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jueves, 17 de julio de 2025
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ROCIO DURCAL, LA SEÑORA DE LA CANCION

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Diario EL PUEBLO digital
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Estaba en la escuela de monjas y ya cantaba, para un grupo de compañeras de clase que la estimulaban para que lo siguiera haciendo.  Desde esos momentos, también sentía deseos de hacer carrera como actriz,  lo cual mantuvo en secreto durante un tiempo. Después se hizo común su presencia animando las veladas de la primaria como cantante. Nacida en un barrio humilde, trabajador, de Madrid, era la mayor de seis hermanos y salió a trabajar siendo una adolescente como empleada doméstica, para ayudar en su casa, de bajos recursos económicos. Aunque sus padres apoyaban su talento, no deseaban que hiciera carrera artística. Al terminar la escolaridad, ya trabajaba como aprendiz en una peluquería de su barrio. Inició su carrera participando en diversos festivales y concursos radiales de canto, apoyada en secreto por su abuelo paterno, quien creyó siempre en su talento y fue su primer admirador. En 1959, cuando tenía quince años, participó del programa  de TVE,  «Primer aplauso», con muy buen desempeño.  El espacio fue visto por Luis Sanz, importante empresario y productor hispánico, quedando impactado por su talento y personalidad. Tanto fue así, que Sanz se puso en contacto con la realización del show para pedir el nombre y la dirección de la joven concursante. La conversación entre Luis Sanz, quien era ya representante de varios artistas españoles de moda, y sus padres, fue decisiva en su futuro. Por primera vez en su vida, la futura estrella habló de sus aspiraciones  y de sus deseos de ponerse en manos de Sanz, quien quería lanzarla al estrellato. Aquella muchacha, delgada y simpática, con ansias de llegar, se llamaba en ese tiempo María de los Ángeles de las Heras Ortiz, conocida familiarmente como Marieta, a quien el manager le colocó el nombre fantasía de Rocío Durcal, con el cual realizó un recorrido espectacular en la senda de los éxitos de las eternas luminarias.
LA PERSONALIDAD
DE ROCÍO
María de los Angeles llegó a este mundo el 4 de octubre de 1944, en Tetuán, Madrid, España. Hija de María Ortiz y Tomás de las Heras. Cuando Sanz habló con los padres de María, estos se manifestaron indecisos sobre qué debían hacer. Al cabo de una semana, dieron su aprobación al productor. Aunque la futura artista insistía, sus padres temían el fracaso de su hija. Esto, desde luego, no ocurrió. Sanz decidió que la chica fuera puesta al cuidado de profesores particulares para terminar sus estudios de secundaria e iniciar los de actuación, baile y canto. Todo ello ocurrió, cuidando de que la futura Rocío Dúrcal, no perdiera su personalidad, que había encantado al empresario. Al mismo tiempo que le reveló los secretos de la profesión artística, Sanz la puso en contacto en diversos eventos sociales con los exponentes famosos de su época. Posteriormente se hizo muy amiga de su contemporánea, Rocío Jurado. A Raphael ya lo conocía, pues en ese momento residían en el mismo barrio y a veces coincidían en eventos canoros radiales. Como su nombre era poco adecuado para lanzarla al estrellato, Sanz ideó llamarla Rocío. Pero, pensando que le haría falta un apellido, él y la joven buscaron un mapa de España en el que ella señaló al azar la población de Dúrcal, en la provincia de Granada. Había nacido el sobrenombre con el cual logró su paso a la posteridad. Más tarde, fue declarada Hija Adoptiva de esta población y fue bautizada una calle en su honor. Actualmente, existe un proyecto de crear un museo sobre la artista, algo compartido entre su esposo el cantante Antonio Morales «Junior» y el ayuntamiento de dicho poblado donde fue inaugurada el 14 de febrero de 2009 una estatua en su honor.
PRIMERO ACTRIZ,
LUEGO CANTANTE
Luego de posar en una serie de fotografías que se tomaron para una prueba de imagen, Rocío rueda «Canción de juventud», retratando a una adolescente con su misma personalidad. La película obtuvo enorme éxito de taquilla. Este suceso se repitió en países hispanos donde se exhibió la cinta. Sanz, a raíz de este hit, obtuvo permiso para internar a Dúrcal en un colegio donde mejoraría sus modales y cursaría materias que le servirían para ampliar su cultura. Inmediatamente, Rocío se convirtió en la protagonista de «Rocío de la Mancha», cinta que obtuvo también el favor del público. A raíz de esto, la joven intérprete obtuvo su primer contrato discográfico con Phonogram. Los temas que interpretó la artista en ambos filmes sirvieron para realizar su primer álbum titulado «Las Películas de Rocío Dúrcal», 1962. Este lanzamiento, constituyó el inicio de su meteórica carrera discográfica. En estas circunstancias, viajó por primera vez a México, Venezuela, Puerto Rico y Estados Unidos donde participó en el popular «Show de Ed Sullivan». Más tarde, llegarían «Tengo 17 años», 1964, y su primera obra teatral, «Un domingo en Nueva York», en la cual se reveló como una excelente actriz. En 1966, compartió protagónicos con Enrique Guzmán en «Acompáñame». Un año después intervino en «Amor en el aire», junto a Palito Ortega. Ya en 1967, filmó «Cristina Guzmán», que se erigió en el primero de sus largo-metrajes destinado a un público mayor de 18 años. En ésta aparición rompió definitivamente con la imagen, hasta entonces rápida y despreocupada, de sus films anteriores. Y paralelamente a sus películas, siguió grabando y lanzando discos.
CONQUISTA MEXICO y
EL MUNDO
El 15 de enero de 1970, luego de nueve meses de noviazgo, Rocío contrajo enlace con Antonio Morales «Junior», ex – integrante del grupo Los Brincos, y Juan -Juan Pardo- y Junior. Con Morales, se hizo inseparable hasta sus últimos días -1970-2006- y tuvo tres hijos: Carmen Morales, 12/12/1970, Antonio Morales, 01/04/1974, y Shaila Dúrcal, 28/08/1979, quien sigue las actividades de su madre, siendo hoy la cantante del año en México interpretando baladas rancheras.  Ya, en la llegada al hogar, de Shaila, Rocío estaba encaramada bien arriba en el éxito, a lo largo de cuarenta años al tiempo de ver realizado el sueño de formar una familia unida y feliz. Estaba prácticamente afincada en México DF, editando varios discos con temas de Juan Gabriel, con un suceso inusitado, tanto es así que hasta la actualidad, la llaman: La reina de las rancheras o La española más mexicana. En ese interín sonaron «La gata bajo la lluvia», «Jamás te dejaré», «Amor eterno», «Fue un placer conocerte», «Costumbres», entre tantas.  En el año 2001, después de la grabación de su último álbum «Entre tangos y mariachi», se le diagnosticó cáncer de útero. Se puso en manos de los médicos y canceló sus giras.  En 2004, en otra revisación, se descubrió que el cáncer había pasado a sus pulmones. La artista volvió a someterse al tratamiento de quimioterapia, hasta que lamentablemente falleció el 25 de marzo de 2006 a los 61 años, en su casa de Torrelodones, Madrid.  Se le recordará siempre como la señora de la canción.
[email protected]                                                                                     www.losfavoritosdejuanjo
alberti.blogspot.com

Estaba en la escuela de monjas y ya cantaba, para un grupo de compañeras de clase que la estimulaban para que lo siguiera haciendo.  Desde esos momentos, también sentía deseos de hacer carrera como actriz,  lo cual mantuvo en secreto durante un tiempo. Después se hizo común su presencia animando las veladas de la primaria como cantante. Nacida en un barrio humilde, trabajador, de Madrid, era la mayor de seis hermanos y salió a trabajar siendo una adolescente como empleada doméstica, para ayudar en su casa, de bajos recursos económicos. Aunque sus padres apoyaban su talento, no deseaban que hiciera carrera artística. Al terminar la escolaridad, ya trabajaba como aprendiz en una peluquería de su barrio. Inició su carrera participando en diversos festivales y concursos radiales de canto, apoyada en secreto por su abuelo paterno, quien creyó siempre en su talento y fue su primer admirador. En 1959, cuando tenía quince años, participó del programa  de TVE,  «Primer aplauso», con muy buen desempeño.  El espacio fue visto por Luis Sanz, importante empresario y productor hispánico, quedando impactado por su talento y personalidad. Tanto fue así, que Sanz se puso en contacto con la realización del show para pedir el nombre y la dirección de la joven concursante. La conversación entre Luis Sanz, quien era ya representante de varios artistas españoles de moda, y sus padres, fue decisiva en su futuro. Por primera vez en su vida, la futura estrella habló de sus aspiraciones  y de sus deseos de ponerse en manos de Sanz, quien quería lanzarla al estrellato. Aquella muchacha, delgada y simpática, con ansias de llegar, se llamaba en ese tiempo María de los Ángeles de las Heras Ortiz, conocida familiarmente como Marieta, a quien el manager le colocó el nombre fantasía de Rocío Durcal, con el cual realizó un recorrido espectacular en la senda de los éxitos de las eternas luminarias.

LA PERSONALIDAD DE ROCÍO

María de los Angeles llegó a este mundo el 4 de octubre de 1944, en Tetuán, Madrid, España. Hija de María Ortiz y Tomáspage de las Heras. Cuando Sanz habló con los padres de María, estos se manifestaron indecisos sobre qué debían hacer. Al cabo de una semana, dieron su aprobación al productor. Aunque la futura artista insistía, sus padres temían el fracaso de su hija. Esto, desde luego, no ocurrió. Sanz decidió que la chica fuera puesta al cuidado de profesores particulares para terminar sus estudios de secundaria e iniciar los de actuación, baile y canto. Todo ello ocurrió, cuidando de que la futura Rocío Dúrcal, no perdiera su personalidad, que había encantado al empresario. Al mismo tiempo que le reveló los secretos de la profesión artística, Sanz la puso en contacto en diversos eventos sociales con los exponentes famosos de su época. Posteriormente se hizo muy amiga de su contemporánea, Rocío Jurado. A Raphael ya lo conocía, pues en ese momento residían en el mismo barrio y a veces coincidían en eventos canoros radiales. Como su nombre era poco adecuado para lanzarla al estrellato, Sanz ideó llamarla Rocío. Pero, pensando que le haría falta un apellido, él y la joven buscaron un mapa de España en el que ella señaló al azar la población de Dúrcal, en la provincia de Granada. Había nacido el sobrenombre con el cual logró su paso a la posteridad. Más tarde, fue declarada Hija Adoptiva de esta población y fue bautizada una calle en su honor. Actualmente, existe un proyecto de crear un museo sobre la artista, algo compartido entre su esposo el cantante Antonio Morales «Junior» y el ayuntamiento de dicho poblado donde fue inaugurada el 14 de febrero de 2009 una estatua en su honor.

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PRIMERO ACTRIZ, LUEGO CANTANTE

Luego de posar en una serie de fotografías que se tomaron para una prueba de imagen, Rocío rueda «Canción de juventud», retratando a una adolescente con su misma personalidad. La película obtuvo enorme éxito de taquilla. Este suceso se repitió en países hispanos donde se exhibió la cinta. Sanz, a raíz de este hit, obtuvo permiso para internar a Dúrcal en un colegio donde mejoraría sus modales y cursaría materias que le servirían para ampliar su cultura. Inmediatamente, Rocío se convirtió en la protagonista de «Rocío de la Mancha», cinta que obtuvo también el favor del público. A raíz de esto, la joven intérprete obtuvo su primer contrato discográfico con Phonogram. Los temas que interpretó la artista en ambos filmes sirvieron para realizar su primer álbum titulado «Las Películas de Rocío Dúrcal», 1962. Este lanzamiento, constituyó el inicio de su meteórica carrera discográfica. En estas circunstancias, viajó por primera vez a México, Venezuela, Puerto Rico y Estados Unidos donde participó en el popular «Show de Ed Sullivan». Más tarde, llegarían «Tengo 17 años», 1964, y su primera obra teatral, «Un domingo en Nueva York», en la cual se reveló como una excelente actriz. En 1966, compartió protagónicos con Enrique Guzmán en «Acompáñame». Un año después intervino en «Amor en el aire», junto a Palito Ortega. Ya en 1967, filmó «Cristina Guzmán», que se erigió en el primero de sus largo-metrajes destinado a un público mayor de 18 años. En ésta aparición rompió definitivamente con la imagen, hasta entonces rápida y despreocupada, de sus films anteriores. Y paralelamente a sus películas, siguió grabando y lanzando discos.

CONQUISTA MEXICO y EL MUNDO

El 15 de enero de 1970, luego de nueve meses de noviazgo, Rocío contrajo enlace con Antonio Morales «Junior», ex – integrante del grupo Los Brincos, y Juan -Juan Pardo- y Junior. Con Morales, se hizo inseparable hasta sus últimos días -1970-2006- y tuvo tres hijos: Carmen Morales, 12/12/1970, Antonio Morales, 01/04/1974, y Shaila Dúrcal, 28/08/1979, quien sigue las actividades de su madre, siendo hoy la cantante del año en México interpretando baladas rancheras.  Ya, en la llegada al hogar, de Shaila, Rocío estaba encaramada bien arriba en el éxito, a lo largo de cuarenta años al tiempo de ver realizado el sueño de formar una familia unida y feliz. Estaba prácticamente afincada en México DF, editando varios discos con temas de Juan Gabriel, con un suceso inusitado, tanto es así que hasta la actualidad, la llaman: La reina de las rancheras o La española más mexicana. En ese interín sonaron «La gata bajo la lluvia», «Jamás te dejaré», «Amor eterno», «Fue un placer conocerte», «Costumbres», entre tantas.  En el año 2001, después de la grabación de su último álbum «Entre tangos y mariachi», se le diagnosticó cáncer de útero. Se puso en manos de los médicos y canceló sus giras.  En 2004, en otra revisación, se descubrió que el cáncer había pasado a sus pulmones. La artista volvió a someterse al tratamiento de quimioterapia, hasta que lamentablemente falleció el 25 de marzo de 2006 a los 61 años, en su casa de Torrelodones, Madrid.  Se le recordará siempre como la señora de la canción.

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