El entrenador Daniel Bañales forma parte del equipo de FIFA que proyecta la formación de futbolistas, donde la educación es parte integral. Es del caso desde EL PUEBLO, rescatar parte de su pensamiento, en el área relativa a la formación, a las etapas, a los tiempos d el aprendizaje . Después de todo en Salto, no nos faltan ejes de polémicas, cuando se comprueba que un número significativo de jugadores llegan a los planteles de Primera División, con ausencia de cuestiones básicas, desde lo técnico a lo táctico. Bañales deja en claro que «el trabajo de desarrollo tiene varias aristas. Lo primero a nivel de clubes es elaborar un buen proyecto para el trabajo a nivel de formativas e infantiles. El desarrollo parte en las edades tempranas, a partir de los 8, 9 años. Allí comienza la fase sensible en el aspecto técnico y algunas fases sensibles en el aspecto físico, que se continúa hasta que termina la parte formativa. Después está la fase sensible en el aspecto táctico, a partir de los 15 años. Cuando hablamos de fase sensible es cuando el individuo capta mejor y más rápido las enseñanzas de los diferentes aspectos. La parte técnica entre los 8 y los 13 años, la táctica a partir de los 15 y la física tiene fases sensibles a distintas edades.»
«PERDIMOS ALGO QUE SE HACIA ANTES»
Para Daniel Bañales, «todo eso tiene que venir de la mano de un buen proyecto y un buen trabajo. Y tiene que tener un complemento clave que es la competencia. Si no hay competencia no hay desarrollo. En Uruguay la competencia es buena pero no excelente. Hay instituciones que trabajan muy bien y otras no lo hacen tanto. A veces los partidos no son tan competitivos, tan “apretados” en su desarrollo. Pero también perdimos algo que se hacía antes, que era competir internacionalmente a nivel de clubes. Con todo el tema de los derechos de formación, los jugadores si terminan un año y no tienen contrato se terminan yendo de los clubes. Y en las competencias internacionales los ojeadores pueden captar a alguno de esos jugadores y te lo pueden llevar sin que el club pueda hacer nada».
