa pero luego terminé asumiendo las responsabilidades de mi padre.
Si desde nuestra casa salimos empoderadas ello significa una ventaja.
Otro referente para mí fue mi madre, que trabajó en una época donde no era común que las mujeres lo hicieran.
Tiene mucho que ver la forma en que criamos a nuestras mujeres”.
-¿Cómo ve posicionada la generación actual frente a la temática?
– “Desde mi lugar de docente veo que las chicas hoy están más empoderadas… lo que no debieran de perder es la femineidad.
Debemos vestirnos de forma tal de que nos miren la boca y lo que pensamos, lo que expresamos, para ser valoradas nuestras capacidades… que nos presten real atención… eso no lo podemos perder.
Rescatar nuestra mirada femenina… no nos tenemos que transformar en hombres sino mujeres desde todo punto de vista y a partir de allí ocupar roles. El feminismo extremo no nos representa, sino las mujeres que se destacan por su capacidad y don de gente. Es necesario poder liderar desde el amor a lo que hacemos desde el lugar que estemos. Tampoco es obligatorio que seamos madres para realizarnos como mujeres. Depende de nosotros que nos respeten… es una cuestión de actitud”. A Jimena Silva no le ha resultado una carga ocupar cargos gerenciales en diversas instituciones y como lo ha expresado en más de un tramo de la entrevista, el secreto está en saber empoderarse y saber administrarse muy bien los tiempos para poder cumplir con calidad todos los roles. “Estoy convencida que las mujeres somos el cerebro de la familia” – concluyó.

Ana Beatriz Elías, Directora de la empresa ABRA: “No es diferente cuando uno respeta y exige ser respetada”

Ana Beatriz Elías es la directora responsable de ABRA , empresa de limpieza y servicios que en este 2019 está cumpliendo diez años de vida. Tal es la preocupación de sus principales por la constante capacitación de su personal, que este cumpleaños fue, en parte, celebrado con una conferencia sobre comunicación y relaciones humanas (Neurocomunicación) realizada hace pocos días en la Universidad Católica, a cargo del profesor Roberto Acosta, especialista en el tema.
Al ser consultada acerca de cuáles son sus tareas en concreto, explica Ana: “Estoy a cargo de la dirección de la empresa, eso es muy amplio, abarca muchísimo, donde debemos estar continuamente creando, la creatividad para innovar es fundamental, luego los recursos humanos, lo que tiene que ver con su motivación, inducción, relacionamiento, marketing, atención al cliente, las finanzas, y todo los que tiene que ver con la gestión empresarial”.

-¿Siente como un peso el ser mujer en este cargo?
Para nada me pesa el sexo en el puesto, nunca lo noté y me mantengo muy firme en los lineamientos empresariales establecidos para seguir trabajando.

-¿Qué se necesita para mantener firmeza en los lineamientos?
Con una buena comunicación y actuando con valores no se necesita mucho más. No es diferente cuando uno respeta y exige ser respetada.

-¿El trabajo es en equipo?
Cuento con un equipo de profesionales que me apoyan y me mantienen continuamente asesorada en diferentes áreas.
Es claro que se trabaja en equipo, el trabajo individualista no nos ayuda a crecer, con la suma de mentes abiertas y con buena actitud para encarar con responsabilidad y aportando lo mejor, se logra encaminar una empresa que busca alcanzar determinados objetivo rentables y generar fidelidad hacia la misma, sentido de pertenencia.

-¿No ha sentido nunca, en lo laboral, algún tipo de discriminación por la condición de mujer?
La verdad que nunca me sentí discriminada, más bien mimada.

-En la empresa trabajan varias mujeres más, ¿eso ayuda?
En el ambiente laboral estoy rodeada de mujeres y en un menor número de hombre, quizá tengo un poco más de distancia con estos últimos al momento de tratar, pero la verdad es que con todos intento tener una excelente relación. El sexo no es lo que me determina que me lleve mejor o peor, o logre conseguir los objetivos más rápido con unos o con otros, entre los dos sexos se logra un equilibrio.

-¿Qué reflexión le merece el hecho de que vaya en aumento el número de mujeres al frente de empresas, algo pensado hasta hace un tiempo casi como exclusivo de hombres?
Pienso que el mundo fue evolucionado, cambiando, y que la mujer debió involucrarse en el ámbito laboral por una realidad económica y de sustento. Eso lleva a ir preparándose y profesionalizándose para enfrentar de una manera correcta, que le permitiera desempeñarse como una mujer de negocios. En mi caso puedo decir que amo lo que hago, que lo hago con pasión, que me emociono al hablar, y que eso sumado a la constancia, al compromiso y a las aptitudes que pueda tener, hace que todo salga mejor de lo esperado. Nunca me cuestione el sexo para ocupar el cargo, nunca me inhibió, sí creo que con el aporte de la mujer y la forma de llevar adelante las cosas, por una cuestión de sensibilidad, instinto femenino o algo así , logramos quizá una mejor gestión , negocio o simplemente una armonía situacional. La mujer debe estar preparada, involucrada en cualquier ámbito empresarial y debe sentirse firme y bien parada frente al ámbito social y laboral.

Para el Psicólogo Paribanú Freitas

“Si se analiza con comienzos del siglo 20, claramente es una situación que no se hubiera pensado”

Paribanú Freitas es psicólogo y docente universitario. Recibió a EL PUEBLO para brindar su visión profesional sobre el avance de la mujer en puestos de relevancia en nuestra sociedad contemporánea, con especial destaque a su experiencia en la Universidad de la República.

– ¿Cómo se ve la inserción de la de la mujer en la vida contem
poránea a nivel laboral, empresarial, en lugares de decisión como la dirección de un hospital, de un Ministerio o de algún sindicato?
– Depende con que se quiera contrastar. O sea, en realidad creo que hay muchos casos, como en la universidad en este momento, donde creo que hay cuatro mujeres Decanas. Si se analiza con comienzos del siglo XX, claramente es una situación que no se hubiera pensado, pero también desde los equipos de mujeres que están en gestión dentro de la universidad ha salido un documento que revela una cuestión vinculada “al techo de cristal”; es decir, a las dificultades para pasar de determinados grados no por su capacidades, no por limitantes administrativas sino por la depositación del cuidado en muchas cuestiones que hace que tengan que compensar el desarrollo académico como actividad laboral, que además suele ser muy exigente, con el cuidado de la casa o de mantenimiento de terminadas prácticas de cuidado de la familia.

En ese sentido, por ejemplo en la universidad ha empezado a haber algunos cambios que son significativos. Hace dos años pasó, por ejemplo, que una estudiante de posgrado se había atrasado en la presentación de su tesis y se le iba a terminar la beca porque había quedado embarazada y claramente ese tipo de becas no contemplaba la posibilidad de que una mujer pudiera tener licencia maternal. En los últimos llamados empezó a cambiar eso y ya se concibe dentro del sistema de becas de postgrado, sobre todo para docentes, que haya un período en el que se puede solicitar licencia maternal. Eso es un avance.

– Pese a estos avances, ¿seguimos siendo una sociedad discriminadora o machista frente a un tema de género?
– Si, machista terriblemente. Eso no quiere decir que en las expresiones públicas, en las expresiones administrativas no haya pequeños cambios. Pero en las dinámicas cotidianas de los espacios de trabajo, incluso en la universidad, hay mucho “Club de Tobi” (personajes de la historieta “La Pequeña Lulú”), que eran todos varoncitos, grupalidades de varones que de alguna manera socializan entre ellos. Hay muchos círculos de varones que internamente sabemos que tienen una concepción bastante discriminatoria o secundarista en el lugar de la mujer en determinados roles. No es loco escuchar en pasillos, en corredores, comentarios con forma de chiste que en realidad lo que revelan es como un menosprecio hacia el lugar de la mujer y ni que hablar con gays y lesbianas.

– ¿Hay que celebrar cuando una mujer alcanza un cargo ejecutivo importante o cada vez es menos noticia porque está pasando cada vez más seguido?
– Verdaderamente en lo que manejo, que es la carrera académica, que te exige en muchos lugares muchísimo trabajo en términos de competir con la vida doméstica. Entonces, que una mujer pueda gestionar una vida extraacadémica con una vida académica y que además de esa vida extraacadémica tenga cuestiones de familia y determinadas cuestiones, que una mujer llegue a un grado 5 o a un Decanato, todavía es raro, si bien tenemos ejemplos desde hace mucho tiempo. María Simón fue la primera, creo, hará unos cuantos años, Decana de Ingeniería, pero tampoco abundan esos ejemplos.

Psicología tiene a la Decana actual, que ahora está por terminar su Decanato y una Decana anterior, Silvia Castro, pero el resto han sido varones. Y en Psicología la proporción de mujeres tanto en el estudiantado como en el egreso versus varones es por lo menos de siete a uno; o sea, cada un varón hay siete mujeres. Entonces, que la historia del gobierno de la institución sea una cada tanto, no es tan común.

Una cosa que también pasó en la universidad es el tema del acoso en diferentes cuestiones. En estas lógicas masculinistas que por ahí uno podría llegar a encontrar, no estoy diciendo ni en Salto ni en ningún lugar en particular, pero se abrió un espacio específico para recibir inquietudes en torno a acoso laboral, muchas veces acoso de género, y lo cierto es que se desbordó ese primer llamado a situaciones. Eso habla de que en realidad no necesariamente la situación sea tan pareja.