Al cumplir quince años Mariana Lucía Pérez Antúnez, sus padres Juan Eduardo y Marcela ofrecieron una hermosa y divertida fiesta en su honor, invitaron a familiares y amistades más allegadas, también compañeros de estudios con los cuales compartieron lindas horas de sociabilidad. El ingreso al salón fue delineado con fanales y un arco de globos de colores amarillo, lila y verde suaves, en el salón se veían telas y torzadas de globos demarcando el techo. En el recibidor se ubicó el atril con la foto destinada a recoger las firmas de cuantos la acompañaron en su noche de fiesta y la gigantografía.
Las mesas fueron cubiertas con manteles en armonía de colores, lucían al centro recipientes alargadas de vidrio con velas flotantes en forma de rosas. Ante la llegada de la quinceañera en una pantalla se pasaron fotos y videos recreando los momentos más importantes de su vida. Mariana realzó su juventud vistiendo modelo de baile interpretado el corset de raso blanco con flores bordadas con canutillos plateados, señalaba el talle faja de tul platinado drapeada, detalle de pequeños flecos de canutillos caían sobre la amplia falda vaporosa de tul, en el peinado lució tiara de strass en conjunto con los accesorios. Luego de saludar a sus padres, con su papá comenzó el vals dando por inaugurada la fiesta que se prolongó por varias horas en ambiente de mucha alegría y diversión. Al momento de cantarle el feliz cumpleaños y elevar las copas en el brindis tomó relevancia la mesa principal donde estaba la torta de cumpleaños, compuesta de tres pisos ubicados escalonados, decorados en fondant blanco y guarda de pequeñas flores amarillas y lilas enlazadas con guías y hojitas verdes, culminando con ramillete de iguales flores de azúcar. En un soporte en forma de corazón se ubicaron las quince velas del centro de la felicidad. Recibió la jovencita múltiples y finos obsequios, siendo estos otro motivo de alegría.
Al cumplir quince años Mariana Lucía Pérez Antúnez, sus padres Juan Eduardo y Marcela ofrecieron una hermosa y divertida fiesta en su honor, invitaron a familiares y amistades más allegadas, también compañeros de estudios con los cuales compartieron lindas horas de sociabilidad. El ingreso al salón fue delineado con fanales y un arco de globos de colores amarillo, lila y verde suaves, en el salón se veían telas y torzadas de globos demarcando el techo. En el recibidor se ubicó el atril con la foto destinada a recoger las firmas de cuantos la acompañaron en su noche de fiesta y la gigantografía.
Las mesas fueron cubiertas con manteles en armonía de colores, lucían al centro recipientes alargadas de vidrio con velas flotantes en forma de rosas. Ante la llegada de la quinceañera en una pantalla se pasaron fotos y videos recreando los momentos más importantes de su vida. Mariana realzó su juventud vistiendo modelo de baile interpretado el corset de raso blanco con flores bordadas con canutillos plateados, señalaba el talle faja de tul platinado drapeada, detalle de pequeños flecos de canutillos caían sobre la amplia falda vaporosa de tul, en el peinado lució tiara de strass en conjunto con los accesorios. Luego de saludar a sus padres, con su papá comenzó el vals dando por inaugurada la fiesta que se prolongó por varias horas en ambiente de mucha alegría y diversión. Al momento de cantarle el feliz cumpleaños y elevar las copas en el brindis tomó relevancia la mesa principal donde estaba la torta de cumpleaños, compuesta de tres pisos ubicados escalonados, decorados en fondant blanco y guarda de pequeñas flores amarillas y lilas enlazadas con guías y hojitas verdes, culminando con ramillete de iguales flores de azúcar. En un soporte en forma de corazón se ubicaron las quince velas del centro de la felicidad. Recibió la jovencita múltiples y finos obsequios, siendo estos otro motivo de alegría.
