La realidad del fútbol uruguayo se abraza a las complejidades, cuando se trata de trascender a nivel de equipos en las copas internacionales. Este tiempo de Nacional y Peñarol, se asocia a la realidad de las últimas décadas. Hay que tener en cuenta que Peñarol fue Campeón de la Copa Libertadores en 1987 y Nacional al año siguiente.
Fue lo último en materia de gloria, y después todo se fue limitando al fútbol doméstico. En el caso de Peñarol, supo en 1987 incluir a un salteño: José Batlle Perdomo. En Nacional, sobre finales de aquella década, tres presencias «naranjeras»: Sergio Gustavo Olivera, José Enrique García y Wilson Núñez.En tanto, no faltan quienes se convierten en analistas de esta situación que socava a los equipos uruguayos. La postergación casi inexorable. En los últimos días, LEONARDO RAMOS, exfutbolista y DT de varios equipos, aportó una cuota de reflexión que desde EL PUEBLO es del caso compartirla. Como para que las generaciones entiendan, que en el fútbol, nada es casual….y sí consecuencia.**********
«Hace tres años dije que es difícil que los equipos uruguayos tengan influencia en las copas, más allá del dinero, en el fútbol local hemos bajado un peldaño».«Los equipos grandes salieron campeones en una época distinta, pero el hincha siempre va a querer llegar más lejos en las copas».«En nuestra época lo único que tenías para ver era fútbol, conocíamos a todos los jugadores, hoy le preguntas a los jugadores y no saben ni a quién se enfrentan».«Hasta en cosas ínfimas como cuando nos miran desde afuera, por ejemplo, ven un partido del fútbol uruguayo y nos preguntan si son de primera división, te muestra la televisión detrás de un arco y ves tres arbustos, hay que cuidar esas cosas.»
