La Mesa Departamental de FUCVAM Salto integrada por Marta González, Doris Correa, Ana Flavia Pensotti, Rosa García y Daiana Franca De Lima responde ante una nota que saliera días atrás en un medio digital que se intitula «La Mafia de las Cooperativas de Vivienda en Manos del Frente Amplio» encuentra necesario aclarar que: Ese titular involucra en una misma bolsa a todas las cooperativas de vivienda, lo cual es altamente agraviante para nuestro sistema.

FUCVAM tiene una larga trayectoria en defensa de la vivienda digna para los trabajadores.
«Nada menos que 52 años de lucha, de reivindicaciones, de construcción de casas por el sistema de ayuda mutua y de usuarios, siendo ejemplo a nivel mundial. Nuestro sistema ha sido adoptado y adaptado en varios países, en distintos puntos del mundo. No menos importantes son los siete principios que sustentan el sistema cooperativo en general. De ellos, vamos a transcribir el primero: «Adhesión voluntaria y abierta.
Las cooperativas son organizaciones voluntarias, abiertas a todas las personas capaces de utilizar sus servicios y dispuestas a aceptar las responsabilidades de ser socio, sin discriminación de sexo, social, racial, política o religiosa». Esto muestra a las claras, que si bien nuestra Federación es sin lugar a dudas, un movimiento político, no se ata a ningún partido político. Y así ha sido a lo largo y ancho de nuestra historia. Se les ha reclamado a todos los gobiernos de turno, cada vez que ha sido necesario, sin importar el color. Por lo expuesto anteriormente manifestamos nuestro total rechazo a la forma que ha sido titulada la mencionada nota».
DECLARACIÓN DE PRINCIPIOS
El Movimiento Cooperativo de Vivienda por Ayuda Mutua surge de las entrañas mismas de la clase trabajadora para resolver la problemática de la vivienda, y a partir de esa necesidad concreta fue gestando barrios que reivindican una vida digna y decorosa para sus habitantes. El cooperativismo de vivienda, en sus orígenes, estuvo ligado de manera indisoluble al Movimiento Sindical uruguayo y, a partir de allí, tomó una serie de definiciones estratégicas de carácter totalmente clasista. Esta visión globalizadora como clase, le permitió abarcar un conjunto de demandas que apuntan a una definición integral de la propuesta. El cooperativismo no se agota en la vivienda, sino que a partir de ese presupuesto clasista, engloba todas las necesidades en tanto clase y no como sector parcializado de la sociedad.
Esta situación también explica su carácter altamente gremial: desde su fundación, la Federación tuvo una concepción gremial de su accionar, no limitándose a la simple construcción de viviendas o las demandas de los créditos, sino que, casi instantáneamente a su surgimiento, aparece la propuesta de coordinación, de articulación de esfuerzos y de trabajo en conjunto.
Esta mirada globalizadora ha permitido desarrollar al Movimiento una visión del mundo casi integral, más allá de las distintas apreciaciones de orden particular, de orden subjetivo, en definitiva distintas concepciones plurales que conviven al interior del Movimiento Cooperativo.
Es un proyecto auténticamente Nacional, no conociéndose hasta el momento similares a nivel internacional. Existen una serie de identidades en el Movimiento Cooperativo que lo hacen distinguible de cualquier otro: por mencionar dos aspectos; la Ayuda Mutua y la Autogestión.
La Ayuda Mutua es una característica absolutamente original en el desarrollo del Movimiento Cooperativo. A medida que han pasado los años, la Ayuda Mutua se ha enriquecido por diferentes aportes y se ha ido definiendo una forma, no sólo de contribuir de manera económica a la construcción de la vivienda, sino de contribuir en el diseño y en la participación creativa de los futuros beneficiarios de la cooperativa en la construcción de un modelo social alternativo. La Ayuda Mutua prefigura la convivencia, define lo que es un proceso integrador y concientizador de la masa social.
La Autogestión, por otra parte, implica la asunción de responsabilidades por parte de los asociados en los distintos procesos de toma de decisión. Vistas en el contexto internacional, la Ayuda Mutua, así concebida, y la Autogestión, son elementos que no tienen parangones en ningún otro tipo de Movimiento. A lo sumo, la Ayuda Mutua muchas veces se concebía como «mano de obra barata» y la Autogestión como una tímida participación en la toma de decisiones.