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Nadie es tan pobre que no pueda dar, ni tan rico que no pueda recibir

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Un Día para Dar  es un movimiento mundial, creado con la finalidad de incentivar a las personas a generar buenas acciones y colaborar con causas sociales, desde cualquier parte del mundo.

Pueden participar personas, familias, instituciones públicas y empresas, organizaciones sociales, fundaciones, escuelas y universidades los 365 días del año. Es preciso registrarse en la página oficial e indicar cuál es el proyecto con el que estiman sumarse a esta noble y desinteresada causa.

La creación del Giving Tuesday Día para Dar surgió en el año 2012 por iniciativa de la ONG 92Y Street, con sede en Nueva York (Estados Unidos). Es una organización sin fines de lucro que se ha dedicado durante más de un siglo a las obras sociales y la difusión de proyectos solidarios, contando con el apoyo de la Fundación de las Naciones Unidas.

Este movimiento se creó como una alternativa opuesta a la celebración de algunos días festivos que se celebran en Estados Unidos y en varias partes del mundo, como lo son el Black Friday y el Cyber Monday. Con ello se pretende agrupar a miles de personas y organizaciones para colaborar en acciones solidarias.


Opinan los salteños y coinciden en que “todos tenemos algo para dar”

¿Qué tiene cada uno de nosotros para dar? ¿Qué sería bueno que la gente dé por el solo hecho de aportar algo a los demás? Estas fueron algunas de las consultas con que EL PUEBLO salió una vez más a las calles de Salto a conversar con personas elegidas al azar. En general (casi en su totalidad) las personas consultadas desconocían la fecha 3 de diciembre como Día de Dar.

Aquí algunas respuestas:

-Ángel, 44 años:

“Mirá, hace poco escuché, no recuerdo a quién, que decía que lo más importante que habría que dar en el mundo de hoy es tiempo…¿Viste que todos andamos corriendo y no tenemos tiempo para nada? Bueno…en realidad tiempo hay, el tiempo existe, no despareció el tiempo por arte de magia (risas)…Lo que hay que hacer, me parece, es organizarnos, en el trabajo, en la casa, y poder tener tiempo para dar a los demás, para compartir. Y después, me parece que es importante que cada uno pueda dar lo que esté a su alcance, lo que sea, por mínimo que sea, siempre para otro creo que va a ser importante…”.

-Ana Paula (25 años):

“La empatía es algo que uno da, que uno ofrece. En mi opinión es algo que debería fomentarse mucho más desde que somos niños, yo como madre de un niño chico, veo que en la escuela pasa mucho que a los niños les cuesta ponerse en el lugar del otro, comprenderse entre ellos, por eso hay violencia y odas esas cosas que no son buenas…”.

-José Alberto (75 años):

“Qué difícil responder eso…Pero va por dos caminos eso que usted pregunta. Está lo material y lo otro, que le podemos decir afectivo, ¿no? Yo veo que hoy la gente tiene mucha necesidad en las dos cosas que le digo. Pero ¿sabe cuál es el problema? Que la gente que más tiene es la que menos da, yo lo veo así y perdón si ofendo, pero yo veo gente muy pudiente económicamente que ni de casualidad le va a largar un peso para colaborar con esto o aquello (risas)…En cambio gente que tiene poco, da más. Y en lo otro, en lo sentimental, no me animo a decirle si pasa lo mismo, porque me parece que ahí todos tenemos algo para dar…”.

-Catalina (56 años):

“Plantas..A mí me gusta regalar plantas y recibir plantas como regalo. Porque no es la planta en sí digamos, es vida que uno está dando, intercambiando”.

-Luis (84 años):

“Hay mucho egoísmo en este mundo. Es triste pero es así. Nadie le va a dar nada. Hay mucho egoísmo, ¿o estoy equivocado?”

-Lilián (61 años):

“Todos tenemos algo para dar…Algunos plata, otros amistad, otros ayuda en lo que sea para el que precisa…Si no hubiera tantos intereses personales en todo, si cada uno se abriera más a brindar cosas a los demás, todo sería mejor. Si usted es peluquero, ¿le cuesta mucho colaborar con algún corte a alguien que precise? Me parece que no. Si usted tiene una panadería, ¿le cuesta tanto dar un pan por día a alguien que tenga hambre? Me parece que no. O sea, para mí, cada uno en lo que hace puede ayudar”. 

-Fernando (55 años):

“Yo soy un convencido que el que quiere dar o brindar algo a los demás, puede hacerlo, y no precisa que haya un día para eso, ni una causa fija digamos. Fijate que cuando se hacen colectas para algo, la gente colabora, y ahí decimos que los salteños somos solidarios y todo eso, bueno, ¿por qué no lo hacemos siempre con lo que cada uno pueda? ¿Por qué en un lugar de trabajo no se hace un fondo para cuando surja algo y se necesite? Pero digo siempre, no cuando ocurre la emergencia. Y eso no pasa porque no tenemos la costumbre de dar, te repito, creo que lo hacemos cuando estamos apretados por una situación concreta, pero no, no lo hacemos”.

-Ma. del Carmen (68 años):

“Muchas cosas tenemos para dar, todos tenemos; no hay nadie que no tenga nada para dar, el que diga que no tiene nada, miente.Y hay gente que lo dice. Capaz no se da cuenta que se puede dar tiempo para charlar con alguien y eso hace mucho bien, que se puede dar amabilidad, respeto, simpatía, tantas cosas…Y no son cosas pequeñas, parecen pequeñas sí,  porque siempre pensamos en lo material y pensamos en grande, pero eso que te digo, y otras tantas cosas, son muy importantes también y hacen falta”.


Dr. Carlos Ambrosoni: “es muy importante y oportuno esto de “dar” y en el caso de la donación de sangre, imprescindible”

La donación de sangre en Uruguay es un acto solidario y fundamental para salvar vidas. En el país, el sistema de salud promueve la donación voluntaria, altruista y habitual como pilar para garantizar el abastecimiento en hospitales y centros médicos. Según el Ministerio de Salud Pública, se necesita que al menos el 3% de la población done regularmente para cubrir la demanda nacional.

En Salto, quien desee domar sangre puede dirigirse al Hospital Regional Salto o a Eritrom (Rivera 1233), “ y concurrir con 4 horas de ayuno, en el Hospital de lunes a viernes de 6 y 30 a 9 y de 16 a 17 y 30”, explicó en diálogo con EL PUEBLO el Dr. Carlos Ambrosoni, quienes desde hace ya varios años se desempeña en esta área de la salud.

Es muy importante y oportuno esto de “dar”, ya que “es siempre insuficiente la cantidad de donantes necesarios”

Sostiene Ambrosoni que “es muy importante y oportuno esto de “dar” y en el caso de la donación de sangre imprescindible, ya que no hay otra forma de tratar a los pacientes si no es con la donación de sangre y sus componentes, es la donación altruista, solidaria y fraternal para con el prójimo”.

Explicó seguidamente que “nosotros en el ámbito público y mutual hace más de treinta años que diariamente trabajamos en esta área de la salud y es siempre insuficiente la cantidad de donantes necesarios, así que todo lo que sea para sensibilizar a la población es bienvenido”.

Por otra parte, dijo que “la mayoría de los donantes son por reposición de los pacientes transfundidos” y que “es importante aumentar el número de donantes voluntarios, ya que es la sangre más segura”. 

En este sentido agregó: “un donante proporciona componentes para cuatro tipos de tratamientos, con glóbulos rojos, plaquetas, plasma y factores de la coagulación para los diferentes grupos sanguíneos, la única forma es con la donación de sangre. Por lo tanto todo lo que sea para promocionar esta forma de “dar” es bienvenido”.

Lugo a modo de información que el profesional consideró relevante, agregó que “se puede donar dos veces por año y no tiene ningún inconveniente para las personas sanas de ambos sexos, entre 18 y 65 años de edad ,que en pocos minutos realiza la donación”.

DONACIÓN DE SANGRE EN URUGUAY

La donación de sangre en Uruguay es un acto solidario y fundamental para salvar vidas. En el país, el sistema de salud promueve la donación voluntaria, altruista y habitual como pilar para garantizar el abastecimiento en hospitales y centros médicos. Según el Ministerio de Salud Pública, se necesita que al menos el 3% de la población done regularmente para cubrir la demanda nacional.

La sangre donada es esencial en situaciones de emergencias, cirugías, tratamientos oncológicos y enfermedades crónicas. Además, el proceso es seguro, rápido y está supervisado por profesionales. Cada donación puede salvar hasta tres vidas, ya que la sangre se separa en componentes como glóbulos rojos, plaquetas y plasma.

En nuestro país, campañas como el Día Nacional del Donante Voluntario buscan concienciar sobre la importancia de este acto y aumentar la participación. Donar sangre no solo ayuda a quienes lo necesitan, sino que también refuerza valores de solidaridad y comunidad.

¿Y A NIVEL MUNDIAL CÓMO ESTAMOS?

Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), las transfusiones de sangre son esenciales para tratar diversas condiciones médicas, incluidas emergencias, cirugías, partos complicados, anemia severa y enfermedades como el cáncer.

Cada año se recolectan aproximadamente 118 millones de unidades de sangre a nivel mundial, pero la distribución de los donantes no es equitativa. Más del 40% de estas donaciones provienen de países de ingresos altos, que representan solo una pequeña proporción de la población mundial. En contraste, los países de ingresos bajos y medios enfrentan grandes desafíos para garantizar un suministro de sangre seguro y suficiente.

La OMS destaca que las donaciones voluntarias no remuneradas son la forma más segura y sostenible de mantener los bancos de sangre abastecidos. Sin embargo, en muchos países, el estigma, la falta de información y el miedo a la donación dificultan este proceso.

¿Por qué donar sangre?

-Salva vidas: Una sola donación puede beneficiar a tres pacientes diferentes.

-Fomenta la solidaridad: Contribuye al bienestar de tu comunidad y refuerza los sistemas de salud.

-Es seguro y sencillo: Los procedimientos de donación están diseñados para proteger tanto al donante como al receptor.


“Asociación de Voluntarios al Servicio de la Comunidad de Salto” y su desinteresado aporte por el bien común

Poco a poco, la Asociación de Voluntarios al Servicio de la Comunidad de Salto ha ido ganando cada vez más espacio en nuestro medio. Ha ido obteniendo reconocimiento gracias a los aportes que, como su nombre lo indica, voluntariamente brinda a la sociedad en pos de su mejoramiento.

En especial, se dedica a fomentar cursos, capacitación en aquellas áreas que, en definitiva, pueden terminar siendo claves para salvar vidas. A modo de ejemplo, los cursos de reanimación. 

Sostienen que desfibriladores (así como personas que sepan cómo actuar en momentos claves) debe ser lo normal con que cuenten todos aquellos espacios a los que asiste público masivamente: grandes superficies comerciales, eventos de todo tipo, etc. Y de hecho, han logrado obtener algunos de estos instrumentos, así como también han logrado capacitar a muchísima gente.

Fundada en 2010, esta asociación se ha convertido en un grupo de personas dispuestas a brindar su conocimiento con el único fin de salvar vidas. Bajo la tutela del instructor certificado Leonardo Hernández, formado por prestigiosas instituciones internacionales como Aider (ONG canadiense) y Aces (Asociación para Capacitación en Emergencia y Socorro), estos voluntarios se preparan para enfrentar cualquier emergencia y brindar desinteresadamente sus conocimientos a la comunidad.

Más de 5.000 personas capacitadas

Desde el año 2016 a la fecha, cuenta con más de 5.000 personas que han sido capacitadas en la ciudad de Salto y alrededores mediante actividades organizadas por su impulso. Dentro de las certificaciones internacionales que brindan las diferentes capacitaciones, se encuentra la de Aider, que es de Canadá, y Aces, que es de Latinoamérica.

El actual presidente de esta Asociación es Miguel Moreira, quien dijo a EL PUEBLO que “nuestra asociación brinda a toda la sociedad capacitaciones sin costo alguno. Imparte cursos en instituciones educativas, deportivas y de salud, llegando a cada rincón de la comunidad”.

Mario Álvez, un participante de estas instancias de formación, contó que “yo he participado del curso de RCP (reanimación cardiopulmonar) por considerar la importancia de estar capacitado ante emergencias que se dan generalmente en el hogar y en la actividad de cada uno. A veces trabajamos con público, viajamos mucho, hemos visto muchos accidentes, y consideramos estar capacitados como una necesidad, ya que los primeros minutos son decisivos”.

Pero todo esto no sería posible, dicen los miembros de este grupo, sin los equipos de entrenamiento adecuados; de ahí el pedido de ayuda a la población, con un voto en la jornada de hoy. Lo que se pretende es “poder adquirir más recursos, para capacitar a más personas, para salvar más vidas”.

Renzo Rippa, otro participante, dijo que llegó a la Asociación porque vio una publicación en Facebook: “siempre me interesaron temas como reanimación, RCP y DEA (desfibrilador externo automático), porque cuando era chico tuve una experiencia personal en la que me salvaron la vida tras quedar electrocutado”.

Es fundamental, dice Miguel Moreira cada vez que tiene la posibilidad de hacerlo, que “el apoyo y colaboración de la gente para seguir dictando estos cursos; son cursos muy importantes para toda la sociedad”. 

Otras acciones

Por otra parte, este grupo de voluntarios, suele colaborar con otras acciones que surgen incluso de forma inesperada. Por mencionar solamente una, cabe recordar que cuando en abril del año pasado se realizó un amplio rastrillaje en gran parte de la zona norte de la ciudad en busca de rastros que pudieran dar con el joven Gonzalo Barboza Ssnández (oriundo de Pueblo Palomas, desaparecido desde el 28 de noviembre de 2022), integrantes de esta Asociación participaron activamente. Lo hicieron con caminatas pero además, entre otras cosas, con el aporte de su sistema de drones.


El Obispado brindó un ámbito llamado Espacio Escucha, para que las personas “puedan transitar el dolor de una manera más saludable”

Escuchar a otros es fundamental desde el punto de vista de la psicología, ya que fortalece las relaciones interpersonales, fomenta la empatía y reduce los malentendidos. La escucha activa permite captar no solo las palabras, sino también las emociones y necesidades subyacentes, creando un espacio seguro donde las personas se sienten valoradas y comprendidas. Además, escuchar contribuye al bienestar emocional, tanto del que habla como del que escucha, ya que promueve la conexión, la confianza y el apoyo mutuo, elementos clave para la salud mental.

Es de alguna manera en este marco, que en el correr del año 2024 ha funcionado en el Obispado en forma honoraria, un espacio de acompañamiento a personas que necesitaban ser escuchadas, contenidas, acompañadas y que económicamente no podían sostener un proceso terapéutico. A este espacio se ha denominado “Espacio Escucha”.

Sobre él habló EL PUEBLO con quien estuvo al frente, la Licenciada en Psicología María Cristina Beltramelli. Comentó la profesional que “Espacio Escucha nace de la experiencia de conmovernos frente al sufrimiento ajeno, de la convicción de que el contacto humano, la escucha y la empatía pueden transformar nuestra vida para mejor”.

“Creo -prosiguió- que aunque la escucha no cambie la situación externa en la que se encuentran las personas, puede colaborar a que encuentre sus recursos interiores y la fuerza para enfrentar la misma situación de manera renovada”.

Al consultarle sobre cuáles serían más puntualmente los objetivos fundamentales de esta iniciativa, dijo que “el objetivo de este espacio fue justamente ese: estar disponible, escuchar desde la empatía y sin juzgar. Dado los tiempos tan complejos en que vivimos, muchas personas lo necesitan y muchas veces no encuentran con quién hablar sobre lo que les pasa”. Respecto a las situaciones que se han presentado, señaló que “han sido, en general, situaciones críticas en las que las personas, mujeres en la mayoría de los casos, no podían resolver solas. Acudieron en busca de ayuda psicológica, ayuda en la resolución de conflictos interpersonales, ayuda material y en la medida de lo posible se le ha proporcionado”.

Como reflexión personal tras este año de trabajo, dijo llevarse  “la gratificación de poder aportar un granito de arena en la vida de mis semejantes, de “ayudar a ayudarse”, de que puedan transitar el dolor de una manera más saludable”.

LA “ESCUCHA ACTIVA” (O “ESCUCHA EMP´TICA”) Y SUS BENEFICIOS

Escuchar a alguien a veces no es suficiente, y es ahí de donde nace el término escucha activa o escucha empática. Es una habilidad de comunicación que impulsa a escuchar mucho más que simples palabras, entendiendo la razón del mensaje que nos están diciendo.

Para lograr la construcción de relaciones sólidas, que te permitan conocer en profundidad a tus amigos, familiares o compañeros de trabajo, es indispensable tomar un rol activo en el proceso de comunicación. Además, lograrás que la persona con la que estés hablando se sienta escuchada y valorada.

Algunos de sus principales beneficios son:

  • Desarrollo exitoso de los vínculos. 
  • Mejora en la confianza y la comunicación. 
  • Resolución de problemas. 
  • Conexión profunda con otras personas. 
  • Implementación de la empatía en la vida cotidiana.
  • Además de formar mejores vínculos con otros, estos beneficios de la escucha activa te permitirán crecer como persona, aumentando tu confianza y autoestima.

PRÁCTICAS PARA DESARROLLAR LA “ESCUCHA ACTIVA”

Estar en el momento presente; prestar atención a las señales no verbales; mantener el contacto visual; hacer preguntas abiertas; reflejar lo que la otra persona quiere decir; practicar la paciencia; apartar el juicio.


nuestra alegría y satisfacción es ver la alegría de niños y abuelos cuando reciben lo que la gente da como donación

Familia Fleitas

En el barrio Ceibal, vive la familia Fleitas, una familia que desde hace unos años se ha trazado como meta “ayudar a los más necesitados”. Es así que están permanentemente en busca de donaciones (ropa, calzado, etc.) para luego entregar a quienes necesitan. Incluso, han puesto en práctica algunas veces la idea de instalarse en determinadas esquinas de diferentes barrios, para que las personas se acerquen a ellos y tomen lo que deseen.

Esta semana, EL PUEBLO (que en otras ocasiones ya había entrevistado a integrantes de la familia) volvió a comunicarse con ellos, y a modo de presentación dijo Delfino:

“Yo soy Delfino Fleitas y mi esposa Yaquelin Bueno. Soy jubilado policial. Nosotros comenzamos a ayudar en el año 2020, en plena pandemia, ayudamos con panes que nos daban las panaderías y recorrimos los barrios llevando comidas y ropas. Salíamos en la noche a recorrer la ciudad y a los chicos que dormían en la calle los ayudábamos. Luego muchas familias y algunos medios de prensa nos ayudaron a llevar adelante esas obras de ayudar a quien lo necesita y hasta el día de hoy seguimos firmes ayudando…Somos una pareja; y la verdad que nuestra alegría y satisfacción es ver la alegría de niños y abuelos cuando reciben lo que la gente da como donación. Hemos dado ropas, alimentos, hasta electrodomésticos que las familias solidarias de la ciudad sumaron…”.

Pero su acción no se limita solamente a entregar cosas materiales sino que “también salimos a cortar el pelo a personas indigentes, los bañamos, afeitamos y se les pone ropas. Recorrimos toda la ciudad en distintos barrios, ayudando, porque sabemos y entendemos que el amor es lo más valioso que podemos dejar cuando nos toque partir de aquí, nada llevaremos pero sí quedaremos ante la ciudad como los que ayudaban al necesitado”.

CUMPLIENDO UN MANDATO SUPERIOR

En el año 2021, EL PUEBLO entrevistó a Delfino Fleitas, quien ahora tenía a mano y a buen resguardo aquella nota. De ella extraemos estas palabras suyas:

“Yo tuve un AVC hace unos diez años más o menos, y entonces cuando Jefatura de Policía había preparado ya el sepelio mío incluso, tuve un encuentro con el Señor en el CTI, donde pedí nuevamente una oportunidad para vivir y ayudar a la gente. Recuerdo que el doctor Pablito Gaudín (Dr. Pablo Gaudín Camacho), ya fallecido, y después mi familia también, entró a despedirse de mí. Como digo, ya Jefatura había organizado el sepelio…pero me he salvado. Quedé con una hemiplejia parcial. Al salir de esa hemiplejia parcial me dediqué de lleno a las iglesias, fui a varias iglesias donde hice escuela de líderes y luego me recibí de Pastor…He visitado distintas iglesias y he ido a predicar también a la Argentina. Pero últimamente me he apartado de las iglesias…”.

“Yo veo que hay mucha gente que anda en las calles, indigentes, que necesitan de la colaboración de todos. Entonces prefiero ver los indigentes y ayudarlos yo, y es lo que hago. Muchos nos dicen que no van a la iglesia porque se les cobra… Yo al menos no comparto la idea de cobrar absolutamente nada, porque uno busca a Dios con amor, y por amor. Si uno va a un hospital los doctores están allí para atender a todos, y para curar. Entonces algunos me dicen que por el diezmo y esas cosas prefieren no ir. Los ayudo con ropa, comida, pero también los baño, les corto el pelo…A eso lo hago acá en casa, pido colaboración de los vecinos, casi todos acá en la cuadra y alrededores me ayudan a ayudar…”.

“Son gente que se encuentra en la calle, donde sea, a cualquier persona indigente yo ayudo, lo traigo para mi casa, lo bañamos, lo alimentamos, lo vestimos, le hablamos del valor que tiene la vida… Aquí en el barrio sí hay muchos, fíjate que allá (señala hacia el lado de Ferreira Aldunate, donde cruza la vía) debajo de aquel puentecito y al lado de los eucaliptos esos hay unos cuantos que vienen a dormir, ahora más tarde si Dios quiere ya les preparo un poco de comida y les llevo, y algunos abrigos…”.

“Con colaboraciones, de vecinos, de mis tíos, todos me ayudan a cumplir mi sueño, eso que le prometí a Dios. Además estoy cobrando la jubilación de Jefatura y con eso me sustento, y sobre todo Dios me ayuda. El sueño es ayudar a mi prójimo…”.

“Esto es todos los días y son muchas personas. Es mucha gente, a veces tenemos solo un descanso para tomar unos mates acá con los vecinos y estar un ratito conversando, siempre animándolos a que sigan adelante, porque muchas personas hoy en día necesitan principalmente que se les dé un estímulo para que ellos puedan salir adelante, porque muchas veces son como rechazados por la sociedad, hay mucha discriminación. Muchas veces hemos encontrado gente caída en la calle y los hemos levantado”.

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