Evidentemente, fue un gran actor. Desniveló en “Lawrence de Arabia”, su película de cabecera, en donde desarrollara una interpretación realmente descollante. Logró su primer mención al Oscar con la cinta épica de 1962, donde fue protagonista junto a Omar Shariff, y su última por “Venus”, en 2006. Suena raro, pero fue el actor con el récord de más nominaciones –nueve en total- sin que nunca obtuviera el premio, aunque aceptó un Oscar honorario en 2003, por su trayectoria profesional. Otra de sus obras distinguidas fue “Becket” con su compatriota Richard Burton, quien también fue nominado. Ambos confesarían más tarde, haber estado embriagados, durante todo el rodaje del largo-metraje. Entre otros, en su filmografía de menos de cincuenta títulos, se destacan: “La noche de los generales”, “Lord Jim”, “Adiós, Mr. Chips”, “El león en invierno”, “Cómo robar un millón y…” acompañado por Audrey Hepburn, donde exprime sus dotes de galán un tanto vividor, dirigido por William Wyler, en 1966, y “El último emperador”. Se llamó Peter O’Toole, quien el pasado sábado 14 de diciembre, 2013, dejó de existir en un nosocomio londinense, después de una cruel enfermedad a los 81 años de edad. Sobrevivió la época de oro de las superproducciones cinematográficas.
PERIODISTA y
FOTOGRÁFO
Peter Seamus Lorcan O’Toole, más conocido como Peter O’Toole, nació el 2 de agosto de 1932 en Connemara, Irlanda, y se desarrolló en Inglaterra, exactamente en la ciudad de Leeds. Hijo de Constance Jane Ferguson, enfermera de profesión, y de Patrick Joseph O’Toole, orfebre y jugador de fútbol. Peter estudió en colegios católicos hasta que en su adolescencia empezó a cumplir tareas como periodista y fotógrafo en un periódico de la zona. Tras cumplir el servicio militar en la Marina británica, Peter se graduó en la Royal Academy Of Dramatic Arts, en el rubro actoral. Al recibir el diploma correspondiente, manifestaría “Siempre quise ser actor, y también poeta”. Sus próximos pasos irían rumbo al teatro representando obras de William Shakespeare, Samuel Beckett, Bertolt Brecht y George Bernard Shaw, trabajando en Broadway, representando “Pigmalión” junto a Amanda Plummer; y a la televisión, donde debutaría en 1954, y cinco años después en la pantalla grande a través de “Kidnapped”, una propuesta de bajo presupuesto, del género aventuras con Peter Finch, en una novela de Robert Louis Stevenson, como actor de reparto. Inmediatamente le surgirían “El día que robaron el banco de Inglaterra”, 1960, y “Salvajes inocentes”, del mismo año, dirigida por Nicholas Ray y protagonizada por Anthony Quinn. Peter comenzaba a demostrar su ductilidad para los papeles de los más que complicados personajes que representaría. A raíz de esa versatilidad, en 1962, alcanzaría su consagración definitiva interpretando una de las figuras más fascinantes y controvertidas del siglo XX, el teniente coronel Thomas Edward Lawrence, llevado al celuloide como “Lawrence de Arabia”.
EN LA HISTORIA
DEL CINE
El célebre héroe inglés que luchó en el frente turco durante la primera guerra mundial, marcó un hito no solo en su novel carrera del cinéma, sino en la historia del cine. La elección de O’Toole para el papel de Lawrence, como en las pequeñas grandes cosas de la vida, surgió de casualidad como última opción luego de que el papel protagónico fuera rechazado por Marlon Brando y Albert Finney. Hubo dudas del director David Lean, ante la designación de Peter, ya que éste no contaba con una actuación fílmica adecuada donde pudiera medir los verdaderos alcances de su talento, ante la realización de un personaje de facetas complejas. Además, O’Toole medía 1.88 m. o sea 22 centímetros más que el verdadero Lawrence. La personalidad del actor también era discutida, ya que en los sets lo llamaban “El loco”, por su carácter extrovertido y alegre, pero también alocado. Superando toda expectativa, Peter O’Toole no solo realizó una de las mejores interpretaciones del séptimo arte, sino que se involucró a tal punto con el personaje que no dudó en permanecer como un beduino más bajo el sol de los desiertos de Jordania y Marruecos durante largas horas, donde se filmaron gran parte de las secuencias. Actor afecto a bromear y cantar continuamente, a partir de su propia experiencia en el desierto consideró que T. E. Lawrence debió ser una persona no exenta de un agudo humor que le permitiera sobrellevar las difíciles vicisitudes que se le presentaron en tierras tan extrañas y solitarias. En consecuencia, O’Toole acostumbraba dar rienda suelta a su propio humor durante los descansos entre filmaciones. Varios beduinos que habían conocido al verdadero «Aurens» -incluso uno de los asistentes de filmación era descendiente del jefe tribal Auda Abu Tayi, gran compañero del verdadero T. E. Lawrence- manifestaron con lágrimas en los ojos que éste había regresado al desierto de la mano del actor irlandés.
Movido por David Lean, “Lawrence de Arabia” constituyó una obra maestra tanto en el terreno interpretativo, argumental, narrativo y fotográfico, e incluso la banda sonora de Maurice Jarre se convirtió en un clásico hasta el día de hoy. Inexplicablemente o no tanto -para Hollywood, O’Toole aún no tenía antecedentes fílmicos de relevancia- esta película recibió 7 premios Óscar en la edición de 1962, incluso la de Mejor Película, pero la de Mejor Actor recaló en otra cinta y otro profesional.
alberti.blogspot.com
Evidentemente, fue un gran actor. Desniveló en “Lawrence de Arabia”, su película de cabecera, en donde desarrollara una interpretación realmente descollante. Logró su primer mención al Oscar con la cinta épica de 1962, donde fue protagonista junto a Omar Shariff, y su última por “Venus”, en 2006. Suena raro, pero fue el actor con el récord de más nominaciones –nueve en total- sin que nunca obtuviera el premio, aunque aceptó un Oscar honorario en 2003, por su trayectoria profesional. Otra de sus obras distinguidas fue “Becket” con su compatriota Richard Burton, quien también fue nominado. Ambos confesarían más tarde, haber estado embriagados, durante todo el rodaje del largo-metraje. Entre otros, en su filmografía de menos de cincuenta títulos, se destacan: “La noche de los generales”, “Lord Jim”, “Adiós, Mr. Chips”, “El león en invierno”, “Cómo robar un millón y…” acompañado por Audrey Hepburn, donde exprime sus dotes de galán un tanto vividor, dirigido por William Wyler, en 1966, y “El último emperador”. Se llamó Peter O’Toole, quien el pasado sábado 14 de diciembre, 2013, dejó de existir en un nosocomio londinense, después de una cruel enfermedad a los 81 años de edad. Sobrevivió la época de oro de las superproducciones cinematográficas.
PERIODISTA y FOTOGRÁFO
Peter Seamus Lorcan O’Toole, más conocido como Peter O’Toole, nació el 2 de agosto de 1932 en Connemara, Irlanda, y se desarrolló en Inglaterra, exactamente en la ciudad de Leeds. Hijo de Constance Jane Ferguson, enfermera de profesión, y
de Patrick Joseph O’Toole, orfebre y jugador de fútbol. Peter estudió en colegios católicos hasta que en su adolescencia empezó a cumplir tareas como periodista y fotógrafo en un periódico de la zona. Tras cumplir el servicio militar en la Marina británica, Peter se graduó en la Royal Academy Of Dramatic Arts, en el rubro actoral. Al recibir el diploma correspondiente, manifestaría “Siempre quise ser actor, y también poeta”. Sus próximos pasos irían rumbo al teatro representando obras de William Shakespeare, Samuel Beckett, Bertolt Brecht y George Bernard Shaw, trabajando en Broadway, representando “Pigmalión” junto a Amanda Plummer; y a la televisión, donde debutaría en 1954, y cinco años después en la pantalla grande a través de “Kidnapped”, una propuesta de bajo presupuesto, del género aventuras con Peter Finch, en una novela de Robert Louis Stevenson, como actor de reparto. Inmediatamente le surgirían “El día que robaron el banco de Inglaterra”, 1960, y “Salvajes inocentes”, del mismo año, dirigida por Nicholas Ray y protagonizada por Anthony Quinn. Peter comenzaba a demostrar su ductilidad para los papeles de los más que complicados personajes que representaría. A raíz de esa versatilidad, en 1962, alcanzaría su consagración definitiva interpretando una de las figuras más fascinantes y controvertidas del siglo XX, el teniente coronel Thomas Edward Lawrence, llevado al celuloide como “Lawrence de Arabia”.
- espacio publicitario -![SOL - Calidez en compañía]()
EN LA HISTORIA DEL CINE
El célebre héroe inglés que luchó en el frente turco durante la primera guerra mundial, marcó un hito no solo en su novel carrera del cinéma, sino en la historia del cine. La elección de O’Toole para el papel de Lawrence, como en las pequeñas grandes cosas de la vida, surgió de casualidad como última opción luego de que el papel protagónico fuera rechazado por Marlon Brando y Albert Finney. Hubo dudas del director David Lean, ante la designación de Peter, ya que éste no contaba con una actuación fílmica adecuada donde pudiera medir los verdaderos alcances de su talento, ante la realización de un personaje de facetas complejas. Además, O’Toole medía 1.88 m. o sea 22 centímetros más que el verdadero Lawrence. La personalidad del actor también era discutida, ya que en los sets lo llamaban “El loco”, por su carácter extrovertido y alegre, pero también alocado. Superando toda expectativa, Peter O’Toole no solo realizó una de las mejores interpretaciones del séptimo arte, sino que se involucró a tal punto con el personaje que no dudó en permanecer como un beduino más bajo el sol de los desiertos de Jordania y Marruecos durante largas horas, donde se filmaron gran parte de las secuencias. Actor afecto a bromear y cantar continuamente, a partir de su propia experiencia en el desierto consideró que T. E. Lawrence debió ser una persona no exenta de un agudo humor que le permitiera sobrellevar las difíciles vicisitudes que se le presentaron en tierras tan extrañas y solitarias. En consecuencia, O’Toole acostumbraba dar rienda suelta a su propio humor durante los descansos entre filmaciones. Varios beduinos que habían conocido al verdadero «Aurens» -incluso uno de los asistentes de filmación era descendiente del jefe tribal Auda Abu Tayi, gran compañero del verdadero T. E. Lawrence- manifestaron con lágrimas en los ojos que éste había regresado al desierto de la mano del actor irlandés.
Movido por David Lean, “Lawrence de Arabia” constituyó una obra maestra tanto en el terreno interpretativo, argumental, narrativo y fotográfico, e incluso la banda sonora de Maurice Jarre se convirtió en un clásico hasta el día de hoy. Inexplicablemente o no tanto -para Hollywood, O’Toole aún no tenía antecedentes fílmicos de relevancia- esta película recibió 7 premios Óscar en la edición de 1962, incluso la de Mejor Película, pero la de Mejor Actor recaló en otra cinta y otro profesional.
[email protected]
www.losfavoritosdejuanjoalberti.blogspot.com
- espacio publicitario -![Bloom]()