Con Adriana Píriz Ravelli
Cabo en Patrullaje de Alta Dedicación Operativa (PADO) – Enfermera-Maratonista
«La Policía femenina, es fuerte y tenaz, sin perder la ternura y la delicadeza que nos define como mujer»
En su recorrido diario y habitual, Adriana se siente feliz desempeñándose en PADO como Policía.
Lo hace desde los 26 años.
Al convocarla para la entrevista, se sintió dichosa de poder representar en este caso a sus compañeras, que como mujeres, también transitan nuestras calles junto a los compañeros Policías.
Conforma su currículum la profesión de Enfermera, la cual ha desempeñado en el Hospital de manera honoraria. Y en el año 2011 viajó al Congo como enfermera en una misión de Paz siendo Policía, donde residió durante siete meses.
Lleva con ella sin dudas, una vocación de servicio como meta.
Es además maratonista, llevándose el 3° premio en la última Bienal, está casada con Rodrigo Sánchez, ultra-maratonista y como privilegio tiene una hija de cinco años llamada Pilar.
Una historia por demás interesante para conocer de una mujer Policía:
¿Cómo es su carácter?
Soy un poco seria, normalmente no soy de la sonrisa fácil.
Mis compañeros me lo han hecho saber, pero a su vez, luego de que comienzan a tratarme, me dicen que soy muy simpática y agradable (sonríe).
¿Es tomado en cuenta a la hora de quedar seleccionada como Policía?
Creo firmemente que si. El carácter ha ayudado.
¿Cómo ingresa a la Policía?
Se realizó el llamado para la Escuela Policial, con un cupo para veinticinco personas y se presentaron cuatrocientas setenta.
Fuimos pasando pruebas hasta que quedamos seleccionadas ocho personas.
¿Cómo recibió la noticia?
Fue la emoción más grande.
Aparte de comenzar algo nuevo, me gustaba.
Contaba con el ejemplo de mi padre que era Policía y de mi hermano Marcelo Píriz, que actualmente es Comisario.
¿Cómo fue el comienzo de la actividad?
Me destinaron a la Sub Comisaría de Arapey, totalmente restaurada para que la habite una mujer, ya que nunca había sucedido antes.
Y… habíamos empezado las mujeres a ganar terreno en ese entonces. Eran pocas las que lo podían hacer. Haciendo 48 horas por 48.
¿Hubo situaciones difíciles de sobrellevar como Policía?
La más cuestionada me sucedió hace muy poco tiempo, ya integrando el PADO, cuando explotaron el cajero de TA-TA.
Es impotencia, mucha rabia y falta de entendimiento de mi parte para darme cuenta, ¿porque pasó, si nosotros habíamos transitado minutos antes por el lugar y estaba todo tranquilo? Tuvo que pasar cuando hicimos cuatro o cinco cuadras de allí por 19 de Abril.
Creo que nosotros terminamos de pasar y lo hicieron.
Nos queda esa bronca de pensar que los pudimos «agarrar». Pero a su vez, también pensamos que si ese enfrentamiento se daba, no se qué hubiese pasado. Porque sabemos que «ellos», no utilizan armas cortas.
Sabemos que estamos muy expuestos, que andamos con armas y que la calle está muy peligrosa.
Salimos y todos los días sabemos que podemos ir por un llamado para realizar una notificación en un domicilio y desconocemos cómo nos van a recibir.
Si el que está del otro lado de la puerta esta armado o no y puede tirar del gatillo.
Siempre tengo ésa precaución y recelo, esperando lo peor.
Porque el PADO es todo patrullaje en la calle. Tanto en moto como en el móvil.
¿Cómo ingresa al PADO?
Por medio de un llamado que hubo de todas las dependencias. Yo me encontraba trabajando en la mesa del CCU (Centro de comando Unificado). Donde se reciben las llamadas del 911, se derivan los móviles, con un arduo trabajo y una gran responsabilidad.
A mí siempre me gustó la calle, por la prevención y las ganas de ayudar. Aunque hay que estar muy alertas.
Mientras estaba en la mesa del CCU, oía la sirena, la rapidez con que había que actuar y me encantaba.
Me apasiona ser Policía. Y cuando me inscribo, quedé seleccionada porque ya conocían mi trabajo y mi forma de actuar. Era una referencia.
Aprovecho la oportunidad para agradecer públicamente a mis superiores, por haberme incorporado al PADO.
También a mi familia, abuelas y tías por ayudarme en el cuidado de Pilar en mis horas de trabajo y a mi esposo. Compañero incondicional, que me apoya y se suma en todo lo que emprendo, siempre tirando para adelante.
¿Cuántas personas conforman el PADO?
Somos cincuenta, en su gran mayoría personas jóvenes, e iguales en carácter. Porque es gente seria, responsable que le gusta mucho lo que hace.
¿Al llamado que se realizó para el PADO, podían ingresar solamente Policías?
Si, personas que ya tenían experiencia.
¿Que incluye trabajar en PADO?
Estar patrullando las ocho horas del turno en la calle.
En continuo movimiento. Como máximo, si andamos en moto, con un pequeño descanso de diez minutos para luego continuar el patrullaje en la zona asignada.
¿Cuál es el fin de la tarea?
Realizar observaciones de las diferentes personas que transitan en la zona, notificar a las que no conocemos.
Si observamos en actitud que a nosotros nos parece sospechosa o viendo algunas personas que las sabemos con antecedentes, los identificamos y preguntamos qué está haciendo en la zona. Situaciones de ese tipo.
¿Existe de parte de los superiores relatividad en cuanto a la decisión de los Policías que deben salir a patrullar?
No, no se toma en cuenta de que sean varones o mujeres en concreto. Lo que siempre tenemos es un compañero varón. Estamos todos capacitados por igual.
Pero nos acompañamos mucho, existe en todo el equipo del PADO un compañerismo excelente.
Nos sentimos cuidados y respaldados entre nosotros.
Todo el grupo tirando para el mismo lado. Si uno está cansado, el otro suele decirle: «vamos, dale, que ya falta poco». Y todos los compañeros, muy respetuosos.
¿Cómo fue ascendida a Cabo?
Antes de ingresar al PADO, con la nueva reestructura de la Ley Orgánica Policial siendo Agente de Primera, se quitó ese grado y directamente pasé a ser Cabo.
Y tengo el curso aprobado para ascender a Sargento.
¿Cuál es el horario que le está correspondiendo y el que más le gusta hacer?
Actualmente estoy haciendo horario nocturno, de 22 a 6.00 de la mañana. Y para mi los horarios son iguales, no tengo una preferencia por ello.
¿Han sufrido represalias luego de un procedimiento?
Particularmente yo no.
Podemos llegar a tener ése temor, pero no por eso, no vamos a proceder. Yo no he sentido miedo hasta ahora, aunque sé que estoy muy expuesta, nosotros estamos para defender a nuestra familia y a la sociedad.
¿Le temblaría el pulso para disparar, llegado el momento?
Hay que estar en la situación.
Pero hay momentos en que no queda otra solución.
Yo sé que tengo un arma y es para defenderme. A mí y a la sociedad.
Si una persona en un determinado momento, me apunta con un arma, seguro que a mí, no va a temblarme el pulso. Aunque no desconozco las consecuencias. Pero me siento muy segura.
¿Cómo es Adriana mujer, envuelta en su uniforme?
Soy una más.
Creo que aunque seamos mujeres Policías, la ternura y la delicadeza que predomina en nosotras, es la diferencia.
¿Cuáles son las características de la mujer Policía?
Es la de ser fuerte y tenaz, sin perder la ternura que nos define como mujer.
¿No se llega a perder la femineidad?
Para nada.
Hoy por ejemplo, estoy maquillada muy poco. No lo uso por practicidad, pero me lo permiten.
¿Cuáles son las exigencias de trabajo?
Llevar recogido el cabello, es fundamental.
No con una «colita», sino con un rodete, para nuestra seguridad.
Nos sugieren no usar anillos, así como cadena en el cuello, es preferible no usar accesorios con los que hay que tener cuidado de andar.
No porque no sea femenina, sino por complicaciones que pueden surgir con ellos.
¿Con que disfruta además de su trabajo?
De mi familia y de un deporte que es el de Maratonista, saliendo a entrenar todos los días.
La última competencia en la que participé, fue la Binacional de 21 Kilómetros, que se llevó a cabo en setiembre, obteniendo el 3° premio.
Me ayuda mucho no solo en lo físico, sino en lo mental.
También participo en el grupo de Mónica Falcioni Running, que me hace mucho bien.
Y entre mis planes, está realizar la maratón de 60 km Aceguá – Melo y la Competencia se llama: «El hombre de hierro».
Es el nombre de la competencia lo que me anima a hacerla.
¿Por qué no puede competir una mujer, ganarla y llamarse: La mujer de hierro?