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domingo, 8 de junio de 2025
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Morosoli

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Diario EL PUEBLO digital
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Días pasados destacábamos algunas fechas de enero, fechas señaladas por ser de nacimiento y muerte de algunos artistas, uruguayos y extranjeros. En el día de ayer, un lector de EL PUEBLO se comunicó para decirnos: “en enero también nació mi escritor favorito, Morosoli”. Es verdad y vale la pena recordarlo también. Narrador de fuerte Juan José Morosolipresencia e influencia en la narrativa uruguaya del siglo XX, Juan José Morosoli Porrini nació en Minas el 19 de enero de 1899 y falleció el 29 de diciembre de 1957. “El viaje hacia el mar”, “Un gaucho”, “El burro” o “Soledad”, son cuentos suyos simplemente inolvidables. Es cierto que su obra puede clasificarse como criollista, pero llega mucho más allá de la simple imagen de paisajes o costumbres de campo o pequeños pueblos; llega verdaderamente al alma de cada personaje. No en vano Mario Benedetti lo llamó, de forma acertada y definitiva, “cronista de almas”. El profesor Heber Raviolo, uno de los mayores estudiosos de la obra de Morosoli ha escrito: “un lenguaje coloquial campea por muchas páginas de esos primeros libros, dándoles esa particular tonalidad que hacía que el mismo Morosoli, al dedicar un ejemplar de Hombres a O. Baroffio, se calificara de artista cimarrón. Pero obsérvese que nada de esto tiene ni remotamente que ver con el simple pintoresquismo o el costumbrismo barato. Morosoli vio el peligro: No es sino literatura la gracia del fogón, el torneo refranero, dirá en El hombre y el paisaje. Y en su ensayo sobre la soledad, refiriéndose a la época en que le tocó comenzar a escribir, nos dice: Era la hora de entrar en el hombre, se vio luego que no era coleccionando refranes y frases, imágenes, que podía interpretarse ese hombre. Y agrega: Lo pintoresco ha sido siempre enemigo de lo verdadero. De ahí que esas imitaciones del lenguaje popular, por excesivas que parezcan, no caigan nunca en lo inauténtico, en lo puramente refranero, en el mero adorno verbal. De ahí que, por más objeciones que se les pretenda hacer en relación a su particular empleo del idioma, los mejores relatos de Hombres y Los albañiles de los Tapes impresionan como obras de arte robustas y sólidas, como verdaderas creaciones singularísimas”.

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