Un incidente registrado en la mañana de ayer en la Cárcel Departamental de Salto cuando dos reclusos prendieron fuego un colchón que usaban para dormir, determinó un importante movimiento interno en la unidad carcelaria local, debido a que ante el hecho se disparó un estado de alerta previendo evitar mayores inconvenientes.
Asimismo, los funcionarios de esa dependencia debieron desalojar el celdario donde ocurrió el problema y si bien no hubo personas lesionadas, ni tampoco se causó con el fin de llevar a cabo reclamo alguno por parte de los protagonistas de este episodio, la policía puso en práctica un procedimiento por seguridad, para impedir males mayores.
Pese a que al final solo fue un llamado de atención por parte de unos reclusos que luego del movimiento causado, volvieron a sus celdas. Los bomberos concurrieron al lugar para prestar apoyó logístico.
MUCHA GENTE
Es que las medidas de seguridad se han tomado a rajatabla, ya que actualmente Salto tiene una cárcel con 239 reclusos, y la superpoblación se mantiene. La situación es cada vez más compleja y el número de presos va en aumento, sobre todo en el caso de las mujeres, que ayer ingresó a otra, por el mismo delito por el que se encuentran pagando condena la mayoría, la venta de drogas.
Actualmente son 26 las reclusas que conviven en el único pabellón destinado a ser celdario femenino. Con ellas hay 5 niños. En meses, la situación ha empeorado. “El desgaste que se produce en el lugar en el que están alojadas, por ser pequeño se nota cada día”, confiaron a este diario fuentes policiales.
Sin embargo, las autoridades no desconocen la situación y “confían” en que los “recursos estarán pronto” para apurar las obras de “la casona”, así le llaman a la futura cárcel de mujeres que está construyendo la Jefatura de Policía a pocos metros del principal punto de acceso a la cárcel departamental.
Se trata de una casa antigua que está sobre la calle Defensa y que pertenece a la Jefatura, cuyos fondos dan hacia la chacra policial, donde se encuentra actualmente el pabellón de presos de menor peligrosidad que realizan tareas en ese lugar.
Pero ayer al mediodía era una jornada normal, de rutina. Donde el calor se hace sentir en los diferentes pabellones, que entre encerrados y con hacinamiento la sensación térmica se hace sentir el doble que afuera. “Quizás haya habido algún motivo relacionado con el calor”, contestaron fuentes del lugar al ser consultadas por este diario sobre el porqué del incidente que determinó un operativo especial.
Sin embargo, nadie se hizo cargo de lo que estaba pasando y el hecho quedó por eso. El anuncio vino de inmediato, ya que el olor a quemado se hacía sentir cada vez con mayor fuerza.
Ocurrió en el pabellón Nº2, sobre la puerta de ese celdario que cuenta con unos 20 reclusos alojados, cuando su capacidad verdadera es para muchos menos. Allí dos reclusos tomaron un colchón de polifón y le prendieron fuego quemándolo hasta la mitad aproximadamente, ya que la guardia logró extinguir el foco inmediatamente.
La humareda había ganado el pasillo y los internos de los pabellones linderos aprovecharon la situación para solicitar salir al patio. La guardia tomó los recaudos y evacuó primero el celdario donde se había producido el incendio, luego los demás linderos y todos confluyeron por espacio de algunos minutos en el patio central interno de la cárcel.
Tras haber apagado el mismo, esperaron al cuerpo de Bomberos que la guardia ya había llamado para tener garantías de que el hecho no pasaba a mayores y la situación quedara controlada. Bomberos realizó una inspección en el lugar y al poco tiempo quedó todo listo.
Las autoridades carcelarias realizaron un recuento en el patio y luego los volvieron a ingresar a los pabellones. El humo todavía quedaba pero había mucha agua en el suelo que humedecía y refrescaba un poco el calor intenso que gana los estrechos pasillos de paredes resquebrajadas.
COMPLICADO
Según pudo saber EL PUEBLO “no hubo personas que resultaran lesionadas” de este hecho, dijeron fuentes policiales. Así como tampoco “hubo reclamo alguno por parte de los autores de la quema”, declararon extraoficialmente.
La policía considera que el caso pudo haber pasado para ganar unos minutos de patio, así como también pudo haber sido por el simple hecho de hacerlo.
La Cárcel se encuentra en momentos donde la superpoblación sigue desbordando la capacidad locativa, ya que cuentan con unos 239 reclusos. Entre los cuales hay 20 en el pabellón de chacra, algunos con prisión domiciliaria y unas 26 mujeres con 5 niños conviviendo en un mismo pabellón que ya no da a vasto. Y mientras la temperatura va en aumento por aproximarnos al verano, el hecho se hace sentir de otra manera en la cárcel local, que sigue siendo un lugar complejo al que las autoridades tratan de aguantar buscando al mismo tiempo una salida al asunto, para evitar más problemas de los que ya tienen.
