Santiago de Chile, 12 jun (EFE).- Natalia Compagnon, nuera de la presidente chilena, Michelle Bachelet, imputada por el llamado «caso Caval», reconoció hoy que su situación ha impactado al Gobierno y de paso a su suegra que ha sufrido un fuerte descenso en los niveles de popularidad. «Indiscutiblemente el caso Caval impacta al Gobierno. Al yo tener una relación personal con la presidente está claro que se va a tratar de involucrarla, como lo han hecho algunos con mentiras», sostuvo Compagnon en declaraciones al diario La Tercera. Afirmó que si no estuviera vinculada con Bachelet «el bulling habría sido mucho menos. Creo que se ha manipulado mucho políticamente este caso. Fue un negocio entre privados. Y fue un negocio como cualquier otro», enfatizó. «Yo le pedí perdón públicamente, porque se vio afectada en un tema que no tenía que estar involucrada. Esto es un tema judicial entre privado, y por hacerle daño a ella ha sido más mediático que otras causas», agregó Compagnon, dueña del 50 % de la empresa Caval. Desmintió que su situación familiar, en particular con la mandataria se haya deteriorado. «Somos una familia. Ella es mi suegra, la mamá de mi marido, la abuela de mis niños, y lo que pase fuera de la puerta de la casa es otra cosa, pero para nosotros lo primordial es la familia. Siempre hemos sabido separar los roles», aseveró. Dijo que es mentira que no pueda ver a sus nietos y que haya un quiebre de ella con su hijo. «Nada de eso es cierto. No pasan de ser inventos de gente malintencionada que quiere sacar réditos de la manipulación de las relaciones personales». También negó que alguna vez haya utilizado su vínculo con la jefa de Estado para hacer negocios. Compagnon, que en los últimos 14 meses ha dedicado parte importante de su rutina diaria a su defensa y que en ese tiempo enfrentó el quiebre con su otrora socio en la cuestionada empresa, Mauricio Valero, aseguró que la gran víctima del caso Caval ha sido su esposo Sebastián Dávalos, hijo mayor de la mandataria. «Hoy todo el mundo lo ve como el peor de los peores y él no ha hecho nada. Como mucha otra gente que trabajó en Caval o en otras empresas cuestionadas, los que se tienen que hacer cargo (de las acusaciones) son los dueños o representantes legales de la empresa y no sus trabajadores», subrayó. Tras reconocer que no tienen trabajo debido a que se la han cerrado todas las puertas y que actualmente vive de los ahorros, de liquidar algunas cosas y que se han visto obligados a endeudarse, Compagnon aseguró que desde hace meses evita la exposición pública. «No salgo a la calle. Comencé a aislarme. No voy al supermercado, no salgo a restaurantes, no puedo ir a un parque tranquila con los niños», afirmó la nuera de Bachelet, quien agregó que en dos oportunidades ha sido agredida en la vía pública. Compagnon está siendo investigada por presunto tráfico de influencias y uso de información privilegiada en relación con un millonario negocio inmobiliario de Caval. La firma compró unos terrenos que poco después vendió con una utilidad de unos cuatro millones de dólares, operación que financió con un crédito que personalmente les otorgó Andrónico Luksic, uno de los dueños del Banco de Chile. Con el paso de los meses, el caso Caval se ha convertido en una intrincada trama en la que, además de los dueños de la empresa, están implicados funcionarios de la municipalidad de Machalí, gestores inmobiliarios, abogados y el síndico de quiebras Herman Chadwick. De hecho, el pasado 29 de enero, Compagnon, fue imputada por el caso, que se suma a una seguidilla de escándalos de corrupción en la política y el empresariado que han afectado al país en el último año. La decisión adoptada por el magistrado Luis Barría, incluye presentarse mensualmente a firmar en una comisaría, no comunicarse con los otros doce imputados por este caso, excepto con su socio de la empresa Caval, Mauricio Valero y no puede abandonar el país.
