– A consecuencia de las críticas que se han escuchado en las últimas horas sobre la velocidad de algunos ómnibus en el recorrido urbano, otras personas han sumado otros aspectos desfavorables. Se nos dice, por ejemplo, que son muchos los coches que pasan fuera de hora.
– Quienes los tomamos para trabajar, porque tenemos un horario nos vemos totalmente complicados, nos dicen. La cuestión es planificar debidamente el servicio de acuerdo a la cantidad de coches y personal disponible y también al movimiento de pasajeros. No hay que olvidar que el ascenso y descenso de pasajeros es la operación que más tiempo insume.
– La solidaridad de los salteños (en algunos niveles), es conocida. Es por eso que no nos llamó la atención que ante la convocatoria de un joven matrimonio sanducero a reunir tapitas de plástico que luego venden, para costear el tratamiento de su pequeño hijo, casi parapléjico por un accidente casero, tuviera rápida respuesta.
En algunas estaciones de servicio (El Palacio, entre ellas), observamos residuos que rezan “únicamente tapitas”. Otros comunicadores, a sabiendas que lo que paga por el kilo de tapitas es ínfimo, programaban una campaña pública de recolección de fondos, aunque en principio el matrimonio en cuestión no apoyaba la idea.
