El Dr. Enrique Galbarini, representante de la Asociación de Abogados de Salto, expresó la firme oposición de múltiples gremiales profesionales al proyecto de ley presentado por el Poder Ejecutivo, destinado a «salvar» la crítica situación financiera de la Caja de Jubilaciones y Pensiones de Profesionales Universitarios.
La situación de la Caja Profesional no es nueva. Según el Dr. Galbarini, «es público y ya notorio que hace mucho tiempo la caja profesional viene en una situación crítica desde el punto de vista financiero». Esto motivó contactos con el Ministerio de Trabajo y Seguridad Social y con el entonces Presidente de la República, lo que derivó en el envío de un proyecto de ley durante la legislatura anterior, que no prosperó.
Este año, bajo el nuevo gobierno encabezado por el profesor Yamandú Orsi, se reactivó la iniciativa legislativa con una nueva propuesta actualmente en estudio parlamentario.
Un proyecto con múltiples objeciones
Las gremiales profesionales, tanto del interior como de la capital, han manifestado su oposición al nuevo proyecto por considerar que agrava el problema en lugar de solucionarlo.
“Es un proyecto notoriamente perjudicial para los afiliados”, expresó Galbarini, señalando que se propone un aumento significativo en los aportes mensuales, un nuevo impuesto a las pasividades, calificado como inconstitucional, y un aumento fuerte en el valor de los timbres profesionales.
Esta combinación de medidas, advierten, provocará un aumento en las declaraciones de «no ejercicio liberal de la profesión», reduciendo así el caudal de aportes y comprometiendo aún más el equilibrio financiero del sistema.
Efecto directo en los usuarios
Una de las preocupaciones clave es el impacto indirecto sobre los usuarios de servicios profesionales. «Los timbres los paga el cliente», recordó Galbarini, y un incremento repentino ,como pasar de $50 a $70, tendría consecuencias negativas tanto para profesionales como para quienes contratan sus servicios.
Por ello, las gremiales proponen que el ajuste de timbres se realice en forma gradual y alineado con el crecimiento del salario mínimo nacional.
Propuestas alternativas
Desde las gremiales, se plantea una batería de propuestas alternativas que buscan una solución estructural y sustentable. Entre ellas, destacan, Aumentos graduales en las tasas de aporte de los activos.Ampliación del número de categorías contributivas, pasando de 10 a 15, para hacer más progresivo el esfuerzo económico.Revisión del impuesto a pasivos, al que se oponen enfáticamente.Ajuste paulatino de timbres, sin aumentos abruptos.
Además, se exhorta al Estado a cumplir con el artículo 67 de la Constitución, que obliga a brindar asistencia a la seguridad social, recordando que la caja es una institución creada por ley.
¿Y si no hay salvataje?
Uno de los puntos que más preocupa es el anuncio de la propia Caja Profesional de que podría dejar de cumplir sus obligaciones financieras en junio de 2025, en caso de no concretarse una solución adecuada. Esto pondría en jaque a miles de pasivos y generaría incertidumbre entre los activos que han contribuido durante años.
«Estoy pagando algo que no sé si voy a llegar después a tener algún beneficio», señaló Galbarini.
¿Una integración al BPS?
En el marco de la reforma del sistema de seguridad social, han surgido algunas voces que plantean la posibilidad de que, ante una situación insostenible, la Caja Profesional sea absorbida por el Banco de Previsión Social (BPS). Aunque no es una alternativa oficial por el momento, no se descarta como una «última carta» si no se logra un salvataje adecuado.
“Perderán algunos beneficios, pero en definitiva van a tener una certeza de que a futuro van a tener una pasividad asegurada”, expresó el abogado.
El proyecto será tratado en el plenario de la Cámara de Diputados el próximo martes, y luego pasará al Senado. Según Galbarini, no estarían dadas las mayorías necesarias para su aprobación inmediata. Las gremiales profesionales han hecho llegar sus documentos a legisladores de todo el país, incluidos los representantes por Salto, quienes han mostrado receptividad.
“Nos da cierta tranquilidad de que por lo menos se trate con seriedad algo que realmente es una preocupación”, concluyó el abogado.