Entrevista a Mónica Navarro y Manuela Mutti
Las grillas de espectáculos masivos con participación estatal señalan una baja presencia femenina. Para buscar revertir esta situación de inequidad, la diputada Manuela Mutti presentó recientemente un proyecto de ley. De visita por nuestra ciudad, la reconocida cantante Mónica Navarro estuvo en EL PUEBLO acompañada por la legisladora salteña, quienes explicaron los alcances de dicha propuesta legislativa.
– ¿Cómo surge esta iniciativa parlamentaria?
Navarro- El proyecto de ley arranca a partir de una iniciativa de Erika Büsch y de un montón de artistas a las que después nos fuimos sumando varias otras más, que le plantearon a Manu (Manuela Mutti) sobre la mala distribución que hay en los conciertos en general, que se realizan en todo el país, donde se hizo una especie de mapeo general, y del 100% de los festivales que hay, el 6,7%…
Mutti- Sí, apenas 16 mujeres de las 250 personas que se subieron al escenario en 2016. Y de ese número tenías dos que eran extranjeras. A ella no la contamos (por Navarro, nacida en Buenos Aires) porque ya es de acá (risas)…
– ¿Por quién hinchó en el mundial? Esa es la prueba de fuego.
Navarro- Hinché por Uruguay. La vez pasada fui al Centenario a ver el partido de Uruguay con Argentina y una amiga me decía, “¿viste todos esos drones que hay ahí?”, porque había drones volando sobre la cancha, “es tu madre que te los está mandando para ver por quién hinchás” (risas), pero no, hincho por Uruguay a full.
– Volvamos al proyecto, entonces la realidad era que de 250 personas participando en festivales apenas 16 eran mujeres, un 6,7%.
Mutti- Después de constatar eso, pensamos que lo que teníamos que hacer era, dentro del marco de una política estatal, ver cómo empezábamos a revertir determinadas inequidades en favor del fomento de la cultura. El Estado tiene otros roles que el de ser productor. El rol de un productor es generar un espectáculo musical que se venda y hacer visible a los artistas que promociona, pero el rol del Estado es el fomento de la cultura en un marco de equidad y de construcción de ciudadanía y de democracia. El otro día, por ejemplo, hablábamos sobre por qué no nos llama tanto la atención la lucha por la equidad y por la lucha de género adentro de la política, porque se entiende que es la búsqueda de construir más democracia, porque queremos que todos estén representados a la hora de la toma de decisiones de un país. Pero entonces, ¿por qué en la cultura nos parece tan extraño plantear esto cuando es uno de los escenarios donde nos construimos como sociedad? Y nada de lo que construyamos a nivel de leyes en un marco económico si no está reflejado en un proceso cultural va a permanecer. Eso te lo demuestra la historia. Ha habido miles de revoluciones, de cambio, y cuando no tuvo un poeta que le escribió, alguien que le cantó o alguien que lo pintó, bueno, no pervivió. Es más, uno lo estudia a través de la sensibilidad de lo que logró quedar.
Navarro- La historia en muchos aspectos, y no hablo solo de lo artístico, aunque con lo artístico también, en general fue más contada por los varones que por las mujeres. Y como en el arte uno está siempre hablando de lo simbólico, también quien cuenta es simbólico, y quienes cuentan son más varones que mujeres… En los festivales un productor puede decir, “nosotros queremos gente que convoque”, y yo lo entiendo perfectamente. Ahora, si agarrás un vaso, le ponés agua y lo echás siempre en el mismo recipiente, quien va a convocar va a ser siempre la misma persona. Si vos a un vaso de agua lo echás para allá y otro poco a otro lado, por lo menos me parece que está bueno tener esos espacios, porque mientras no estemos en festivales grandes con lo que tenemos para contar cada una de nosotras, nunca va a suceder que vengan a vernos más de veinte, treinta, cincuenta, cien, y capaz que pueden venir más pero tiene que estar ese espacio.
– En este tema entonces, el Estado se posiciona como uno de los mayores inversores de espectáculos, y no debería ser una herramienta para discriminar sino por el contrario, para generar ámbitos de igualdad.
Navarro- Lo que está bueno también, es que en estos últimos diez o quince años todas nosotras fuimos cambiando la forma de pensar, porque en otro momento, esto para mí era que estaba dado así y ni me lo planteaba. Está bueno que estos grandes movimientos sociales feministas vuelquen un poco su forma de pensamiento, y eso es alucinante.
Mutti- Cuando Erika nos plantea el tema, me dijo que no sabía si daba para armar un proyecto de ley. Pero además, el día que nos reunimos vimos que hay como una desorganización muy grande a nivel de la cultura. Hay muchísimos colectivos que se han logrado organizar por la forma del trabajo, pero la del músico es una forma de construcción individual de su trabajo, que lleva a que sea muy difícil que se nucleen. A nosotras nos pasó ese día que juntamos a varias y nos dimos cuenta que no podíamos terminar la reunión porque no paraban de hablar (risas). Era impresionante la cantidad de cosas que se contaban entre ellas. Nos dimos cuenta que teníamos que armar algo.
Otra de las cosas, es la forma. Pensamos que si había interés lo íbamos a armar, pero si no había interés, por más que pensemos que hay que ir hacia ahí, no lo vamos a armar porque hay algo que descubrimos en la diputación, y es que no estamos de acuerdo con el método de crear proyectos de escritorio. Y si las personas que están involucradas no se ponen la camiseta en los proyectos, no salen a defenderlo, es difícil que después salga. Nos ha pasado que proyectos importantísimos que determinan un montón de cosas, los votás en la Cámara y no tenés a nadie en las barras ni a nadie siguiendo la sesión, entonces te preguntás, ¿y acá qué está pasando? ¿Cómo estamos comunicando? ¿Cómo estamos construyendo una nueva realidad social, un marco de derechos, de obligaciones, de conquistas? ¿Cómo lo estamos haciendo? ¿De forma participativa o en solitario en un escritorio, o desde un dedo que determina que eso va a ser así? ¿Sirve construir así, aunque tengas la razón?
– La crítica que se ha escuchado a este proyecto de ley viene justamente de los productores de espectáculos, quienes
sostienen que se pretende marcarle la agenda sobre a quién convocar y a quién no. ¿Qué se responde a eso?
Mutti- No se le marca la agenda a ninguno porque en realidad, ellos van a poder seguir organizando sus espectáculos perfectamente con hombres sin contemplar una cuota de género o con los artistas que siempre van, sin artistas emergentes ni del interior o locales. Lo que no van a poder hacer, es hacerlo con recursos estatales, que tienen una política cultural de Estado detrás, que pretendemos que sea una política que fomente la cultura nacional, que fomente la democracia, que fomente la participación y la integración. Y que fomente lo nuevo, porque hay un montón de gurises…
– ¿Eso no está ya pasando en los Centros MEC?
Navarro- Pero no en los festivales o espectáculos grandes.
En general, y no digo que sea una regla absoluta, pero mayormente hay como determinados artistas que son una constante, que está buenísimo, pero también hay un montón de gente haciendo cosas súper copadas del mismo lugar, que a veces no son contempladas, y ahí es donde entran los músicos, las músicas, los musiquis emergentes. No todo lo que está gestándose tiene su espacio, y pienso en movimientos nuevos, en gente con propuestas nuevas, todos tienen que tener ese espacio en un marco de equidad con los dineros que aporta el Estado para esos festivales. ¿Qué tipo de Estado queremos? Uno que contemple la mayor cantidad de toda la diversidad, ese dinero puesto en los festivales tiene que traducirse de la misma forma.
– ¿Cuáles son los porcentajes previstos en el proyecto en esa búsqueda de equidad?
Mutti- Los porcentajes que están propuestos sin ínfimos. De lo que hablamos es de los recursos que van hacia un festival que tienen recursos privados y públicos. Lo que acá se está reglamentando son únicamente los recursos públicos, de los que un 50% tiene que ir destinado a artistas nacionales, y dentro de ese 50% se tiene que repartir un 30% para emergentes, 30% para artistas locales y 30% para artistas mujeres.
Mi viejo me decía que en esto de la militancia política uno no vive de amor, pan y cebolla, uno tiene que estudiar, prepararse, y con la música pasa lo mismo.
O sea, para que sea viable te formes, te prepares, y poder laburar de eso también. Una cosa es ir y cantar de onda en el festival de la escuela, pero si todas las veces vas a ir a cantar de onda, en realidad es difícil que te logres formar y mejorar lo que hacés aumentando el nivel de calidad de lo que producís. Y este proyecto también busca eso, aumentar las posibilidades que tienen nuestros artistas locales para ser conocidos y que sea un medio de vida.
– ¿No hay una lista de artistas del Ministerio de Educación y Cultura que subsidia a determinados
espectáculos?
Navarro- Eso es cuando un festival o un evento quiere contratar a un artista en particular y no tiene el dinero para hacerlo, lo podés pedir a través del MEC, y de pronto el MEC colabora con el evento contratando al artista. Yo sumo esto, las leyes o los proyectos de leyes cuentan que había un límite que estaba puesto porque era así, donde aceptabas que podías llegar hasta esta baldosa y yo entendía que estaba bien. Un día un proyecto de ley lo que dice es que de pronto ese límite que estaba puesto en esta línea, puede estar en otro lado. Y cuando las cosas se cambian, obviamente que va a haber productores que no estén de acuerdo.
Lo más interesante es que hoy estamos acá hablando con EL PUEBLO por esto, y que a su vez quien lea el diario se lo va a contar a otro y todos los que estamos acá va a poner el tema en charla y estará re bueno hablar con los productores, a mí me súper interesa. He tenido la suerte de haber estado en pila de esos festivales, pero otras de mis compinches no. Entonces, está bueno saber, conocer y ver cómo hacemos para replantear ese cambio de línea.
– Luego deberá verse cómo se logra introducir otros estilos musicales cuando lo que impera hoy, por ejemplo, es la cumbia cheta…
Navarro- Hay muchos festivales también que apostaron a que esté todo incluido. Por ejemplo, el Montevideo Rock del año pasado hubo de todo, inclusive tuvo un día entero con cumbia a tope. En eso, soy pro todo, porque si sos diverso, báncatela, porque ser diverso no es solo para lo que a vos te gusta.
A mí no me gusta la cumbia cheta, pero la recontra banco y la respeto, porque ser diverso no es solo para temas de sexualidad.
Perfil de
MÓNICA NAVARRO
¿Estado civil? Sola por elección.
¿Hijos? Una, mi amada Victoria.
¿Signo de zodíaco? Escorpio en Tauro y Mono de Tierra en el Chino.
¿De chiquita qué quería ser? Lo que soy, cantante, actriz, bailarina.
¿Hincha de…? La justicia.
¿Una asignatura pendiente? Tener más tiempo para viajar y dinero para pagar los viajes (risas).
¿Una comida? Polenta con tuco y muzzarela.
¿Un libro? “El país de las últimas cosas” de Paul Auster. ¿Una película? “Underground” de Emir Kusturica, pero tengo muchas más.
¿Un hobby? Cantar.
¿Qué música escucha? Tango, folclore, música de raíz latinoamericana, rock.
¿Qué le gusta de la gente? Quienes se ríen fuerte y contagian buena energía. Quienes piensan en lo que piensan.
¿Qué no le gusta de la gente? Los criticadores, los envidiosos, los destructores, los inertes.
Entrevista de Leonardo Silva