Una nota exclusiva de JUANJO ALBERTI, desde Montevideo.
PRESENCIA DE GALÁN, IMAGEN DE ESTRELLA
De casi un metro ochenta de estatura, con presencia de galán, e imagen de estrella del viejo celuloide, conquistó Hollywood con sus apariciones en cantidad de filmes de todos los géneros. Apareció en Broadway a los trece años recién cumplidos, consiguiendo triunfar en las tablas, actuando en los grandes teatros durante diez años antes de radicarse en la meca del cine, debutando a lo grande junto a John Wayne en «Río rojo» -Red river»- en 1948. Ese mismo año es candidato a un premio Oscar, al mejor actor por su interpretación en «Los ángeles perdidos» -»The search»- drama post-bélico que refleja las terribles condiciones de vida de los niños de la segunda guerra mundial en Alemania. Desde ese instante su carrera fue motivada cada vez más debido a sus éxitos, encarnando muchos papeles con nominaciones al Oscar, convirtiéndose en ídolo de manera inmediata. Se llamó Montgomery Clift, un gigante del séptimo arte.
ESCENAS EMBLEMÁTICAS DE AMOR
Las escenas de amor de Clift con Elizabeth Taylor en «Un lugar en el sol» -»A place in the sun»- en 1951, establecieron sorpresivamente un momento diferente para el romance en la pantalla grande. Sus papeles fueron en ascenso en cuanto a la calidad interpretativa, así llegaría «De aquí a la eternidad»-»From here to eternity»- en 1953, compartiendo elenco de lujo: Burt Lancaster, Deborah Kerr, Donna Reed, y Frank Sinatra. En el filme, Clift, dirigido por Fred Zinnemann, lleva adelante el papel del soldado de infantería Robert E. Lee Prewitt, y su desempeño en «El baile de los malditos» -»The young lions»- en 1958, junto a Marlon Brando, Dean Martin, Hope Lange, Barbara Rush, May Britt, Maximilian Schell, Dora Doll y Lee Van Cleef, son considerados como los más característicos de su carrera.
Clift y su rival en la película, Marlon Brando, fueron conocidos popularmente en Hollywood como «Los gemelos de oro», por su rápido ascenso a la fama. Basada en la novela del mismo nombre de 1951, escrita por James Jones. El importante largometraje participó en la selección oficial del Festival de Cannes 1954. En 2002, la producción fue denominada como «cultural, histórica y estéticamente significativa» por la Biblioteca del Congreso de Estados Unidos, y seleccionada para su preservación en National Film Registry.
«MONTY», PARA LOS ALLEGADOS
Edward Montgomery «Monty» Clift llegó a éste mundo el 17 de octubre de 1920, en Omaha, Nebraska. Su padre, William Brooks «Bill» Clift -1886-1964- fue el vicepresidente de Omaha National Trust Company, quien se había casado en 1914 con la madre de Montgomery, Ethel Fogg «Sunny» Clift -1888-1988- Clift tenía una hermana gemela, Ethel, y un hermano, William Brooks Clift, Jr. Los padres trataron de criar a sus hijos de la mejor manera y enseñanza. Ante el traslado de la familia a Nueva York, Montgomery no se adaptó a la escuela y no concurrió a la universidad, pero en su lugar se preparó para actuar en los escenarios como un actor en potencia, iniciando una producción de verano, lo que lo llevó a debutar en Broadway, en 1935. En los siguientes años, Clift desarrollaría una impactante carrera escénica alternando con Dame May Whitty, Alla Nazimova, Cornelia Otis Skinner, Fredric March, Tallulah Bankhead, Alfred Lunt y Lynn Fontanne. Apareciendo en obras escritas por Moss Hart, Robert Sherwood, Lillian Hellman, Tennessee Williams, y Thornton Wilder, entre otros. En 1939, como miembro del reparto de la producción de «Hay fever» de Noël Coward, en Broadway, Clift participa en una de las primeras transmisiones de televisión «en vivo» los Estados Unidos.
UN DÍA COMO EL DE HOY, HACE 52 AÑOS
El 12 de mayo de 1966, mientras rodaba una película en el condado de Raintree, Clift tuvo un grave accidente automovilístico, cuando se queda dormido en el volante de su coche, y se estrella en una columna telefónica, luego de compartir una cena con su amiga Elizabeth Taylor y su esposo, Michael Wilding. Montgomery sufrió fracturas diversas en mandíbula, nariz, y rostro, requiriendo cirugía plástica. Después de una recuperación de dos meses, volvió a los sets para continuar con su rutina del cinema. El dolor del accidente lo llevó a depender del alcohol, y pastillas para aliviarse. Como resultado, la salud y la apariencia física de Clift se deterioraron considerablemente desde entonces hasta su muerte. Así, paulatinamente dejó su interés por su actividad, y por la vida misma. El 23 de julio de 1966, hace hoy 52 años atrás, apareció muerto en la bañera de su mansión, desvestido, de anteojos, y los dos puños apretados, como soportando algún dolor, en Manhattan, Nueva York. Tenía 45 años. Más allá de la nostalgia.