Ferro Carril 4 – Deportivo Artigas 2
Es cierto que no alcanzó la dimensión del Ferro Carril que pretende Ramón Rivas. Es cierto que no reveló facha seductora. Que no alcanzó a generar la complacencia generalizada. Pero al cabo, la sensación que Ferro en los minutos claves, es el que puede ser. Como ayer frente a Deportivo Artigas. Porque más allá de las dudas que se plantearon, cuando en los 22′ del segundo tiempo, Martín Suárez llegó al empate decidiendo por el medio, después de una pelota que resignó Camy con el fondo de Ferro a contramano, cuando la descarga se produjo, en los minutos finales, fue quiso más. Por eso concluyó ganando. En el penal que cuestionó Deportivo (la infracción contra Di Nápoli afuera o dentro del área?), la derecha de Albano para colgarla con arte. Más después, locura de contragolpe por Rodrigo Quiroga. Por derecha. Y al medio, para que llegase Vera. Aún pegándole con imperfección, por el extraño efecto, la pelota se arrinconó como pidiendo permiso. El 4 a 2.
LA PARADOJA DEL FÚTBOL
Cuándo un trámite se repite y pasa a ser un vaivén?. Cuando un equipo ejerce dominio total, como ese Ferro del primer tiempo. La pelota. El imperio en el trámite. Propietario de la iniciativa. Por los 24′, de García a Vera. De Vera a Sebastián y el tacuaremboense manda de cabeza: expresión letal. El 1 a 0. Cuatro minutos después, el «Loli» Quiroga mata en la carrera larga. Llega, toca con pretensión de gol y el rechazo por Nicolás Reina. En los 30′ el turno de Vera. Al fin de cuentas, Ferro para prolongarse en esa tentativa de búsqueda, hasta sitiarlo a Deportivo Artigas. Y qué fue Deportivo, sino dos líneas de cuatro y dos puntas, en este caso, Nicolás Machado y Eugenio Galeano, solitarios aventureros?. Cómo no llegar entonces, frente a la madeja de Ferro, para hilar una y otra vez?. Entonces, cuando llega el empate de Deportivo Artigas a los 45′, con el tiro libre a rastrón, la interrogante caló la tarde: mal articulada la barrera?. Qué lógica de espacio disponible para que esa pelota se mandara sobre el poste izquierdo de Diego?.
Al fin de cuentas, la paradoja del fútbol. Ferro pudo alcanzar dos o tres goles de distancia y terminó el primer tiempo, con el 1 a 1. Al cabo, el cachetazo de la sin razón.
LA MANIA DE PERSISTIR
Por los 8′ de la recta final, cuando el remate de Quiroga se devuelve en el palo. El «Loli» fue el de mayor estatura táctica y técnica, sobre todo porque lo rigió el principio de la continuidad. De la influencia misma. La inclusión de Barboza en Deportivo Artigas y el mismo Jesús de la amenaza con Diego Burgos evitando en los 12′. La convicción de Deportivo: la espera. Por eso a Ferro le costó. Cómo fabricarle espacios a un equipo que más piensa tanto en el arco propio, que en el de enfrente??. En los 16′ cuando Ferro le reclama al sol, aunque más no sea un tenue rayito. Como ese centro de Vera y el «Ruso» Malinovsky clavándola arriba frentazo mediante.
Mientras brotaba el convencimiento de Ferro a la hora de persistir. Con la salida por zurda en la escala incluida de Fiordelmondo y ya con dos piezas generosamente utilitarias: Quiroga-Vera. La pelota que malogra Camy en los 22′. Esa misma pelota que descubre Martín Suárez. El hueco disponible y el 2 a 2. El segundo capítulo de la paradoja. Cómo si Deportivo Artigas viviese de la paradoja misma!. Hasta el reencuentro con la esencia del último desnivel. De la persistencia que lo obligó y lo potenció. De su querer, a pesar de los pesares. Con el «Chango» Albano primero. Con Vera después. Con el 4 a 2 consumado. Acaso sin la pilcha más seductora, pero ganando. Hasta por eso de sentirse que es Ferro. El mismo Ferro…. que lo sigue siendo.
ELEAZAR JOSÉ SILVA
