Lamentablemente, el soldado uruguayo Rodolfo Álvarez, de 39 años, falleció ayer sábado en la República Democrática del Congo mientras participaba en una misión de paz de las Naciones Unidas. El incidente ocurrió en la provincia de Kivu Norte, donde el grupo rebelde M23 ha intensificado sus operaciones militares, provocando enfrentamientos que resultaron en la muerte de Álvarez y heridas a otros cuatro soldados uruguayos: el sargento Adrián Fernández, el soldado Franco Olivera, el soldado Elder Píriz y el cabo Roque Francia. Los heridos están recibiendo atención médica.
El Ejército Nacional informó que el Batallón «Uruguay IV» continúa trabajando ininterrumpidamente para cumplir con el mandato de las Naciones Unidas y garantizar la evacuación de personal civil y militar no indispensable de la ciudad de Goma. Se han implementado medidas para mejorar la seguridad de los efectivos, quienes operan en condiciones adversas.
Diversas figuras políticas uruguayas expresaron sus condolencias. El presidente electo, Yamandú Orsi, manifestó en su cuenta de X: «Abrazo y solidaridad para la familia y los seres queridos del soldado Rodolfo Álvarez, fallecido en cumplimiento en la Misión de Paz en el Congo. Y mucha fortaleza para la familia de los soldados heridos y para todo el contingente del Ejército Nacional destacado en la misión».
La vicepresidenta Beatriz Argimón también lamentó la pérdida y expresó sus condolencias a la familia del soldado fallecido, además de mantenerse atenta al estado de salud de los heridos.
El exministro de Defensa Nacional, Javier García, expresó su «dolor inmenso» por el fallecimiento y deseó una pronta recuperación a los soldados heridos.
La designada ministra de Defensa para el próximo período, Sandra Lazo, manifestó «profundo dolor» por los hechos y extendió su pésame y solidaridad a la familia del soldado fallecido, así como fortaleza para las familias de los heridos y demás integrantes del contingente.
Este trágico suceso resalta los riesgos que enfrentan los efectivos uruguayos desplegados en misiones de paz en zonas de conflicto. La comunidad uruguaya se une en solidaridad con las familias afectadas y espera la pronta recuperación de los heridos.
SITUACIÓN POLÍTICA
La República Democrática del Congo (RDC) enfrenta una situación política y de seguridad sumamente compleja y volátil. Recientemente, el grupo armado M23, con apoyo del ejército ruandés, ha lanzado una ofensiva significativa en el este del país, llegando hasta las inmediaciones de Goma, la capital de la provincia de Kivu del Norte, con la intención declarada de tomar la ciudad. Esta escalada de violencia ha provocado el desplazamiento de más de 250.000 personas en la última semana, elevando el total de desplazados en la región a 400.000. El presidente congoleño, Félix Tshisekedi, ha convocado una reunión urgente del consejo de defensa para abordar la crisis. El secretario general de la ONU, António Guterres, ha advertido sobre el riesgo de una guerra regional.
Además del conflicto con el M23, la región oriental de la RDC sufre ataques de otros grupos armados, como las Fuerzas Democráticas Aliadas (ADF), vinculadas al Estado Islámico. Recientemente, la ADF perpetró una masacre en la ciudad de Muhangi, Kivu del Norte, donde más de 30 civiles fueron asesinados. Entre junio y noviembre de 2024, se registraron más de 650 asesinatos atribuidos a este grupo.
Estos conflictos se enmarcan en décadas de inestabilidad en la RDC, alimentadas por tensiones étnicas, rivalidades políticas, corrupción y la lucha por el control de recursos naturales valiosos. La situación humanitaria es crítica, con casi 7 millones de personas desplazadas internamente y 25,4 millones que requieren asistencia humanitaria.
El presidente Félix Tshisekedi fue reelegido en diciembre de 2023 con el 73% de los votos, según resultados oficiales. Sin embargo, la oposición ha rechazado estos resultados y ha solicitado la repetición de las elecciones. A pesar de los desafíos, Tshisekedi ha logrado consolidar su poder, formando un nuevo gobierno sin la participación de los partidarios del expresidente Joseph Kabila.
La comunidad internacional ha intentado mediar en el conflicto, pero las respuestas han sido en gran medida incoherentes e insuficientes para detener la escalada de violencia. La situación en la RDC sigue siendo crítica, con una combinación de crisis políticas, de seguridad y humanitarias que requieren atención y acción urgentes.
PRESENCIA DE LOS CASCOS AZULES
La presencia de los cascos azules de la ONU en la República Democrática del Congo (RDC) se lleva a cabo a través de la Misión de Estabilización de las Naciones Unidas en la República Democrática del Congo (MONUSCO). Esta misión es una de las más grandes y costosas de la ONU, y ha estado activa desde 1999, inicialmente como MONUC, y rebautizada como MONUSCO en 2010.
Objetivos de MONUSCO: Protección de civiles: Proteger a la población civil frente a las amenazas de los grupos armados, especialmente en las regiones orientales. Apoyo al proceso de paz: Respaldar la implementación de acuerdos de paz y la estabilización del país. Desarme y reintegración: Ayudar a desarmar y reintegrar a los combatientes de los grupos armados. Asistencia humanitaria: Facilitar el acceso humanitario y proteger a las organizaciones que trabajan en terreno.
Actualidad de MONUSCO: Desafíos en el este del país: La misión se centra principalmente en las regiones de Kivu del Norte, Kivu del Sur e Ituri, donde operan grupos armados como el M23, las Fuerzas Democráticas Aliadas (ADF) y otros.
Críticas a su efectividad: MONUSCO ha sido fuertemente criticada por su incapacidad para proteger a los civiles de manera efectiva frente a los ataques de los grupos armados. Muchas comunidades locales han expresado su descontento mediante protestas, incluso exigiendo la retirada de la misión.
Reducción progresiva: La ONU ha comenzado a reducir la presencia de MONUSCO, respondiendo a las críticas y a las demandas del gobierno congoleño. Se planea una retirada gradual, aunque las condiciones de seguridad actuales han retrasado este proceso.
Colaboración con el ejército congoleño: MONUSCO trabaja junto con las Fuerzas Armadas de la RDC (FARDC) para intentar contener a los grupos armados, aunque esta cooperación también enfrenta desafíos debido a la corrupción y la falta de recursos en las FARDC.
Número de efectivos: MONUSCO cuenta con aproximadamente 17,000 efectivos, incluyendo soldados, policías y personal civil. La misión incluye contingentes de varios países, con un enfoque en fuerzas de paz, ingeniería y logística.
Futuro de la misión: El futuro de MONUSCO sigue siendo incierto debido a la presión política y social en la RDC, combinada con la persistencia de la violencia en las regiones orientales. Aunque la ONU está comprometida con apoyar la estabilidad, su retirada depende de la mejora de las condiciones de seguridad y la capacidad del gobierno congoleño para gestionar la situación por sí mismo.
URUGUAYOS EN EL MUNDO
Uruguay ha mantenido una destacada participación en las operaciones de mantenimiento de la paz de las Naciones Unidas desde 1992, contribuyendo con personal militar y policial en diversas misiones alrededor del mundo. Actualmente, el país aporta aproximadamente 900 efectivos a estas operaciones.
Una de las misiones más significativas es la Misión de Estabilización de las Naciones Unidas en la República Democrática del Congo (MONUSCO), donde Uruguay ha desplegado contingentes desde 2001. En el este de la República Democrática del Congo se encuentra un batallón de cascos azules uruguayos.
Además de su presencia en el Congo, Uruguay ha contribuido en otras misiones de paz, incluyendo:
- Altos del Golán (UNDOF): Uruguay mantiene efectivos en esta misión, que supervisa el acuerdo de separación entre Israel y Siria.
- Líbano (UNIFIL): Participación en la Fuerza Provisional de las Naciones Unidas en el Líbano, que monitorea el cese de hostilidades en la región.
La participación de Uruguay en estas misiones refleja su compromiso con la paz y la seguridad internacionales, aportando una proporción significativa de efectivos en comparación con otros países de la región.
Es importante destacar que la labor de los cascos azules uruguayos conlleva riesgos considerables. Recientemente, un soldado uruguayo perdió la vida y otros cuatro resultaron heridos en un enfrentamiento con rebeldes del M23 en la República Democrática del Congo.
A pesar de estos desafíos, Uruguay continúa comprometido con las operaciones de mantenimiento de la paz de la ONU, contribuyendo a la estabilidad y seguridad en diversas regiones del mundo.
¿De qué le sirve a Uruguay la participación en las misiones de paz?
La participación de Uruguay en las misiones de paz de la ONU tiene varios beneficios estratégicos, diplomáticos, militares y económicos para el país. Entre ellos destacan:
Prestigio Internacional y Diplomacia: Uruguay es reconocido como un país comprometido con la paz y la cooperación internacional, consolidando su reputación como un actor confiable en el escenario global. Participar en estas misiones fortalece su relación con las Naciones Unidas y con otros países, ampliando su influencia diplomática, especialmente en foros multilaterales.
Capacitación y Profesionalización Militar: Las misiones permiten a las Fuerzas Armadas uruguayas operar en contextos internacionales y adquirir experiencia en logística, manejo de crisis, operaciones tácticas y cooperación multilateral. Los militares reciben entrenamiento de alto nivel, lo que mejora su capacidad profesional y refuerza la calidad de las Fuerzas Armadas del país.
Beneficios Económicos: Los contingentes desplegados reciben compensaciones económicas por parte de la ONU. Parte de estos fondos se destina al mantenimiento y modernización de las Fuerzas Armadas uruguayas. Además, el personal militar recibe pagos adicionales por su servicio en misiones, lo que representa un incentivo para los efectivos involucrados.
Compromiso Ético y Humanitario: Uruguay, como país pequeño, encuentra en las misiones de paz una forma de contribuir significativamente a la estabilidad y seguridad internacionales, alineándose con principios éticos y humanitarios. Este compromiso se relaciona con su tradición de promover el respeto a los derechos humanos y la solución pacífica de conflictos.
Oportunidades para la Defensa Nacional: La participación en estas misiones ayuda a mantener activas a las Fuerzas Armadas en tiempos de paz, evitando su inactividad y permitiendo que adquieran experiencia en escenarios reales. También permite a Uruguay justificar la existencia de sus fuerzas militares ante debates internos sobre su necesidad en un país sin conflictos bélicos.
Vinculación Regional: Uruguay ha liderado iniciativas conjuntas con otros países de América Latina en las misiones de paz, fortaleciendo la cooperación regional en temas de seguridad y defensa.
En resumen, la participación en las misiones de paz no sólo genera beneficios directos a nivel internacional y nacional, sino que, también, permite a Uruguay mantener su rol activo en la promoción de la paz global y en el fortalecimiento de sus propias capacidades internas.
