Como es de público conocimiento desde hace varios días el vertedero municipal está en llamas.
Según la información que se nos ha brindado, la situación se mantendría. EL PUEBLO consultó a Adriana Cardozo, referente de los vecinos de la zona que además lleva años luchando contra la contaminación ambiental generada por el vertedero a cielo abierto.
En esta oportunidad nos relata las dificultades y el sufrimiento que ella y otros habitantes del área enfrentan a diario debido al humo constante que emana del lugar.
También nos comenta que no había notado la presencia de autoridades municipales hasta la tarde anterior en que vio pasar un vehiculo de la intendencia con algún jerarca.
“Yo estoy a dos kilómetros del vertedero, lo único que veo son columnas inmensas de humo. El humo es bravísimo y se desparrama por toda la zona”, comenta Adriana, quien asegura que la situación empeora con cada incendio. «Nosotros ya no podemos respirar en paz», denuncia con preocupación.
El reclamo por los incendios en el vertedero no es reciente. Según cuenta Cardozo, los vecinos comenzaron a organizarse en 2014, cuando las emisiones de humo se volvieron una constante amenaza para la salud de quienes viven cerca del vertedero. “En 2015, hicimos una marcha para visibilizar el problema. Ese año, el fuego estuvo prendido durante varios días. Era impresionante, no se podía respirar, el humo entraba en nuestras casas”, recuerda Adriana.
Desde entonces, los vecinos han realizado numerosas gestiones y denuncias ante las autoridades municipales y nacionales. Sin embargo, sus esfuerzos han sido en vano. “Yo hice denuncias todos los años al Ministerio del Medio Ambiente. Dos o tres veces lo hice y nunca me contestaron, nunca recibimos una respuesta”, relata con frustración.
El peligro inmediato del incendio actual
El reciente incendio en el vertedero ha agravado aún más la situación. Según la vecina, el fuego fue iniciado intencionalmente en una zona baja del vertedero, donde se acumula tierra, poda y plástico, a escasos metros de varias viviendas. “Un vecino tuvo que hacer un cortafuegos porque el fuego se le venía encima. Las máquinas tuvieron que entrar a su casa para evitar que el fuego la alcanzara. Pasaron toda la noche trabajando”, detalla.
La situación es crítica, ya que el incendio no solo pone en riesgo la salud de los habitantes, sino también sus viviendas. El calor extremo y el humo tóxico afectan tanto a las personas como al medio ambiente. “Esto no se puede apagar, lo sabemos desde siempre. Lo único que se puede hacer es controlar el fuego y evitar que se propague”, explica Cardozo, quien señala que la falta de acción por parte de las autoridades es alarmante.
Las respuestas de las autoridades: Inacción y desinterés
La vecina de la zona del vertedero también expresa su decepción ante la falta de respuestas de las autoridades municipales. “El intendente nos recibió una vez, pero luego nos derivó a un secretario. Después, nunca más nos contestaron. Nos decían que no tenían dinero para resolver el problema, y el proyecto que presentaron no tenía viabilidad”, afirma Cardozo, quien denuncia el desinterés de las autoridades en abordar de manera efectiva la situación.
“Nosotros les entregamos una carta incluso al presidente, y cuando vino a la Agropecuaria le mostramos el cartel que decía que estábamos en riesgo ambiental por la salud de la comunidad. Nos llamaron una vez, pero después nunca más supimos nada. Parece que si esto no tiene rédito político, no les importa”, lamenta.
Los esfuerzos de los vecinos para mejorar la situación parecen ser una lucha interminable. “Siempre que pedimos soluciones, somos tres o cuatro los que vamos a las reuniones. Golpeamos puertas, pero las soluciones nunca llegan”, señala Adriana, quien asegura que las autoridades sólo entregan excusas, sin plantear un plan concreto.
“La gente ya está cansada de reclamar. El Ministerio de Salud vino a hacer un relevamiento de la situación, porque vimos que había un aumento de enfermedades como el cáncer en la zona. Pero después de ese relevamiento, nunca más nos citaron para hacernos los estudios de salud que habíamos solicitado”, denuncia la vecina. “El vertedero está en su peor momento, con basura amontonada de manera desordenada. No hay planificación. Nos dicen que están trabajando en un proyecto, pero no se ve ninguna acción concreta”, añade Cardozo.
«No podemos dormir, es insoportable»
El principal efecto de los incendios es el humo, que afecta directamente la calidad de vida de los vecinos. “En principio, no poder dormir, porque el humo entra en nuestras casas, sobre todo en la madrugada. Es imposible respirar, y las casas cercanas al vertedero están completamente cubiertas por una nube de humo negro. La situación es desesperante”, relata Adriana, quien explica que, a pesar de los esfuerzos de los bomberos, la situación persiste.
“Yo fui al vertedero, y le pedí a los bomberos que hiciesen algo, pero me explicaron que no se podía apagar. Me dijeron que lo único que se puede hacer es controlar el fuego, pero hasta que eso se queme completamente, no hay nada más que hacer”, afirma.
La situación no parece tener solución a corto plazo. Según los bomberos, el incendio podría durar varios días, ya que el fuego no se puede extinguir fácilmente. “El bombero me dijo que no hay manera de apagarlo. Hay que esperar que se queme todo”, comenta Adriana, quien expresa su angustia por la falta de acción y la prolongada exposición a los efectos del humo.
Mientras tanto, los vecinos siguen luchando por una solución que nunca llega. “Salto entero está cubierto de humo. Es insoportable. La gente me llama para preguntarme cómo lo estamos viviendo, porque también lo están respirando. Es un problema que afecta a toda la ciudad, no solo a los vecinos cercanos al vertedero”, finaliza Cardozo, con la esperanza de que algún día las autoridades tomen en serio el problema y se actúe en favor de la salud de la comunidad.