Intendencia endurece la postura: “Acá lo que importa es la vida”
La creciente problemática de las «picadas» de motos en Salto, una práctica que se extendió por avenidas y la Costanera Norte cobró una nueva dimensión tras la intervención de la Intendencia y la Policía. El flamante director de Movilidad Urbana, Alberto Subí, articuló un rápido operativo en la zona norte de la ciudad que impidió la realización de una de estas competencias clandestinas, logrando incautar cuatro motos e imposibilitando que se concretara el evento.
Coordinación interinstitucional y resultados inmediatos
Subí relató que la acción fue el resultado de una coordinación rápida con el jefe de Policía, en el marco de la búsqueda de restablecer los lazos con la fuerza policial que se vieron debilitados en la administración anterior.
Comentó que recibió un video de una picada en curso, lo que precipitó la intervención. «Fue todo medio a la carrera«, expresó, al tiempo que destacó el rol del equipo de la Intendencia y del Cuerpo Inspectivo en la rápida respuesta. El operativo derivó en la incautación de tres motos con caño de escape modificado y una sin chapa matrícula. Pese a la fuga de otros tres conductores, el director valoró la efectividad de la sorpresa en el operativo.
Un problema recurrente y sus consecuencias
Las «picadas» de motos, lamentablemente, son una problemática recurrente en Salto, con competencias clandestinas que se desarrollan en avenidas y en la Costanera Norte, generando serios riesgos para la seguridad vial y provocando siniestros que muchas veces involucran a terceros.
En este sentido, la declaración de Subí, «Acá lo que importa es la vida», resuena con fuerza, distanciándose de una visión meramente sancionatoria.
A propósito de esta problemática, el diputado Gustavo Zubía en diálogo con El Pueblo semanas atrás, anunció la presentación de un proyecto de ley para endurecer las penas contra los participantes de picadas, incluyendo la incautación de vehículos y penas de cárcel.
Más allá de la multa: educación y concientización
Subí enfatizó que la administración no persigue un fin pecuniario, no le interesa recaudar, sino «educar». Reconoció que la tarea puede parecer utópica, pero sostuvo que el objetivo principal es reeducar a los conductores y generar conciencia sobre los riesgos.
Recordó los daños irreparables que un siniestro vial puede causar, no solo al conductor, sino a su familia. Subrayó la importancia de corregir conductas para evitar tragedias, más allá de la sanción económica. La meta indicó, es que la enseñanza se replique, que los padres transmitan a sus hijos la importancia del comportamiento correcto al volante.
Un enfoque en la prevención y la seguridad vial
La nueva administración, en sintonía con la visión expresada por Subí, buscará un equilibrio entre el control y la educación. Si bien se reconoce la necesidad de operativos sorpresivos para disuadir las «picadas» y otras infracciones graves, el énfasis estará puesto en la concientización.
La búsqueda de lugares alternativos para las «picadas» por parte de los infractores es una realidad y la Intendencia se plantea el desafío de abordar el problema desde una perspectiva integral, que incluya la represión, pero también, la prevención y la reeducación para preservar la vida de los salteños.