“Miguel cuenta con una visión muy holística del departamento”
Luego de su título de Licenciada, Post graduada en Dirección de Empresas y Maestrante de MBA (Master of Business Administration), Jimena ha desarrollado una extensa trayectoria en el medio.
Compartiendo conocimientos con diferentes instituciones y asumiendo cargos a nivel público y privado, en lo local y regional, como ha sido la Docencia, la coordinación y la administración.
Actualmente se desempeña como Directora del Campus Salto de la Universidad Católica y su esposo Miguel, es candidato a la Intendencia de Salto.
De ésta manera, comenzamos dialogando:
¿De dónde es oriunda?
De Salto. Viví en Montevideo unos años mientras estudié la primera carrera, luego volví para formar una familia.
Mis hijos crecieron en Salto junto a sus abuelos.
¿Cómo recuerda su infancia?
En la calle Artigas a la altura del 300 donde vivimos toda la vida y cuando su circulación era a la inversa.
En una cuadra muy particular, llena de personajes interesantes y pintorescos como el «Sapito» González, almacenero del barrio, los Andión, los Cattaneo, los Iriarte, los Pigurina, los Bortagaray, el «Mariachi», un mexicano que era el zapatero de la zona. La Chita «Miranda» que era la costurera, quien controlaba todo por la ventana y mi padre la había apodado así. Los Ponce de León al frente, la familia del cura…
Pucholo, la Clínica Municipal, los de Cien Manzanas que pasaban… Plaza Treinta y Tres, la fuente con peces, las estatuas, el señor que sacaba fotos en Uruguay frente a la Farmacia con una tela negra… otra época.
En la esquina, en el edificio del Arq. Rodríguez Fosalba, estaban los Llama, los Zunini, los Caputto, los Villalba, los Gelpi, los Rodríguez Pratti, mis abuelos Pereira.
Nos conocíamos todos y con el colegio a una cuadra.
Mi hermano Ramiro y yo fuimos muy felices allí. Jugábamos descalzos en la vereda, corríamos hasta el Barrio Paso del Bote para juntarnos con otros amigos, los hijos de los Quevedo, los Meirelles.
Íbamos todos al Salesianos y esa etapa de mi vida fue determinante.
La mayoría eran varones en la cuadra, había que imponerse y «mandar» para así determinar a qué jugar.
¿Qué valores fueron inculcados en su familia?
Los valores de la mayoría de las familias de esa época. Del trabajo en primer lugar, de la honestidad en todas sus formas, de la vida de sacrificio para obtener las cosas, que nada era inmediato sino fruto de años de trabajo, estudio, etc.
La solidaridad, la responsabilidad. Había cultura del trabajo básicamente. La verdad, por dura que sea. Lo que ahora se llama transparencia.
¿Cuál fue su mayor anhelo mientras crecía?
Hoy, con el diario del lunes todo se ve más fácil pero no siempre fue así. Siempre fui una hija obediente…pienso que estudiar y formar una familia. Tener una profesión y valerme por mí misma. Tuve la gracia de viajar en la adolescencia, de estudiar afuera, eso abre la visión del mundo.
¿Cómo conoce a su esposo?
Un fin de semana que vine de Montevideo, donde estudiaba.
Se le rompió el auto, paré para ayudar, como dicen los árabes “está escrito”…era cinco años mayor, seguramente nos cruzamos en el colegio, nunca lo registré antes de ese momento.
Había que mirarnos en esa época, éramos muy distintos, como juntar agua con aceite. Yo vestida de Freaks, él pantalón pinzado y camisa, muy prolijo, muy normal.
¿Cómo vivió su determinación de ser político?
Sin mucha escucha de su parte. Con resignación y apoyo finalmente. Miguel siempre me apoyó en mis decisiones y yo tomé el mismo camino. Si es lo que quiere, que lo haga, “no hay mal que dure cien años ni cuerpo que lo resista”.
Es la manera que él cree que puede dar a la sociedad.
Primero lo hizo desde la militancia del gremio empresarial y ahora quiere hacerlo desde la política.
Yo nunca digo de esta agua no he de beber, por eso no puedo estar en contra.
Debo reconocer que cuando hace dos años recibió la llamada del Dr. Ernesto Talvi le dije: “ah bueno con Talvi, sí”.
¿Cómo es hoy su sentimiento al verlo candidato a Intendente?
Para nosotros no es el candidato, es el padre de mis hijos, mi esposo desde hace 26 años, al que llamo porque uno de los chicos tiene un problema y está a 500 km. Al que pido que traiga leche porque se terminó, al que pregunto si hoy tiene algo porque tenemos otro programa desde lo social, como cualquier familia.
No lo vemos así, sino como el “ser”.
Es que nuestra vida no pasa por conseguir un cargo político o escalar, nosotros no vivimos nunca de esto, además es reciente. Toda la vida trabajamos en otras áreas y lo seguimos haciendo.
¿Qué cree haber perdido y ganado con esa determinación?
En la vida o se gana o se aprende, no se pierde. Esto es un gran aprendizaje para él.
Para nosotros no tanto, porque no estamos en su piel.
Nuestros hijos están grandes, los tres son universitarios, es otra etapa, además tienen su propia visión de la realidad.
Fueron a un colegio que les desarrolló un espíritu crítico y la verdad, cada uno tiene su propio análisis de esa determinación.
En lo personal trabajo muchísimo, soy muy independiente y tengo una vida muy ocupada estudiando o trabajando, que hace que me sea leve esta decisión.
¿Cuáles son las condiciones que observa en él, para ser el gobernante de Salto?
Una visión muy holística del departamento, con amplitud y conocimiento de los diferentes rubros tanto en lo agropecuario, como en lo industrial, lo comercial. Un liderazgo de equipo de trabajo, competencias como: la escucha, la negociación, la innovación en su empresa.
Tiene experiencia de trabajo tanto en el campo como en la ciudad, ha trabajado con una empresa americana como fue Texaco, lo que da otras herramientas. Con ANCAP.
Ha participado de instancias como la 104º Asamblea de OIT desde el rol de los empresarios.
Y trabaja desde muy temprana edad, viene de una familia donde su abuelo vino del Líbano con una mano atrás y otra adelante. Son tres generaciones que si algo saben, es trabajar.
Un emprendedor, con una gran vocación de servicio. Una visión de la realidad como pocos, un razonamiento distinto, ni mejor ni peor, diferente.
Y lo apoyo, respetando su decisión de hacer política.
¿Cuál cree que es el rol de la esposa del Intendente?
No han tenido roles muy activos las esposas de los intendentes de Salto, es más, ni se han visto. No recuerdo más que las caras de las esposas, no las he escuchado hablar, salvo a alguna que por un tema generacional conozco de antes, no han tenido participación. Y respeto si fue por elección personal.
Creo que el rol debería ser el que la esposa quiera tener, el lugar que quiera ocupar, y el que el Intendente le permita.
Aún queda mucho camino por recorrer, depende de nosotras posicionarnos.
¿Le gustaría a usted contar con un rol social?
Yo vivo en un rol social. Mi vida ha sido muy rica socialmente.
Nací en una familia con mucha vida social. Desde acompañar a mi padre a la cantina y caravanas de River Plate, donde fue Presidente cuando River estuvo en la A, hasta ir con él a visitar a unos amigos presos en la Segunda.
Pasando por fiestas sociales muy relevantes, o por recibir a políticos en mi casa que terminaron siendo presidentes de la República como el Dr. Jorge Batlle, o Presidentes de Nacional F.C. como el Esc. Eduardo Ache, entre otros.
Si es por tener un rol social, vida social y experiencia social, fue una gracia en mi vida. Uno toma consciencia de grande de que en esa época éramos ricos de espíritu, mis padres nos heredaron eso a mi hermano y a mí. No sé si hoy en nuestro rol de padres, transmitimos tanto o sobreprotegemos.
En todos los trabajos que estuve, siempre fueron con un fin social, una visión muy humanista de la realidad. Y todos fueron por concurso, incluso a nivel nacional, no sé lo que es que te “den” un cargo. Ya sea político, por contactos o de otra índole.
¿Con qué disfruta hoy usted?
Viajando, mirando a la gente en otros países, de la gastronomía de los lugares, de la arquitectura, de cómo despiertan y se mueven las ciudades. Incluso me gusta volver después de años para ver cómo se han transformado.
Estudiando, reinventándome, meditando mi día. Mirando a Beltrán y JJ los hijos de mi hija. Llevándome a cuando mis hijos eran chicos, con mucha nostalgia.
¿Cómo se conforma su familia?
Mis padres fallecieron y hoy solo está mi hermano, que también formó una familia con Fer. Y Ele y Matilde, son mis sobrinas.
Mi esposo, mis tres hijos, Beltrán y JJ. Mi abuela materna, un tío y primos.
¿Por qué debe ser su esposo el próximo Intendente?
La gente va a elegir en las urnas, cada pueblo tiene el gobierno que se merece.
¿Un mensaje a la mujer de hoy?
Debemos complementarnos con los varones. No son nuestros enemigos, sino deben ser nuestros compañeros. Hay que posicionarse y empoderarse pero no desde la violencia, sino desde el amor.