Charles Prates – productor musical , músico y docente
Charles Prates (27) es músico, productor musical, creador de instrumentos y docente de educación musical, es oriundo de la ciudad de Artigas y cuando tenía cinco años se trasladó a nuestro departamento con su familia.
“Después de tres años nos mudamos para una localidad a 20 kilómetros de la ciudad llamada San Antonio. Allí crecí y cursé la escuela y el liceo” – comparte.
Para Charles el ejercicio docente implica un gran compromiso y si bien la profesión no está lo suficientemente valorada, el docente tiene que cumplir su rol con dedicación, esmero y amor por lo que hace.
En su experiencia ese proceso se fue dando paulatinamente y poco a poco fue reafirmando su gusto por enseñar y transmitir nuevos conocimientos en forma ininterrumpida.
Algunos de los recuerdos que guarda – vinculados a su primer contacto con la música, son el tocar percusión con cualquier cosa que encontrara desde muy chico…. el haber participado de una murga escolar y del coro liceal… el haber conseguido una guitarra en la capilla del pueblo para empezar a aprender mirando un viejo cuaderno de cuando su hermana estudiaba guitarra “Y las clases con Perico (un veterano que nos enseñaba a un amigo y a mí, cada tanto, algunos acordes y melodías).
“Creo que esas son algunas de las cosas que han marcado mi camino para hacer lo que hago hoy en día.
Hacer música es algo natural y espontáneo que vivo diariamente.
Y parte importante de esto es poder compartir lo que traigo y aprendo constantemente” – afirma.
-¿Y cuándo toma la decisión de ser educador musical?
-”Mi decisión de ser educador musical no se dio de manera perfecta. Terminado el liceo necesitaba decidir para adonde agarrar.
Entonces estudiar profesorado de música tenía dos ingredientes que parecían estar buenos: seguir haciendo y aprendiendo música y tener ingresos decentes (vengo de una familia que no tenía muchos recursos, por esto era importante ese aspecto).
Muy despacio fui agarrándole el gusto a compartir y educar.
El ejercicio docente no es papa, como decimos vulgarmente.
Es una profesión muy cuestionada y poco valorada (al menos lo percibo desde Educación Secundaria), aún más cuando se es docente de la rama del arte.
Pero bueno, no es cuestión solo de quedarse con esa idea, sino de preguntarse de que manera puedo aportarles cosas nuevas e interesantes a los estudiantes.
Es un camino de todos los días… de frustrarse y alegrarse, de parar y seguir.
Actualmente estoy dando clases en Educación Secundaria.
Dirijo un coro liceal y llevo adelante un emprendimiento llamado Bauá, que consiste en compartir cosas que vengo desarrollando hace algunos años.
Por un lado, el aspecto educativo, donde doy cursos de producción musical y clases particulares de música; por otro la construcción de instrumentos, creando instalaciones sonoras… también la grabación y producción musical con artistas locales en búsqueda de generar material sonoro de calidad”.