Su director departamental, Darío Figueroa, deslizó que constataron irregularidades, aunque prefirió no detallarlas
A partir de enero de 2014, el control de los geriátricos está a cargo del Ministerio del Desarrollo Social (Mides), cuyas oficinas departamentales se encargan de verificar que cada establecimiento cumpla con los requisitos exigidos en cada uno de los departamentos del país.
“Lo que Mides hace es un relevamiento para verificar la situación de cada geriátrico. Antes este trabajo le correspondía al Ministerio de Salud Pública, pero a comienzos de 2014 fue Mides quien pasó a tomar los controles de este tipo de residencias”, afirmó Darío Figueroa, director departamental del Mides, a EL PUEBLO.
Consultado acerca de los dos establecimientos que fueron allanados recientemente por la justicia y cuya encargada fue procesada con prisión tras constatarse irregularidades y malas condiciones en perjuicio de los adultos mayores que estaban internados allí, Figueroa se excusó de dar detalles. “No puedo decirte qué controles se hicieron en dichos lugares ni qué tipo de irregularidades se encontraron, porque este tema está en manos de la justicia. Nosotros ya mandamos los informes que nos pidió la propia justicia y estamos esperando ser citados”, enfatizó.
El director departamental del Mides subrayó que hubo “una confusión” en el caso de los establecimientos allanados. “Hubo una desinformación en este tema, porque fueron allanados un geriátrico y un psiquiátrico, no dos geriátricos como se dijo. El psiquiátrico es el que está en calle Saturnino Ribes y en ese caso Mides no tiene nada que ver. El Mides sí tiene que ver con el tema del geriátrico. El psiquiátrico es competencia de Salud Pública”, afirmó Figueroa.
EL GERIÁTRICO CLAUSURADO
Acerca del geriátrico que funcionaba en calle Varela y que fue clausurado, Figueroa deslizó que el Mides constató irregularidades en el mismo, pero no dio detalles al respecto porque “es parte del informe que le enviamos a la justicia, dado que coincide que la dueña de dicho establecimiento es la misma dueña de los últimos establecimientos allanados. Por eso no puedo dar demasiados detalles”. Empero, el jerarca del Mides acotó que “lo primero que hicimos con el caso del geriátrico de calle Varela -dado que a esa altura Mides ya estaba posicionado en el tema del control de los geriátricos-, fue avisarle a los familiares de las personas que se encontraban allí. Se hicieron reuniones con los familiares para que estuvieran al tanto de que el geriátrico iba a cerrarse. Después quedó por cuenta de cada familiar si sacaba al interno o seguía con la misma dueña en otro lugar, porque sabemos que eso fue lo que sucedió con el geriátrico de calle Varela: se clausuró en un lugar y se abrió en otro. Y si los familiares de los internos decidieron seguir confiando en la misma persona, nosotros no podemos hacer nada, porque es una decisión exclusiva del familiar”.
Desde que el Mides quedó a cargo de los controles, “lo primero que hicimos fue buscar los geriátricos que había en Salto. A muchos ya los hemos contactado, pero a otros tantos, no. ¿Si hubo denuncias sobre irregularidades? Hubo denuncias de todo tipo. No puedo decirte cuántas ni detallar las mismas. Lo que hicimos nosotros después de recibir la orden de ocuparnos de los geriátricos fue hacerles la visita correspondiente y hacerles un seguimiento”, indicó Figueroa.
EL NÚMERO DE GERIÁTRICOS
“¿Cuántos geriátricos hay en Salto? Todavía no tenemos la cuenta, pero hay varios. En algunos casos ocurre como lo que pasó con el geriátrico que cerró en calle Varela: la dueña lo abre en otro lado y después terminamos sabiendo que termina abriéndolo en otro lugar más, por lo que en el último geriátrico encontramos a los mismos viejitos que estaban en el primer geriátrico. Uno a veces conoce eso, pero no podemos hacer mucho porque hay familiares que se hacen cargo de los viejitos y otros que no”.
Figueroa se excusó de responder sobre el tipo de irregularidades que ha encontrado el Mides en los diferentes geriátricos que inspeccionó en Salto. “No te podría adelantar nada al respecto, porque esos datos también están en el informe que le enviamos al juez y hasta que él no tome posesión de los mismos, no puedo adelantar nada. Sólo puedo decir que hicimos informes de todas las casas que hemos podido contactar en Salto, con el respectivo seguimiento de cada una de ellas. No puedo ir más lejos, ni decir qué es lo que se estableció en los informes”.
De acuerdo al procedimiento que sigue el Mides, cuando se constata alguna irregularidad en algún geriátrico, “hacemos un informe al respecto y le damos un plazo determinado a la dueña para que arregle las imperfecciones que se encontraron. Siempre se estipula un tiempo prudencial para que el geriátrico presente las condiciones que debe presentar para poder albergar a los internos con las necesidades exigidas”, recalcó Figueroa.
El director departamental del Mides conocerá en los próximos días si continuará en dicho cargo. “Es algo que aún no está definido y que se sabrá en la reunión que mantendremos la próxima semana. Todos los directores estamos en la misma situación, por lo que sólo resta aguardar”, concluyó Figueroa. El flamante presidente Tabaré Vázquez ha impulsado una serie de cambios de jerarcas en los diferentes ministerios y las direcciones departamentales del Mides podrían también cambiar de manos.
Por omisión o desconocimiento se genera vulneración de derechos
En Salto varias residenciales han sido sancionadas por el MIDES procurando proteger derechos de los adultos mayores
A partir del 1ro. de enero del 2014 se transfirió la competencia de los residenciales de adultos mayores, de Salud Pública al MIDES, anteriormente Salud Pública llevaba adelante un paradigma sanitario y a partir del 2014 en la órbita del MIDES pasa a ser una perspectiva socio – sanitaria. Entonces el Ministerio de Desarrollo Social tiene la competencia para habilitar o cerrar un establecimiento pero Salud Pública debe brindar el aval sanitario para habilitar a cada residencial.
Las dos organizaciones son responsables a la hora de fiscalizar un residencial.
De acuerdo a lo que pudo saber EL PUEBLO, en estos momentos MIDES ha visitado a todos los residenciales del departamento que son un total de 18 y solamente uno está en vías de habilitación.
La organización actúa en base al decreto No. 275/614 que contempla toda la normativa a cumplirse. En el caso de los residenciales de Salto, de acuerdo a fuentes consultadas “se han advertido muchas falencias e irregularidades”. La cuestión es cuánto tiempo se otorga para que se pueda producir el cambio, ya que en los últimos años ha imperado un vacío legal y ausencia de visitas a los establecimientos, da lugar a que el cambio deba ser gradual.
La misma dinámica se da en la puesta en práctica de los programas que tratan las situaciones de pobreza; los cambios no se pueden dar de un día para el otro.
Se está llevando a cabo un trabajo que tiene su proceso; primeramente se hacen observaciones, recomendaciones y luego se vuelve para retomar y hacer revisión el plan de trabajo.
No se trata solamente de hacer un cambio a nivel económico sino en el conocimiento de la reglamentación – que muchos no la conocen – a la vez de ahondar en la perspectiva del envejecimiento.
Muchos responsables de las residenciales poco y nada saben acerca de la vejez ni tampoco de cómo administrar una empresa.
Así es que comienzan a confluir varias dimensiones que se desconocen, el administrar una empresa, el manejar la temática del adulto mayor y tener en claro lo que se expone en el marco legal.
El conocimiento de la situación del envejecimiento y la vejez, desde los diversos puntos de vista, es necesario para la profundización analítica y la generación de insumos para elaborar políticas pertinentes y eficientes.
Cuando se sale a fiscalizar se hacen observaciones que tienen que ver con lo edilicio y la cantidad personal, pero también se tiene que hacer un abordaje educativo y preventivo a fin de obtener un cambio sustancial.
El MIDES realiza un acta de observación a posteriori de fiscalizar en función del reglamento.
Luego se hacen nuevas visitas y se constata si se van produciendo las mejoras.
De no cumplirse con éstas se llevan a cabo las sanciones; en nuestro departamento varios residenciales ya fueron sancionados.
Lo que se busca es que no se vulneren los derechos de los adultos mayores.
En cuanto a la capacitación, ésta podría enmarcarse dentro del Sistema de Cuidados; por el momento se considera como instancia educadora el encuentro con el fiscalizador.
La recolección de datos sirve para ver qué cuestiones son necesarias mejorar.
A nivel país se advierte un notable déficit en la educación hacia el envejecimiento y la vejez. Por omisión o desconocimiento en la dinámica que se lleva adelante en los residenciales, se vulneran los derechos a los adultos mayores y es necesario seguir trabajando para lograr cambios y ello también dependerá de las acciones de los entes reguladores.
MSP y MIDES realizan controles periódicos a geriátricos privados
Sol Calidez en Compañía, cuenta con un hogar para adultos mayores denominado “Residencia de Sol” ubicada en Invernizzi 53. Dicha Residencia funciona desde el año 2003 pero en calle Invernizzi desde el 2010, anteriormente estaba ubicada en calle Uruguay Nº 1035. La cantidad de residentes oscila entre 25 y 30 pacientes de diferentes edades, algunos de ellos han cumplido sus 100 años de edad allí. Según informó a EL PUEBLO, Jacqueline Massarino, en dicho lugar se atiende a pacientes con diferentes patologías, pudiendo ser autoválidos o no. “Hay dependientes, semidependientes e independientes”, indicó Massarino.
EL CONTROL DEL MSP Y MIDES
En cuanto a los requisitos para la habilitación de su residencia, la entrevistada remarcó, “hemos cumplido con todo lo que nos han solicitado”, agregando, “el Ministerio de Salud Publica nos realiza controles periódicos, y desde hace un corto tiempo también nos visita el MIDES (Ministerio de Desarrollo Social)”. Respecto al ingreso de residentes, Massarino dijo que “en la mayoría de los casos los residentes ingresan por decisiones de los familiares ya que se les hace muy difícil cuidarlos o tenerlos en el hogar, porque requieren de muchos cuidados, atención y contención y a veces la rutina diaria no les permite dedicarles todo el tiempo que se merecen por eso optan por Institucionalizarlos. También hay personas que ingresan por su propia voluntad”.
AL PERSONAL DEBE GUSTARLE TRABAJAR CON EL ADULTO MAYOR
El personal dedicado a este geriátrico “es todo el requerido por Salud Pública, todo el personal está capacitado y entrenado para dicha labor, cuenta con la Dirección Técnica de las Dras. Mónica Massarino y Débora Cambrilla”. A la hora de la selección del personal, la entrevistada señaló que aparte de los conocimientos y aptitudes pertinentes a la función, “se toma muy en cuenta la actitud, que sean personas que les guste y amen el trabajo con el adulto mayor, ya que necesitan mucho cariño, mucha paciencia, y atención. La labor con los adultos mayores es de mucha responsabilidad, se debe trabajar con mucha seriedad y respeto, pero también se reciben muchas satisfacciones de parte de ellos”, comentó. “Nuestra Residencia les brinda un excelente clima de confort, estabilidad emocional, contención, y cuentan con una estructura edilicia acorde para tal función, teniendo todas las habitaciones luz natural, baño privado, aire acondicionado, tv por cable. En cuanto a la alimentación se basa en dietas acordes a cada patología según nutricionista.
También cuentan con múltiples y variados talleres de recreación, conducidos por la psicóloga , como así también paseos al aire libre a diferentes puntos atractivos de la ciudad”, concluyó.
Madre de tres hijos y separada, no podía atender a su progenitora en su casa
“Le pedí que cuidara de mi madre como si fuera la suya”, dijo una mujer que internó a su madre en un geriátrico
Contenta y conforme con la decisión después de haberla tomado, así estaba Gabriela, de 41 años, madre de tres hijos y empleada de un comercio, que vive sola con sus niños de 13, 8 y 5 años en la Zona Este. Su madre ya tenía 78 años y no podía valerse por sí sola, pero ella no tuvo reparos en cuidarla después de separarse de su esposo. Al principio le costó la decisión de llevarla a una casa de salud porque no quería que sus hijos se separaran de su abuela, además, su mamá la cuidó a ella “desde siempre” y quería devolverle el gesto, pero “no puede” hacerlo con tres niños y un trabajo donde tiene que hacer horas extras para “ver un peso”.
“Al principio me costó hacerlo”, evoca con la mirada perdida, pero luego levanta la cabeza y dice con tranquilidad, “ahora me doy cuenta que dejarla aquí habría sido abandonarla, porque no la podía atender y mis hijos iban a ver a su abuela mal cuidada y eso me iba a terminar pesando a mí”, dijo al ser consultada por EL PUEBLO para el presente informe.
Las horas y los días pasan como las cuentas de arena de un reloj y el trabajo insume muchas horas en la vida de esta mujer, que le pelea a la vida tras el fracaso de su matrimonio con el padre de sus tres hijos. Ella no quiere fotos ni nombres oficiales, pero sí accedió a dialogar con EL PUEBLO porque la decisión para que su madre llegara a una casa de cuidados fue “muy difícil”.
CARO
“Primero hablé con una compañera de trabajo, a la que le dije que estaba pasando un mal momento y que a eso se le sumaba el hecho de que no tenía dinero para mandarla a una casa de salud a mamá a la que estaba cuidando junto con los gurises, pero que quería que fuera un lugar donde la cuidaran bien, porque más allá de que hay muchos lugares, se sabe que no todos los lugares son buenos, o los atienden como uno quiere que estén atendidos”, comentó Gabriela.
“El año pasado estuve a punto de desistir de la idea porque me contaron del Plan Nacional de Cuidados que prometía sacar el Frente Amplio, pero en ese caso tengo que pagar los aportes de la persona que la cuide acá y me va a suponer un gasto de dinero que no tengo”, dijo.
Fue así que comenzó a buscar y recorrer por varios puntos de la ciudad. “Se ve cada cosa, hay lugares que uno dice, bueno acá sí están cuidando ancianos y los atienden, pero hay otros lugares donde no podés creer que los tengan así, tirados en una cama, gritando algunos de ellos para que los atiendan, no estuvo nada bueno en algunos casos”, narró la mujer consultada.
Hubo días en los que la pasó muy mal, donde lloraba porque no quería desprenderse de su madre, aunque al cabo de un tiempo y con la situación ya planteada desde otro ángulo, se animó a tomar la decisión y consultó en una casa que le habían recomendado.
“Al principio fui decidida, después me retraje un poco, hasta que vi el lugar y le pedí a la mujer que cuidara de mi madre como si fuera la suya, aunque a veces eso es peligroso porque uno nunca sabe cómo han tratado otras personas a sus madres. Pero bueno, el desarraigo fue muy duro, mis hijos preguntaban dónde estaba la abuela y yo esa noche que no la tuve en casa, que no me despertaba a ver si estaba bien y a atenderla, al no tenerla ahí lloré mucho, me deprimí bastante”, dice con los ojos llorosos.
Pero afirma que después de algunos días comenzó a ir a verla y si bien reconoce que su madre “no está como en su casa”, la ve “bien, come, duerme bien, la bañan, va al baño bien, yo la puedo ir a ver cuando quiero, y eso me tranquiliza, con la jubilación de ella y de un poco de lo que yo gano la mantengo y eso permite que termine su vida de una manera digna, por lo menos por ahora”.
“Lo mejor es tenerla en tu casa hasta el final, pero para eso tenés que estar en una posición en la cual yo no estoy, que es tener dinero suficiente como para estar en tu casa tranquila sin tener que salir a hacer ocho horas o más como es mi caso para parar la olla y pagar las cuentas, y asegurarte que a tus hijos les falte lo menos posible, porque lamentablemente siempre algo les va a faltar, pero trato de que estén bien vestidos, que coman bien y que todo lo que precisan del liceo y de la escuela se los pueda comprar para que no pasen mal, es difícil, pero hago todo lo que puedo”, afirma Gabriela.
EL FUTURO
Mirando crecer a sus hijos, con la vista hacia el frente y pensando en el futuro esgrime palabras de dolor. “Ojalá mis hijos en el futuro valoren todo lo que uno hace por ellos y también me cuiden, yo no quisiera separarme de ellos jamás, pero la vida te lo impone y tampoco quiero ser una carga ni una molestia para ellos, entonces si ellos pudieran mantenerme a su lado, es el deseo de toda madre, pero en el caso de que no puedan hacerlo, bueno, que por lo menos me dejen en un lugar digno y que no se olviden de mi, es lo que más quiero, no se los puedo exigir, pero es lo que más quiero, que no me olviden y tenerlos cerca”, señaló Gabriela, dibujando una cruda realidad que tarde o temprano viviremos todos.
Los mayores problemas son los pacientes dementes y alcohólicos
El Hogar de Ancianos del MSP no ha recibido denuncias por malos tratos y mantiene lista de espera para ingresos
El Hogar de Ancianos dependiente de ASSE (Asociación de Servicios de Salud del Estado), que se encuentra ubicado en calle Piedras y Varela (frente a las oficinas de la OSE), no ha recibido denuncias de sus residentes o familiares de los mismos referidas a malos tratos del personal; así como tampoco se han constatado irregularidades que ameriten sanciones a los funcionarios, según indicó a EL PUEBLO, la Directora Técnica Médica del Hogar de Ancianos de ASSE, la Geriátrica Gerontóloga Carolina Lluveras, quien está al frente del mismo desde hace 3 ó 4 meses aproximadamente.
Dicho Hogar cuenta con 65 adultos mayores, de los cuales 45 son hombres y 20 mujeres. Si bien su población es heterogénea, el perfil de la mayoría de los residentes corresponde a hombres solteros y provenientes del medio rural.
El Hogar se divide en dos alas, de hombres y mujeres, el ala de hombres cuenta con un área para personas dependientes de atención y cuidado permanente y tres áreas para personas independientes; mientras que el ala femenino se conforma de dos áreas: uno para dependientes y otra para independientes.
Cuando se hace referencia a la dependencia o independencia de los pacientes, la Directora Técnica indicó que tal distinción se basa en varios elementos vinculados a cómo se maneja una persona en la vida diaria, “si se viste sola, si come y va al baño sola, son varios elementos”, comentó.
REQUISITOS DE INGRESO
Pueden ingresar al Hogar de Ancianos de Salud Pública, personas mayores de 65 años, voluntariamente, o derivados por familiares (generalmente porque tienen alguna patología como demencia o Alzhéimer y no se pueden hacer cargo de ellos); o por vía judicial (por ejemplo cuando se producen episodios de violencia doméstica hacia adultos mayores o vecinos hacen alguna denuncia de personas que viven solas y no se pueden valer por sí mismas).
En cualquiera de los casos se hace una evaluación y se eleva un informe al Hospital Regional Salto, donde se estudia el caso y si hay plazas se le permite ingresar.
PERSONAS EN LISTA DE ESPERA
Según indicó la Dra. Lluveras, el Hogar cuenta con entre 75 y 80 camas y si bien al momento tiene 65 pacientes, mantiene una lista de espera de personas que desean ingresar, porque la mayor demanda es para adultos mayores dependientes mientras que hay más espacio para los independientes.
Por este motivo, la Directora Técnica señaló que el Hogar está necesitando “cuidadores”, no así personal de enfermería que “está bien”.
FUNCIONARIOS CON QUE CUENTA EL HOGAR
En lo que refiere al personal que trabaja en el Hogar de Ancianos de ASSE, el mismo está compuesto por la directora técnica, una nurse, once auxiliares de enfermería, cuatro auxiliares de servicio, un auxiliar de lavandería, una funcionaria de costura, seis funcionarios de cocina y un asistente social. El personal de limpieza está tercerizado. Además, desde hace algún tiempo se cuenta con el apoyo de la Facultad de Trabajo Social de la Universidad de la República cuyos alumnos realizan una pasantía en el Hogar, realizando tareas varias, como por ejemplo las vinculadas a la recreación de los ancianos.
PROBLEMAS CON PACIENTES DEMENTES Y ALCOHÓLICOS
Lluveras señaló que se hacen reuniones periódicas con el personal y los pacientes para recordarles las reglas de funcionamiento interno y mantener así una buena convivencia. “Los pacientes dependientes (por ejemplo con demencia), son difíciles de manejar; pero también tenemos problemas de alcoholismo”. Sobre este punto agregó “si una personas ingresa alcoholizada, comete una falta; entonces se le explican las reglas y se lo pone en contacto con Alcohólicos Anónimos. Se le avisa y se deja constancia hasta tres veces, si continúa con ese tipo de conductas se lo puede expulsar (del Hogar)”.
La Directora Técnica dijo también que una de las tareas principales parte de la selección del personal, “hay que ver quién quiere trabajar con adultos mayores, porque es un trabajo agotador, de continua dedicación y paciencia”, concluyó.