Yamandú Orsi, Intendente de Canelones
El Intendente de Canelones Yamandú Orsi llegó este martes a nuestra ciudad en su condición de ser uno de los precandidatos presidenciales del Frente Amplio. Luego del acto realizado a la noche en calle Agraciada, dialogó con EL PUEBLO.

– ¿Cuál es el motivo de esta nueva visita a Salto?
– Estamos cumpliendo una tarea que entiendo es impostergable y que refiere a que todos los frenteamplistas y no frenteamplistas nos conozcan a todos los que estamos en una forma u otra siendo alguna referencia por el Frente Amplio. Me tocó estar diez años como intendente compartiendo Congreso de Intendentes con Andrés (Lima), y por haber sido secretario general viví aquella experiencia de los primeros años de las intendencias frenteamplistas donde me acuerdo que éramos ocho, estaba Ramón (Fonticiella). Después nos tocó ver cómo algunas intendencias se perdían y otras se ganaban, y pasaban cosas extrañas que no las podíamos ver venir, y sin embargo pasaban. Ya digo, ganar ocho intendencias en 2005, después que Tabaré (Vázquez) ganó el gobierno nacional. En aquella época también estaba Nino Pintos en Paysandú, y después perdimos aquella intendencia, luego vino Guillermo (Caravallo), con quien también compartimos el Congreso de Intendentes. Entonces, hemos llegado a una conclusión, es todo muy dinámico.
El FA entendió que tenía que salir a la cancha, salir a territorio, y cuando esto digo es no dejar rincón del país sin que la gente se encuentre con los referentes frenteamplistas, y el primero de nosotros es el mismo Fernando Pereira que se recorrió todas las localidades y va a seguir haciéndolo, pero a su vez los nombres que aparecen hoy sobre la mesa como referencia del FA que es Carolina (Cosse), Mario (Bergara), Andrés y yo, tenemos la obligación que la gente nos conozca un poco más, y a su vez nosotros conocer la realidad de cada rincón porque no es igual una punta del país que la otra. Es una tarea de acercamiento que solo la cercanía ya implica mucha cosa, porque lo que siempre nos dicen es “ah, vinieron, hacía tiempo que no venía nadie”, eso nos pasa en muchas localidades y nos terminamos preguntando cómo nos pasó eso. Los que estamos, los referentes de los sectores, los intendentes que estamos, los que fueron intendentes en otro momento, diputados y senadores cubriendo el mapa para recoger propuestas, por supuesto, pero también por aquello de estar con la gente y escuchar que te digan en vivo y en directo las cosas que piensan que no hicimos bien. Esa sola señal tiene una fuerza enorme y consolida una herramienta como el FA. En eso estamos, pensamos volver más adelante, tenemos otros planes allá por setiembre porque creo que hay mucho por hacer en el litoral por los problemas que ustedes conocen, pero a su vez porque esto de venir a encontrarnos siempre es una buena señal para construir la esperanza.
– Justamente, ya que lo mencionó, ¿cómo observa la particularidad de nuestra frontera con Argentina y sus efectos?
– Lo primero que hay que entender es que la frontera no es toda igual, y por remitirnos a la frontera seca, no es lo mismo Chuy que Rivera. Parte de nuestro equipo de intendente trabajó en políticas de frontera, me acuerdo que estaba Aníbal (Pereyra), el intendente de Rocha, junto con intendentes de los tres partidos. No es lo mismo Artigas que Colonia. Entender esa complejidad es lo primero. Hasta hace unos años cuando aparecían en el mapa de Uruguay los niveles de desocupación, los departamentos que aparecían primero eran Treinta y Tres, Cerro Largo. Hoy es el litoral, y Salto a la cabeza en desocupación. Te cambia en pocos años. Considero, porque esto es complejo y hay que analizarlo, que no podemos estar dependiendo exclusivamente de lo que le pase a los vecinos. La premisa fundamental es, ¿qué podemos hacer nosotros para amortiguar eso? Una cosa que pasó en Treinta y Tres, por poner un ejemplo, es que aparecieron inversiones vinculadas a la forestación, no de celulosa, sino otras empresas vinculadas al trabajo en madera, como aserraderos, además de la cementera. Entonces, hablando con la gente de Treinta y Tres te dicen, “si el arroz anda bien, mejor todavía”. En esa región pasaron cosas, como pasó en el centro del país con UPM. Por eso, más allá de las políticas de articulación a nivel de MERCOSUR y la región, tenemos que tener políticas de alto impacto en inversiones.
Por eso en el programa, una de las cosas buenas que tiene, es que habla de la territorialidad en modelos de desarrollo donde no puede dejar región del país sin contemplar, y para eso hay una sola fórmula, que es la inversión pública y la privada. Capaz que hay otra cosa, yo no conozco muchas más. La solución impositiva solamente siempre tiene algún lado, hay otras que se están manejando y entiendo que hay que hincarle el diente. Se habló de la micro importación, pero por ahí hay que entrar a analizar todas las propuestas que ya hay, pero la fundamental para mí es el antídoto para amortiguar más que para evitar los vaivenes de los vecinos, que es la inversión en todo el territorio, o sea, distribuyendo lo mejor posible. Ha habido señales, pero falta bajar el martillo.
A veces me preocupa cuando veo que el gobierno nacional anuncia inversiones y casi siempre son para los mismos departamentos. No estoy atribuyendo intención, pero no puede pasar. Estamos en un país que está muy volcado hacia el mar y hacia el sur. Después “la ele”, me refiero al litoral y al sur, que fue el motor del desarrollo, para llamarlo de alguna forma. Para mí, una más equitativa distribución de las inversiones parece que es la salida.
– En caso de llegar a la Presidencia de la República sin la mayoría parlamentaria, viendo la radicalización a la que se está llegando de la que su departamento y Montevideo ya lo han vivido en sus respectivas Juntas Departamentales, ¿cómo piensa gobernar?
– Hay que tener una actitud permanente de no volar puentes, esto lo aprendí con los más veteranos. Siempre hay que tener del otro lado de la vereda interlocutores con los que no solo hablar sino concretar políticas. Siempre fui de la idea que lo mejor que le puede pasar al país, es que la votación en mi adversario sea a aquel sector que esté más proclive a articular. ¿Qué quiero decir con esto? Que está bien, podés ganar y tener hasta 50 votos en el parlamento, un poco lo que está haciendo este gobierno, que decidió gobernar con su coalición, a tal punto que no ha salido ninguna votación para la integración de tribunales, TCA, Tribunal de Cuentas, Corte Electoral, ninguna. En esta siempre es mano el Presidente. Primera vez en la historia que no se puede articular nada. A veces el FA cayó en eso también, entonces no es solo tener la mayoría. A veces teniendo la mayoría te pasan cosas como nos pasó a nosotros cuando íbamos por una ley de financiamiento de los partidos políticos, y un voto del FA se bajó, que hoy ya no es del FA. Entonces, cuantos más puentes de articulación tengas con el adversario político, más salud para la democracia y para las concreciones que puedan llevarse adelante. Por ejemplo, cuando en este país se resolvió cambiar la matriz energética, se hizo en clave de articulación política primero, Tabaré a la cabeza. Cuando el Presidente Mujica se sienta a conversar con Larrañaga y salió aquella foto en un diario, tuve la suerte de preguntarle, y claro, había que resolver una cosa que precisábamos y que del otro lado el clima estuviera tranquilo, cuestiones claves se entiende. Era el tema de una sequía, había que conseguir forrajes.
Ahora, si volás todos los puentes, si te conformás con tener 50 o 51, ah, ¿sabés qué? Es como la golondrina, va a llegar el momento que vas a precisar, por ejemplo, y lo dije recién, que no se ha podido llegar a acuerdos para la Corte Electoral, Tribunal de Cuentas, la Fiscalía mismo. Te sentás y no hay clima. Entonces, este país que se construyó en base a lo que llamo la acumulación positiva, que son acuerdos que a veces no están explícitos, como la salida a la crisis de 2002, fueron acuerdos que estaban por debajo de la mesa para poder salir lo mejor posible, sin que nadie perdiera su perfil, pero lo primero que había que salvar ahí era al país, y ahí estuvo incluso el PIT CNT, me acuerdo de Ramos que fue protagonista en esto. Esas cosas que nos han construido como país no se puede perder jamás, pero a veces la tentación a perderla es complicada. Solo hace falta mirar un poco para el otro lado y ver lo que nos puede pasar si la lógica es malos versus buenos o ustedes versus nosotros.
– La Presidencia de Vázquez se destacó por las reformas en salud, en el IRPF, matriz energética. La de Mujica por la agenda de derechos. ¿Por qué debería ser recordado un posible próximo gobierno del Frente Amplio?
– Por la diversificación productiva, para empezar. Por un crecimiento y un desarrollo equilibrado desde el punto de vista territorial, no podemos seguir pensando el esquema tal cual viene de la época de los ingleses, todo vinculado al puerto. Por una educación que se amolde a las exigencias del mundo que se nos viene y por, como están dadas las cosas, la generación de la esperanza para la gurisada que tenemos, que por los datos que nos llegan desde el censo, andamos con algún problema demográfico complicado. Hay que dar vuelta en políticas sociales, no llegamos a los tres millones y medio, el año pasado fueron más los que fallecieron que los que nacieron. Me imagino políticas sociales orientadas hacia la preservación y potenciación de la gurisada que no puede ser como las cifras nos están indicando hoy, que niñez y pobreza parecen ir de la mano. Tenemos un buen programa, va a haber plan de gobierno y mucha cosa para discutir, aparte que de acá para allá van a pasar muchas cosas.
————————————-
PERFIL DE YAMANDÚ ORSI
Es del signo de Géminis.
De chiquito quería ser carpintero.
Es hincha de Peñarol.
¿Alguna asignatura pendiente? Practicar más deporte.
¿Una comida? Las milanesas.
¿Un libro? Cualquiera de los de (Yuval Noah) Harari.
¿Una película? El nombre de la rosa.
¿Un hobby? Mirar películas.
¿Qué música escucha? Cualquiera de la buena, menos el reggaetón.
¿Un día de la semana? El viernes.
¿Qué le gusta de la gente? El afecto.
¿Qué no le gusta de la gente? La hipocresía.
