EL PUEBLO con Magdalena Sánchez Blesa
Poetisa y recitadora filántropa que ha viralizado las redes sociales del mundo
Viajando en la nave virtual que nos ha posibilitado el mundo cibernético EL PUEBLO tuvo el privilegio de coincidir con una poetisa, declamadora y filántropa por excelencia: Magdalena Sánchez Blesa… un ser que deja todo en la cancha a la hora de desvelar en su universo poético la existencia de la gente sencilla, de los más vulnerables y la faz del dolor ajeno, que también hace suyo para hablar por aquellos que no tienen voz.
Blesa nació en la ciudad de Murcia (España) y a tierna edad fue signada por el dolor ante la súbita pérdida de su progenitor.
Y sorprendentemente descubrió con apenas ocho años que la poesía sería el mundo que le permitiría levantar su frente y alzar vuelo sin límites… llegando al corazón del necesitado… desentrañando las historias de los más humildes y la belleza de lo cotidiano.
Formada en la Escuela Superior de Arte Dramático de Murcia fue partícipe en varios cortometrajes hasta encarnar su papel protagónico en su primer largometraje “Las Aventuras de Moriana”.
“Instrucciones a mis hijos” es el cuarto poemario que publica tras «Cosas de niña”, “Yo contra mí” y “Nana para dormir a mis abuelos”…. que son algunas de las obras de Magdalena Sánchez Blesa – cuya esencia reivindica la capacidad resiliente del ser humano y su carácter guerrero ante lo adverso.
– ¿Cómo llegan la poesía y la actuación a su vida?
-“Creo ser poetisa desde el vientre de mi madre… así lo siento.
Siempre he sentido algo muy especial… me he tenido que levantar a escribir durante la madrugada, pues no podía soportar que me viniera la inspiración y la dejara pasar. He atendido siempre muy bien a mis musas cuando han llegado… las he mimado muchísimo, pendiente de sus peticiones.
Es posible que la poesía me haya buscado a mí, porque ser poetisa no es fácil.
Tengo un poema que le escribí a mi hijo, al éste preguntarme acerca de su posibilidad de ser poeta…. que se tomara su tiempo para decidir y no decir fácilmente un si a este oficio.
-Olvídalo y sigue tu camino… empero si persistiera… si sigue persiguiéndote por doquier la idea, entonces hazme caso hijo mío… olvídalo de nuevo y busca otro asunto que te guste y ten entretenida la cabeza.
Si aún así no te deja en paz… dile que no otra vez… de ninguna manera digas que sí a un oficio que hace que ni dormir te deja (… ) pero si no lo aguantas.. si te vence… entonces bienvenido… prepara tu corazón para que duela y haz en él un hogar en él donde te quepa toda la humanidad y sé poeta”.
–¿Y cuando se gestan esas primeras poesías?
– “Empecé a escribir a los ocho años cuando mi padre murió y sentí que tenía que drenar mucha pena a través de la tinta… estaba comprando el pan y mientras salía del horno para llevármelo vi un bolígrafo y un papel y escribí mi primer poema inspirada en la angustia y el dolor… porque pasaban los días y yo veía que mi padre no volvía… no entendía a la muerte… no sabía por qué. El pasado 27 de septiembre cumplí cincuenta años… todo este tiempo ha sido un recordatorio del padre que perdí… sin torturarme de ninguna manera … más lo he tenido muy presente.
Cada vez que veo que alguien se enfada con su padre, madre, familia o amigos… siempre intento poner paz… a mi madre la perdí hace tres años… Por ello siempre digo que tenemos que tratarnos con mucho cariño, ya que un día no estaremos”.
– Háblenos de sus libros…
de sus reflexiones…
–“Yo quería contar la historia de los demás… de las personas que no están bien… que se sienten solas… que han atravesado fracasos en sus vidas… que no se sienten útiles… que se sienten menos que los demás… que no llegan a fin de mes. A esa gente que sufre una pérdida… que les cuesta salir adelante… He prestado mucha atención a la gente sencilla que pasa por mi vida y me comparte su historia.
Como el caso de este poema Te necesitas que está en mi último libro… para aquellas personas que puedan percatarse de que existen y se necesitan”.
Magdalena Sánchez Blesa es una poetisa cuya filantropía cobra vida en cada verso cuya voz brega por el sector más vulnerable de la humanidad.
–¿Cuándo decide compartir sus vídeos de poesía que han inundado las redes sociales en todas partes del mundo?
– “Había fallecido mi madre y se aproximaba el día de las madres que aquí en España se celebra el 5 de mayo. Ese 15 de abril me dio por compartir un poema que le había escrito a mi madre… que en realidad estaba dedicada a todas las madres del mundo… cuando escribo para mis hijos también es para todos los hijos del mundo. Lo colgué en internet y al rato estaba 300.000 veces compartido. Ese poema me ha dado muchas satisfacciones y ha conmovido a mucha gente”.
Vale destacar que el poemario de Magdalena Sánchez Blesa figura en un canal de Youtube David Perea… también podrán visitar su página web
www.magdalenasanchezblesa.com.
Sus poemas y recitados tienen millones de visitas en todo el mundo… Blesa ha visitado en persona para hacer sus recitales en varios países de Europa y América Latina.
-¿Hacia dónde rumbea la humanidad?
-”Veo muchísima tontería… más de la necesaria. Creo que todo es mucho más sencillo de lo que estamos haciendo… la vida consiste en darse la mano y decir Aquí estoy para lo que necesites… tenemos que vivir cada día como si fuera el último. Cada ser humano en este mundo necesita que lo respeten… necesitamos hablarnos con cariño… dulzura… es algo tan simple como quererse”.
“Instrucciones a mis hijos” fue un libro que nació en medio de un padecimiento de cáncer de mama… la poetisa tuvo la intención de dejarles un hermoso legado por si le tocaba partir de este mundo.
“Tengo tres hijos maravillosos que son mi verdadero gozo” – confieza Blesa.
-¿Su mayor desafío?
-”Inculcar valores en la juventud… ésta debe entender que no debe tirar su vida por la borda.
Los jóvenes deben ver buenos ejemplos en sus mayores”.
Magdalena Sánchez Blesa cultiva un mundo interior donde reinan la paz y muchas veces el silencio… diálogos con sus hijos… memorias de su madre que fue su musa inspiración y “le dejó su vida contestada”… “Todas las historias tienen un gran valor y debemos aprender a escuchar”.
