La tristeza invadió Núñez.
Será muy difícil de olvidar este domingo 26 de junio de 2011. Difícil para todos los hinchas del fútbol, pero especialmente para los de River. Porque en el Monumental, apenas pudo empatar 1-1 y descendió a la Primera B Nacional por primer vez en su historia. Belgrano fue el verdugo, pero no el gran responsable.
El equipo más campeón del fútbol argentino descendió a Primera B tras igualar 1 a 1 con Belgrano de Córdoba en el partido de vuelta de la Promoción. Belgrano volvió a Primera. El partido no pudo finalizar ya que se produjeron incidentes a falta de un minuto para que terminara el tiempo reglamentario.
Con gol de Mariano Pavone a los 5 minutos de juego River derrotaba a Belgrano de Córdoba en el partido de vuelta por la Promoción del fútbol argentino, pero en el segundo tiempo Guillermo Farré convirtió la igualdad para Belgrano.
En el primer tiempo el juez Sergio Pezzota anuló un gol para Belgrano y no cobró un claro penal a favor de River.
A los 24 minutos del segundo tiempo Pavone, que había convertido un gol en la primera mitad, erró un penal.
En la ida los cordobeses vencieron por 2 a 0, por lo que el “Millonario” necesita de un gol más para quedarse en Primera.
Belgrano igualó 1-1 en el Monumental ante el equipo de Jota Jota López y ascendió a primera división
El final menos pensado: River empató y descendió al Nacional B
Jamás nadie se lo imaginó. River, el equipo que más torneos locales ganó en el fútbol local, jugará en la Nacional B. El dolor de los jugadores del hincha millonario es infinito. Inimaginable para quienes no profesan su fe por el club de Núñez. El equipo de Juan José López empató 1-1 en el Monumental ante Belgrano, y tras caer en el partido de ida de la Promoción por 2-0, River descendió al Nacional B. Los cordobeses ahora son de primera.
Mariano Pavone abrió el marcador del encuentro en el primer tiempo y Guillermo Farré igualó el partido en el complemento. Sergio Pezzotta no le cobró un claro penal de Claudio Pérez sobre Leandro Caruso en los primeros 45 minutos y Pavone desaprovechó otro en el segundo tiempo.
El partido. Hizo el gol en el momento que más lo necesitaba. A los cuatro minutos, Sergio Pezzotta a instancias del juez de línea, anuló correctamente por off side un tanto de César Mansanelli. Un minuto después, Pavone, con un gran remate desde afuera del área, abrió el marcador. Los hinchas millonarios se sacaron el nudo de la garganta con un grito desaforado y a partir de allí River fue el claro dominador del encuentro.
Con Juan Pablo Carrizo como pilar bajo los tres palos, las proyecciones del tucumano Roberto Pereyra, otra muy buena actuación de Lamela y la potencia temeraria de Pavone, el equipo de Jota Jota estaba cada vez mas cerca del segundo. El gol le dio River la confianza que tanto necesitaba. Luego de un claro penal de Claudio Pérez a Leandro Caruso, que Pezzotta no cobró, Olave le tapa el segundo a Pavone. Para Belgrano, lo más cerca que estuvo fue un mano a mano que Carrizo resolvió bien ante Juan Carlos Maldonado. Finalizaron los primeros 45 minutos y River pudo haberse ido ido al descanso con una ventaja mayor. En el complemento, Farré le dio el golpe de su vida a River. Aprovechó una desinteligencia de Juan Manuel Díaz y Ferrero, igualó el encuentro a los 16 y estaba más cerca que nunca la primera división. Como si se tratase de una película de suspenso, enseguida, desde los doce pasos (tras una falta de Tavio a Caruso) Pavone contó con la chance de volver a poner a River en ventaja. Pero Olave se quedó con el balón. Fue un nuevo mazazo para el conjunto millonario que ya no contenía sus nervios ni jugaba con la soltura del primer tiempo. El equipo millonario no tuvo reacción y el final que sólo los más optimistas hinchas piratas soñaron se cumplió. Para los hinchas de River todo es pesadilla.
Un desenlace trágico que tuvo años de capítulos oscuros
Ni la jerarquía ni la inmensa historia salvó a River de la inédita situación de tener que descender a la segunda categoría del fútbol argentino, del cual es el máximo ganador con 33 títulos.
Hace meses que River transitaba los oscuros caminos del abismo. Hace semanas luchaba por escaparle a ese hueco indeseable que es la Promoción. Hace siete días no la pudo evitar y se acercó peligrosamente a la cornisa. Pero hoy sus propias limitaciones lo terminaron empujando.
Esa sensación de incredulidad por ver al club de Núñez dirimir su permanencia ante Belgrano no tiene comparación con lo que ocurre por estas horas: parece una broma de mal gusto, pero River jugará en la segunda categoría por primera vez.
La mancha que ya había sufrido la institución de Núñez por haber jugado la Promoción y por haber visto el abismo desde muy cerca, no se reduce a los 180 minutos que jugó ante el conjunto cordobés: la crisis futbolística e institucional dañó muchísimo a la casa blanca del fútbol argentino. Y la terminó hundiendo.
La descapitalización del plantel profesional, una situación económica que vive todo el tiempo al borde de la angustia financiera y el desempeño de los dirigentes, los anteriores y los actuales, colocaron al club en el peor escenario.
La pesada herencia de la gestión Aguilar. La desazón deportiva de hoy llegó de la mano de un pésimo desempeño institucional que involucra a la gestión de José María Aguilar. Durante esos años, River fue el fiel exponente de cómo se necesitaba vender para disimular una mala administración y cómo crecieron la vinculación con grupos empresarios de dudosa procedencia (Pinas Zahavi, Kia Joorabchian, entre otros), además de una trágica vinculación con la barra brava de Los Borrachos del Tablón. En lo económico, después de ocho ejercicios con ¿superávit?, el último balance de Aguilar le dejó a Passarella un déficit superior a los 41 millones de pesos (41.014.658), más de 10 millones de dólares.
La floja cosecha de puntos. Además, las magras campañas fueron erosionando imperceptiblemente el prestigio de River. A medida que los millonarios veían desdibujar esa imagen de equipo ganador, que se imponía con su camiseta, sus rivales comenzaron a perderle el respeto dentro del campo. El último puesto en el Apertura 2008 marcó el inicio del peor ciclo en la historia del club. Tras ese humillante torneo, en el que apenas sumó 14 puntos, River entró en una racha negativa que desembocó en esta límite situación de tener que ganar por dos goles de diferencia para evitar descender de categoría por primera vez en su historia.
Desde los resultados de la auditoría interna al próximo entrenador y futuro plantel, River necesitará de una refundación de todas sus áreas. Como equipo de fútbol y como institución insignia del fútbol argentino. Su historia se lo demanda.
Las tres temporadas negras
APERTURA 2008 – Con Diego Simeone como DT, tras el título en el Clausura, River comenzó su debacle: sumó 14 puntos y terminó último.
CLAUSURA 2009 – El entrenador era Pipo Gorosito; finalizó 8º, con 27 unidades. En total, la temporada 2009/10 dejó una cosecha de 41 puntos, pero un puesto ya para preocupar: 15º
APERTURA 2009 – Rvier tuvo dos técnicos: Pipo y Leonardo Astrada. Finalizó 14º, con cinco victorias, seis empates y ocho caídas.
CLAUSURA 2010 – También se repartió el torneo entre dos DT: ASTRADA y Angel Cappa: sumaron 22 unidades (seis triunfos, cuatro empates y ¡nueve derrotas!). En la temporada 2009/2010 acumularon 43 puntos.
APERTURA 2010 – Continuó, pero finalizó Cappa. Y agarró JJ López. Los millonarios finalizaron cuartos, con 31 puntos y fuera de la Promoción
CLAUSURA 2011 – Jota Jota completó el torneo, en el que tuvo un buen inicio, pero fue condenado a jugar la Promoción, tras cosechar 25 puntos. La campaña 2010/2011 fue la mejor de las últimas tres, con 56 puntos, pero no alcanzó.
