Un guisito, fácil de preparar y con un resultado sorprendente ¡toda una delicia para nuestra familia!
Yo elegí carne de cerdo, particularmente los «cachetes», pero puedes reemplazar por la carne que más te guste o puedas conseguir. Un plato sencillo pero con una calidez que te sorprenderá.
Ingredientes (4 personas):
- 1/2kg de porotos blancos remojados y previamente precocidos(También puedes usar poroto enlatado)
- 4 cachetes de cerdo o la carne de tu preferencia
- 1 cebolla grande
- 1 morrón verde
- 1 tomate mediano
- 2 dientes de ajo
- aceite de oliva virgen extra / Puedes usar otro aceite, pero yo te recomiendo esta.
- sal y pimienta a gusto
- perejil
Elaboración:
Condimenta la carne y dórala en una sartén bien caliente durante 3-4 con un chorrito de aceite (4 cucharadas). Hazlo en tandas pequeñas para que los jugos de la carne no supere al aceite y termines hirviendo en lugar de dorando. Si la pieza de carne es muy grande, córtala en trozos no muy chicos, recuerda que la idea es que la carne se luzca. Una vez dorada toda la carne, la dejas a un lado y resérvala. ¡No laves ni cambies de sartén!


Ahora vamos por los vegetales. Pela el ajo y la cebolla. Corta los dientes de ajo en láminas y pica la cebolla en dados y agrégalos a la misma sartén que has utilizado para dorar la carne. ¡Los jugos de la cebolla despegará el fondo de la carne y todo su sabor! Corta el morrón en dados no muy chicos e incorpóralo a la sartén. Rehoga esos vegetales hasta que comiencen a dorarse un poco (8-10 minutos aproximadamente). Corta el tomate por la mitad, rállalo y agrégalo a la sartén. En caso de no contrar con tomates en casa, puedes reemplazarlo con 1/2 taza pulpa de tomate. Cocina todo conjuntamente durante 2-3 minutos.
En este momento agregaremos los porotos, ya cocidos, y la carne que habíamos reservado. Cubre con agua y condimenta a gusto. Tapa la cazuela y cocina todo a fuego suave durante 35 minutos. Remueve la cazuela de para que se vayan mezclando los ingredientes.
Importante: si usas porotos enlatados y precocidos, agrégalos al final, cuando la carne esté tierna y lista.