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uego de que el proyecto de ley de Interrupción Voluntaria del Embarazo recibiera la aprobación de la Cámara de Senadores, los representantes de varias iglesias siguen en la prédica contraria a su contenido, considerando que el aborto no es la solución a nada. Desde la Iglesia Católica el obispo de la Diócesis de Salto, en diálogo con EL PUEBLO, calificó de mentirosos los argumentos a favor de la iniciativa, por la cual varios legisladores «se lavaron las manos y la conciencia diciendo que era el triunfo de la laicidad». Además entiende que con la legalización del aborto se instaura definitivamente otra forma de violencia y de muerte a las tantas ya existentes en la sociedad actual. Para el obispo este tipo de proyectos son inmorales desde el punto de vista ético y debería de superarse la burocracia estatal que enlentece las adopciones en el país.
LOS LEGISLADORES
SE LAVAN LAS MANOS
Y LA CONCIENCIA
Para monseñor Pablo Galimberti «los cristianos y todos aquellos que tienen una mirada desde los derechos humanos es evidente que en el tema del aborto hay una subjetividad que impide varias cosas, como una especie de ceguera.
«Algunos legisladores han expresado la opinión de que es el triunfo de la laicidad, citando el ejemplo del senador Gallo». Pero «esto es una mentira por la que quieren lavarse la conciencia diciendo que es un tema religioso, entonces ellos como no son religiosos no tienen que asumirlo. Y la prueba es que el Dr. Tabaré Vázquez, ex presidente de la República, interpuso un veto no por razones católicas o religiosas, sino por razones médicas, y apoyado en los convenios internacionales a los cuales a adherido nuestro país». Fue directo al grano al sugerir que los legisladores «no pueden lavarse las manos: esto es un crimen, es dar un arma, facilitar la destrucción de una vida, no hay diferencia cualitativa, es simplemente una cuestión de meses, es un asesinato. Por más que se utilicen muchos eufemismos».
SE INSTAURA LA
VIOLENCIA COMO
PARTE DE LA VIDA SOCIAL
El obispo indicó que «siempre en la vida hay conflictos de derechos. Está el derecho del vendedor y el del consumidor, el del fabricante y del usuario, del que duerme y descansa y de quienes quieren festejar un triunfo de su equipo a las 3 de la mañana». La pregunta que se hace es: ¿Cómo se concilian los derechos? Esto es el arte de la política, pero lo ilógico es decir le damos el arma a una mujer para que se libere de este intruso, de esta molestia». Formula otra pregunta: «El otro que está adentro ¿Qué es? Porque de él no se habla, y esa es la otra mentira. Creo que todos los derechos humanos quedan lesionados y se instaura la violencia como parte de la vida social: la violencia contra los pequeños, la intrauterina, a la mujer, al hombre que embaraza a una mujer. Todos somos parte de esa violencia que se legaliza.
LEYES INMORALES
DESDE EL PUNTO
DE VISTA ÉTICO
Son leyes, pero inmorales desde el punto de vista ético, sigue diciéndonos el prelado. «No tienen la ética que debe cuidar la salud, la vida. La ética médica. Se borra el principio de Hipócrates y varios más. Es una mala señal para la sociedad». Respecto de la actitud que tuvieron algunos legisladores que no acompañaron la iniciativa pero al momento de votar dejaron su banca dando el espacio para que el suplente vote a favor, Galimberti calificó dicha conducta como de «cobardía».
EL FETO ES SUJETO
DE DERECHO, NO UN
TEJIDO HUMANO
Ante la consulta de si la Iglesia Católica se considera la abanderada en contra de la iniciativa, el obispo manifestó que «hay otras iglesias implicadas y gente que no adhiere a ninguna religión». Recordó que «los participantes del Pacto de San José de Costa Rica no estaban en una reunión de obispos o pastores de iglesias, sino que eran legisladores delegados de los países, y ellos reconocieron el derecho del feto dentro de la madre desde la concepción. El feto es un sujeto de derecho. No es un tejido humano. Hay un ADN ya constituido y después de unas semanas es un sujeto que siente, que palpita. La biología ha hecho avances extraordinarios. Acá se plantea como un derecho de la mujer y por más que los legisladores a favor de la iniciativa hayan manifestado que no están a favor del aborto, considera Galimberti que «con ese criterio ¿por qué no se mata al niño de un año, un poquito más o menos, por que se ve o no? Biológicamente es lo mismo, porque al año tampoco va a defenderse y hablar.
SUPERAR BUROCRACIA PARA ADOPTAR
Consultado sobre los dichos que expresan que se recogen ciertos derechos de la mujer, Galimberti entiende que «es un derecho a tener un embarazo deseado, querido. Pero toda la sociedad tiene que hacer lo necesario, debe procurar cuidarla y no abandonarla. Empezando por el machismo que a veces abandona a la mujer en la soledad. Por eso deben fomentarse mecanismos de adopción y superar esta burocracia lenta y complicada que encuentran muchos de los que hoy quiere adoptar. Se ha hecho complicado adoptar. Se cuestiona porque todo tiene que tener el sello del Estado y porque no se confía más en las instituciones de la sociedad civil.
SEÑALES DE MUERTE
Y VIOLENCIA
Para Galimberti esta ley condena a la mujer cuando queda embarazada. «Si bien la maternidad no es lo único, es un don que le ha dado la naturaleza y Dios a la mujer. Esa riqueza, cualidad y capacidad de maternidad, que es un potencial enorme desde el punto de vista educativo, se troncha, favoreciendo que la mujer se desligue, se separe de ese instinto profundo. Por eso la bloqueada y la frustrada es también la maternidad de todos los uruguayos que podrían encargar algún hijo más si se la alienta». Finalizó expresando que estas iniciativas «son señales de muerte y violencia a las muchas que ya tenemos».
Luego de que el proyecto de ley de Interrupción Voluntaria del Embarazo recibiera la aprobación de la Cámara de Senadores, los representantes de varias iglesias siguen en la prédica contraria a su contenido, considerando que el aborto no es la solución a nada. Desde la Iglesia Católica el obispo de la Diócesis de Salto, en diálogo con EL PUEBLO, calificó de mentirosos los argumentos a favor de la iniciativa, por la cual varios legisladores «se lavaron las manos y la conciencia diciendo que era el triunfo de la laicidad». Además entiende que con la legalización del aborto se instaura definitivamente otra forma de violencia y de muerte a las tantas ya existentes en la sociedad actual. Para el obispo este tipo de proyectos son inmorales desde el punto de vista ético y debería de superarse la burocracia estatal que enlentece las adopciones en el país.
LOS LEGISLADORES
SE LAVAN LAS MANOS
Y LA CONCIENCIA
Para monseñor Pablo Galimberti «los cristianos y todos aquellos que tienen una mirada desde los derechos humanos es evidente que en el tema del aborto hay una subjetividad que impide varias cosas, como una especie de ceguera.
«Algunos legisladores han expresado la opinión de que es el triunfo de la laicidad, citando el ejemplo del senador Gallo». Pero «esto es una mentira por la que quieren lavarse la conciencia diciendo que es un tema religioso, entonces ellos como no son religiosos no tienen que asumirlo. Y la prueba es que el Dr. Tabaré Vázquez, ex presidente de la República, interpuso un veto no por razones católicas o religiosas, sino por razones médicas, y apoyado en los convenios internacionales a los cuales a adherido nuestro país». Fue directo al grano al sugerir que los legisladores «no pueden lavarse las manos: esto es un crimen, es dar un arma, facilitar la destrucción de una vida, no hay diferencia cualitativa, es simplemente una cuestión de meses, es un asesinato. Por más que se utilicen muchos eufemismos».
SE INSTAURA LA
VIOLENCIA COMO
PARTE DE LA VIDA SOCIAL
El obispo indicó que «siempre en la vida hay conflictos de derechos. Está el derecho del vendedor y el del consumidor, el del fabricante y del usuario, del que duerme y descansa y de quienes quieren festejar un triunfo de su equipo a las 3 de la mañana». La pregunta que se hace es: ¿Cómo se concilian los derechos? Esto es el arte de la política, pero lo ilógico es decir le damos el arma a una mujer para que se libere de este intruso, de esta molestia». Formula otra pregunta: «El otro que está adentro ¿Qué es? Porque de él no se habla, y esa es la otra mentira. Creo que todos los derechos humanos quedan lesionados y se instaura la violencia como parte de la vida social: la violencia contra los pequeños, la intrauterina, a la mujer, al hombre que embaraza a una mujer. Todos somos parte de esa violencia que se legaliza.
LEYES INMORALES
DESDE EL PUNTO
DE VISTA ÉTICO
Son leyes, pero inmorales desde el punto de vista ético, sigue diciéndonos el prelado. «No tienen la ética que debe cuidar la salud, la vida. La ética médica. Se borra el principio de Hipócrates y varios más. Es una mala señal para la sociedad». Respecto de la actitud que tuvieron algunos legisladores que no acompañaron la iniciativa pero al momento de votar dejaron su banca dando el espacio para que el suplente vote a favor, Galimberti calificó dicha conducta como de «cobardía».
EL FETO ES SUJETO
DE DERECHO, NO UN
TEJIDO HUMANO
Ante la consulta de si la Iglesia Católica se considera la abanderada en contra de la iniciativa, el obispo manifestó que «hay otras iglesias implicadas y gente que no adhiere a ninguna religión». Recordó que «los participantes del Pacto de San José de Costa Rica no estaban en una reunión de obispos o pastores de iglesias, sino que eran legisladores delegados de los países, y ellos reconocieron el derecho del feto dentro de la madre desde la concepción. El feto es un sujeto de derecho. No es un tejido humano. Hay un ADN ya constituido y después de unas semanas es un sujeto que siente, que palpita. La biología ha hecho avances extraordinarios. Acá se plantea como un derecho de la mujer y por más que los legisladores a favor de la iniciativa hayan manifestado que no están a favor del aborto, considera Galimberti que «con ese criterio ¿por qué no se mata al niño de un año, un poquito más o menos, por que se ve o no? Biológicamente es lo mismo, porque al año tampoco va a defenderse y hablar.
SUPERAR BUROCRACIA PARA ADOPTAR
Consultado sobre los dichos que expresan que se recogen ciertos derechos de la mujer, Galimberti entiende que «es un derecho a tener un embarazo deseado, querido. Pero toda la sociedad tiene que hacer lo necesario, debe procurar cuidarla y no abandonarla. Empezando por el machismo que a veces abandona a la mujer en la soledad. Por eso deben fomentarse mecanismos de adopción y superar esta burocracia lenta y complicada que encuentran muchos de los que hoy quiere adoptar. Se ha hecho complicado adoptar. Se cuestiona porque todo tiene que tener el sello del Estado y porque no se confía más en las instituciones de la sociedad civil.
SEÑALES DE MUERTE
Y VIOLENCIA
Para Galimberti esta ley condena a la mujer cuando queda embarazada. «Si bien la maternidad no es lo único, es un don que le ha dado la naturaleza y Dios a la mujer. Esa riqueza, cualidad y capacidad de maternidad, que es un potencial enorme desde el punto de vista educativo, se troncha, favoreciendo que la mujer se desligue, se separe de ese instinto profundo. Por eso la bloqueada y la frustrada es también la maternidad de todos los uruguayos que podrían encargar algún hijo más si se la alienta». Finalizó expresando que estas iniciativas «son señales de muerte y violencia a las muchas que ya tenemos».
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