El traspaso del Mercado Agroalimentario, actualmente en la última etapa de construcción desde la Intendencia de Montevideo a la órbita del gobierno nacional, es una medida confusa, que merece ser explicada debidamente, porque tal como se ha difundido se parece más a una usurpación que a una buena medida.
Más explicación, el nuevo Mercado Agroalimentario que sustituirá al Mercado Modelo, se está construyendo, tenemos entendido en la zona de los acceso a Montevideo, donde por otra parte se asienta todo un polo agroindustrial.
Se trata de un proyecto liderado por la Intendencia de Montevideo, que siempre ha estado regido por las medidas y ordenanzas emitidas desde la Intendencia capitalina. El traslado a su nueva ubicación ha requerido un proyecto que se estima en más de 90 millones de dólares. Proyecto para el cual fue necesario conseguir financiación y alinear detrás de él a la enorme mayoría de los productores, dado preferencia, según el ex intendente capitalino Daniel Martínez, a los más pequeños, que no estarían obligados a tener un puesto en forma permanente en el lugar, sino de arrendar por algunas semanas este lugar para ofrecer su producción.
Hasta aquí el proyecto, con mayor o menor acierto, es lo que se ha explicado. Ahora, mediante determinación comprendida en la Ley de Urgente Consideración (LUC), la soberanía sobre dicho mercado pasaría a ser responsabilidad del gobierno nacional. Se ha dicho que el objetivo es el de dar cabida a todos los productores (¿?), cosa que no está clara como tampoco está claro que pasa con la inversión y las obligaciones que han contraído, tanto la Intendencia capitalina, como otros inversores para llevar adelante el proyecto cuya planta física está a punto de concluirse.
Para nosotros falta información. Faltan detalles de este cambio para asumir tamaña determinación. Que sepamos, el mercado modelo siempre ha estado en jurisdicción de la Intendencia. Con sus errores y defectos, con sus aciertos y desaciertos, siempre ha sido así y si bien este argumento no justifica que siga en la actual situación, tampoco es cuestión de cambiar la misma por gusto y gana.
Nadie ignora que luego del gobierno nacional y sobre todo la presidencia de la República, el botín más preciado para cualquier partido político en el Uruguay es la comuna capitalina. Vale decir entonces que no admitimos que se cambie la situación, sin argumentos válidos que justifiquen tal decisión.
A.R.D.