Este lunes que pasó, cuando el calendario y el clima nos recordaban que el otoño llegaba, se iba Tomás de Mattos. El gran escritor, nacido en Montevideo el 14 de octubre de 1947 (al que muchos consideraron tacuaremboense porque creció, se formó y hasta murió en Tacuarembó) falleció este lunes 21 de marzo, a los 68 años de edad.
El impacto de “¡Bernabé, Bernabé!”
“Cuando en 1988 apareció ¡Bernabé, Bernabé! –la novela en la que Tomás de Mattos da cuenta del exterminio de los charrúas a través de una serie de voces que incluyen testigos y observadores- tanto el público como la opinión de la 
crítica coincidieron en considerarla una obra mayor. La novela vendió miles de ejemplares, provocó polémicas en la prensa y en el Parlamento, y, lo que es más importante, puso sobre el tapete un episodio que había estado oculto en el imaginario uruguayo y que mucho tiene que ver con nuestra existencia como nación. Pero no había empezado allí la carrera de De Mattos. Antes había publicado tres libros de cuentos (Libros y perros, La gran sequía y Trapas de barro) que ya lo mostraban –particularmente este último- como un narrador muy dueño de su oficio, con una notable capacidad para dotar de espesor simbólico el relato realista y crear estructuras narrativas complejas…”. Con estas palabras, más que certeras, inicia Rosario Peyrou el prólogo al libro de Tomás de Mattos que editó Banda Oriental hace tres años (recopilación de cuentos de sus distintos libros) como Tomo Nº 2 de la Colección “Obras maestras del cuento uruguayo”.
Reconocimientos
Abogado de profesión; es recordado por sus años como Director de la Biblioteca Nacional, para la que tuvo grandes ideas pero pocas se concretaron, especialmente por la burocracia que signa a este país. Narrador nato, cuentista y novelista, obtuvo Tomás de Mattos algunos de los mayores reconocimientos que puede obtener un escritor, tanto dentro como fuera del Uruguay: Premio del Ministerio de Educación y Cultura por “¡Bernabé, Bernabé!” en 1988; en 1998 por “A la sombra del paraíso” y en 2000 por la versión ampliada y actualizada de “¡Bernabé, Bernabé!”; Premio Bartolomé Hidalgo y Premio Blanes, en 1989; Premio Fraternidad (otorgado por la B’ Nai B’ Rith del Uruguay) en 1990; Premio Morosoli en 1997. En el exterior ha sido incluido en antologías publicadas en Francia, Alemania, España y Estados Unidos, entre otros países.
Recuerdos personales
A Tomás de Mattos lo conocí personalmente en el año 2001, cuando llegó a nuestra ciudad para dar una conferencia en el salón de la planta alta del Club Salto Uruguay, en el marco de un Congreso de Didáctica de la Literatura. Fue una charla amena donde, no sé por qué, de los recuerdos más claros que tengo fue su insistencia con el problema de las faltas de ortografía que tenía en la niñez y el “trauma” que le causaba que sus maestras se las corrigiesen con tinta roja. A partir de allí empecé a conocer sus obras. Me atrapó “¡Bernabé, Bernabé!”, pero si tuviera que elegir uno de entre sus libros, me quedo con “Trampas de barro”, sin dudarlo. Volví a verlo en el año 2006, cuando otra vez llegó a Salto a brindar una conferencia, pero esta vez fue en el Mercado 18 de Julio, en una Feria del Libro: habló sobe su obra y sobre la realidad de la Biblioteca Nacional. Una anécdota: en esta última ocasión (creo que fue su última visita a Salto), en medio de su conferencia pidió disculpas para atender su teléfono celular; mientras hablaba, su rostro indicaba que nada bueno había ocurrido; cortó y dijo: “disculpen, pero era mi hijo para avisarme que me están robando en casa (en Montevideo)…”. Y la conferencia continuó.
Bibliografía
LIBROS DE CUENTOS: Libros y perros (1975), La gran sequía (1984) y Trapas de barro (1983). NOVELAS: “¡Bernabé, Bernabé!” (1988 y 2000), “La fragata de las máscaras” (1996), “A la sombra del paraíso” (1998), “Ni Dios permita” (2001), “Cielo de Bagdad” (2001), “La Puerta de la Misericordia” (2002), “El hombre de marzo” (Sobre la vida de José Pedro Varela. Volumen I –La búsqueda-, 2010; Volumen II –El encuentro-, 2013).
Estrázulas y
De Mattos
En este mes de marzo, con menos de dos semanas de diferencia, fallecieron dos de los más importantes referentes de nuestra literatura nacional en las últimas décadas: Enrique Estrázulas (el martes 8) y Tomás de Mattos (el lunes 21). De la misma generación (cinco años mayor Estrázulas), ambos lograron consolidar una obra literaria con valores suficientes para perdurar en el tiempo. Leerlos, o releerlos, e intentar su permanente revalorización, será de aquí en más nuestro compromiso como país.
