Marcelo Cattani – una vida dedicada al arte de la imagen
Marcelo Cattani ha vuelto al ruedo con su nuevo catálogo de caballos criollos y ha emprendido nuevos proyectos en este nuevo estadío de su vida profesional y personal.“La vida muy dialéctica porque uno va cambiando; siendo muy joven me llegó el primer premio por mis fotografías.
He vivido toda mi vida de la fotografía no he hecho otra cosa…He comprado una casa y he criado cuatro hijos dos de ellos ya son profesionales.
Trato de devolver en cuerpo y alma lo que la vida me ha dado. Me siento vigente, vital y con ganas de seguir generando cosas nuevas” – reveló.
Cattani comenzó a dedicarse a la fotografía a los 14 años y desde los 17 trabajó como fotógrafo para la prensa local. Actualmente es freelance para diversas publicaciones y realiza trabajos de estudio para agencias de publicidad. Además ha dirigido talleres de fotografía en nuestra ciudad y fuera de ella.
¿Cómo se dio la circunstancia que lo llevó a fotografiar caballos, cosechando tanto éxito?

- “Mi vínculo con los caballos remonta desde mi comienzo como fotógrafo. Comencé a trabajar en un diario local, donde se me asignó la parte agropecuaria. Lo cierto es que siempre me gustó el campo porque iba a visitar a mi tía.
En la parte agropecuaria tuve éxito… hice buenos trabajos al comienzo y me asignaron la parte agropecuaria. Tomé la foto de una yegua besando a un potrillito y el dueño del caballo quedó enloquecido con esa foto y me pidió hacer catorce murales de grandes dimensiones que fueron a Brasil.
Cuando tomé esa instantánea yo era muy joven, tenía unos diecisiete o dieciocho años.
Luego me contrató para ir a su casa; fue Diego Landa Dondo… fue así que me empecé a meter en el mundo de los caballos criollos y me enamoré de ellos.
Empecé a ir a marchas, a estancias y durante muchísimos años de mi vida me dediqué y viví de las fotografías de caballos haciendo fotografías en Argentina Brasil.
Varios años las tapas de los anuarios de criollos fueron fotos mías; en tapas de la selección argentina; este trabajo me ha dado una gran satisfacción.
Con fotos de caballos también he ganado premios, he ido al exterior, hice fotografías en Nueva York ,Washington… he expuesto fotos en todos lados, fotografías mías están en restaurantes de Río de Janeiro.
Ahora acaba de llamarme de París Gabriela Hearst, una famosa modista que está haciendo todo el catálogo de su colección. Tiene su taller en Nueva York y viste a grandes figuras como Angelina Jolie y a la Primera Dama de los Estados Unidos.
Uno se empieza a dar cuenta lo que influencia, porque Gabriela empezó a publicar las fotos con mi nombre debajo, me empezaron a caer en instagram invitaciones y seguir de todos lados del mundo escribiéndome en inglés y eso es realmente maravilloso”.
-¿Cómo viene últimamente su agenda?
-”Últimamente enganché nuevamente con los caballos. Con la pandemia se nos cayeron las fiestas, los 15 años y las bodas que eran un fuerte de punto de vista económico.
La Sociedad de Criadores de Caballos Criollos, me convocó nuevamente y me fui a Treinta y Tres a cubrir la Expo Otoño; ya cubrí aquí dicho evento la semana pasada y ahora voy a hacer la marcha de caballos criollos también en estos días. Serán quince días de caballos criollos…lo cierto es que he vuelto al ruedo pero también imponiendo cosas distintas.
Estoy yendo a las cabañas con paraguas, fondos, haciendo fotos como si los caballos fueran modelos… fotos iluminadas… fotos con más contenido artístico… rompiendo los esquema de las viejas fotos que he hecho toda mi vida. Creo que es necesario buscar nuevos caminos. Hay que
proponer nuevas cosas y en ello estoy tratando de innovar con ese tipo de técnicas nuevas.
Esta iniciativa ha tenido muy buena aceptación. Me han encomendado hacer un catálogo de caballos para remate con fotografías de esa línea.
Ese caballo potrillo que retraté junto a su madre fue un colorado grande este que fue padre de manada. Lo que enamora no es solamente la belleza exterior, sino la funcionalidad.
Es fascinante poder apreciar la fuerza que despliegan los caballos, su actitud, que trasciende a la belleza física.
El caballo criollo tal vez no es el más lindo, pero es su actitud, su fortaleza su dignidad como caballo que lo hace único. No olvidemos que los caballos han sido parte de nuestra historia. La Patria se hizo a caballo.
Para mí poder estar en contacto con la naturaleza me ha llevado a desarrollar mi trabajo en un marco de disfrute total y por otra parte ha sido mi mejor fuente de ingresos.
Cuando el sector agropecuario cayó en crisis tuve que hacer un paréntesis… y he vuelto feliz”.

- ¿Y qué balance hace hoy?
-”Siento que me gané el respeto con mi trabajo y siempre he cumplido.
Hay clientes que en definitiva hace más de 30 años que les hago fotos… ir a las estancias y decir, mira esta foto de Matías cuando era chiquito, me decía hace poco un productor y hoy Matías ya veterinario y está a cargo de la cabaña y hay fotos en la estancia hecha por mí que él era un niñito.
Es un placer seguir vigente y con mucha vitalidad… muchas ganas de hacer cosas”.
