Aún las aguas no están aptas para baño y los espacios públicos presentan riesgo para los niños.
Los salteños parecen no poder vivir sin la Costanera y apenas bajó el nivel del agua del río Uruguay luego del paso de la que fue la creciente más importante de los últimos 50 años en nuestra ciudad y se pudo volver a transitar por la zona, podía verse a los amantes del deporte y la vida al aire libre circular por el lugar, corriendo, caminando, andando en bicicleta, o simplemente sentados en sus sillas plegables junto al río.
Sin embargo, la creciente dejó tras su paso un agua turbia que se entremezcló con el desborde de cloacas y residuos urbanos y dejó en ese sentido un olor desagradable, afectando sobremanera muchas zonas de la ciudad, así como también una infinidad de viviendas, diversos comercios, varios puentes, y entre estos lugares también quedó bajo toda la zona costera, que se trata de un espacio de disfrute, de ocio y constituye además uno de los más importantes atractivos turísticos.
A más de 10 días de haberse iniciado el operativo retorno y con él, un lento restablecimiento de las condiciones en las zonas que estuvieron anegadas por el agua, sobre todo luego de cumplirse un intenso trabajo de limpieza de los basurales llevado a cabo por los efectivos del Ejército Nacional, ante la declaración de Emergencia Sanitaria por parte del Ministerio de Salud; la zona de la Costanera aún es testigo de los destrozos generados por el agua.
Árboles y postes de luz que están caídos, vastas áreas sin alumbrado público, una triste y destruida plaza de juegos infantiles que genera incluso cierto peligro para los más pequeños, un salón de fiestas enclavado en un lugar histórico que aún se encuentra totalmente abandonado, impresentable y lleno de vidrios rotos y restos de cadáveres de peces que dejó la creciente; son algunas de las consecuencias que aún se registran tras las inundaciones en el principal lugar de encuentro de los salteños.
A esta situación, se le suma el deterioro en el que han quedado algunos locales bailables, los cuales pueden verse totalmente destruidos, sumándose a generar una imagen que dista mucho del Salto turístico que todos queremos y por el que se reconoce a estas tierras en todas partes.
Además, y a pesar de que las playas del río Uruguay aún no están aptas para baño, las altas temperaturas que vienen azotando la región, con una ola de calor y sensaciones térmicas superiores a los 40º, ha hecho que muchos salteños, haciendo caso omiso a esta inhabilitación, concurran igualmente al río a refrescarse y así obtener un alivio ante el intenso calor, en un acto de irresponsabilidad que puede generar graves problemas sanitarios y poner en riesgo la vida de aquellos que concurren al lugar vedado por las autoridades tras el paso de la creciente.
En los últimos días, se han visto cada vez más personas disfrutando de estas zonas y al carecer estas playas de habilitación, por no contar con aguas de calidad suficiente que permitan su uso para baño, se genera un riesgo para quienes concurren al lugar.
Algo similar sucede en la plaza de juegos infantiles de la Costanera Norte, donde aún se pueden ver muchos juegos desprendidos del suelo y en malas condiciones, constituyendo un peligro para los niños que juegan al atardecer.
Esta situación se da, pese a que la Intendencia de Salto ha indicado que estos juegos no están habilitados, pero como el lugar carece de cintas o señalizaciones que lo indiquen, muchos niños pasan sus horas allí, incluso bajo la autorización de sus padres.