back to top
lunes, 9 de junio de 2025
7.7 C
Salto

«Me cuesta pensar que una democracia pueda prosperar sin periodistas (porque) funciona bien si el soberano está informado”

- espacio publicitario -
Diario EL PUEBLO digital
Enlace para compartir: https://elpueblodigital.uy/yy8u
omo escribiera en el mes de enero del año pasado el analista Adolfo Garcé sobre el nuevo libro del periodista Tomás Linn, “¿Una especie en extinción? Los periodistas y su crisis, cómo ella afecta la calidad de la democracia y los valores que deben permanecer”, “nos invita a volver a reflexionar sobre un tema crucial: ¿qué tipo de periodismo deberíamos tener para tener mejores democracias? La pregunta es muy importante. Citando al filósofo norteamericano John Dewey, el autor insiste en que el periodismo debe contribuir a mejorar esa “conversación” que es la democracia. Desde este punto de vista, la tarea no luce muy sencilla. Nuestra democracia, con demasiada frecuencia, genera más ruidos que palabras, más adjetivos que sustantivos, más acusaciones frontales que deliberaciones cabales”.
Pues bien, hace poco Linn visitó nuestra ciudad para presentar sus reflexiones en torno a dicho libro, brindando una charla en la sede salteña de la Universidad Católica. EL PUEBLO trae hoy un resumen de las mismas.
EN NUESTRA
VIDA COTIDIANA
“Este es un tema que tiene que preocupar a la sociedad en general, más allá del periodismo y de los periodistas. Hay una especie de tendencia de ver en entrevistas a seres que están en una ciudad muy lejana, que trabajan o producen un programa de televisión, tal vez formando parte de las estrellas de lo que es el jet set televisivo y quienes trabajamos en empresas que por nuestro trabajo en impresos no llegamos a ese nivel de relación más masiva”.
“De todas formas, nos ven, nos vemos y nos preguntamos todos, ¿en qué andarán estos periodistas? ¿Qué estarán haciendo? Sin embargo, formamos parte de la vida diaria y de los hábitos cotidianos, aunque muchas veces la gente no sabe, como de pronto tampoco saben quién hace el café que tomamos a la mañana en el desayuno, no estamos muy conscientes qué se hace para preparar el noticiero que estamos escuchando en la radio a la mañana mientras tomamos el café o el mate o tal vez leyendo el diario sobre lo que pasó en las últimas veinticuatro horas que también aparecen en la pantalla de nuestra computadora. Todo eso forma parte de nuestra rutina sin darnos cuenta que son los periodistas los que se han metido en nuestra cocina entrando por la puerta de atrás de nuestra casa y nos están dando, bien o mal, el panorama de noticias de lo que está ocurriendo”.
PERIODISMO
EN CRISIS
“Por lo tanto, lo que pasa con los periodistas es algo que concierne a todos porque como decía, se han metido en nuestra vida cotidiana, ofrecen un servicio que nos resulta útil para manejarnos”.
“¿Y en qué está el periodismo hoy? Por una serie de razones concluyo que el periodismo se encuentra en una profunda crisis. En estos últimos años he estado tratando de entender de qué se trataba esta crisis y terminé publicando un libro que lleva por título ‘¿Una especie en extinción?’, y me sigo preguntando, ¿es realmente una especie en extinción el periodismo? ¿Se puede afirmar que estos servicios que hemos recibido diariamente durante tanto tiempo tienden a desaparecer?”
“En el mundo creo que no, pero hay muchas cosas que están pasando que apuntan a que así parezca. Pero, ¿por qué en el fondo creo que no y que es importante el papel que juegan los periodistas? Como dijo un Primer Ministro en momentos en que era muy acosado por los periodistas, ‘imaginemos un mundo sin periodistas’, y se asusta ante el resultado, él, que muchas veces fue cuestionado por noticias que no lo beneficiaban”.
“A mí me cuesta imaginar una democracia como en nuestro país, donde hemos tenido muchos años de democracia, donde hemos tenido períodos de ausencia de ella y hemos luchado para que vuelva, y me cuesta pensar que una democracia puede prosperar sin periodistas, sin gente que esté hurgando, buscando y desenterrando noticias que le sirvan a la ciudadanía. La democracia funciona bien si el soberano está informado, si tiene suficientes elementos como para tomar las decisiones, desde las más simples hasta las más complejas”.
TRANSFORMACIONES
TECNOLÓGICAS
“Hay muchas cosas que están pasando a la vez y que explican esta profunda crisis del periodismo. Por cierto que lo primero que decimos refiere a las transformaciones tecnológicas, que han sido muchas y muy aceleradas. La diferencia de los procesos tecnológicos con los medios del siglo pasado no habían siquiera sido medidas por el periodismo. Hoy aparecen, se imponen de alguna manera y los periodistas tenemos que ver qué hacemos”.
“Estas transformaciones tecnológicas tienen mucho que ver con este proceso de crisis que tenemos, pero no son las únicas”.
“Sin duda que internet ha generado un impacto profundo, a tal extremo que, por ejemplo, ya estamos contando cuánto falta para que llegue el día que no leamos más en papel o cuánto falta para que ya no sea necesario mirar el noticiero de las siete de la noche sino cuando a nosotros nos venga bien, prendemos la computadora y vemos lo que nos interesa”.
“Es decir, los soportes tecnológicos están cambiando la forma de hacer periodismo. Pero también hay otros fenómenos que están llegando todos a la misma vez, algunos están para quedarse, otros son esos procesos de moda que van en una dirección y que presumiblemente en algún momento vuelvan para atrás. Algunos son causa o consecuencia de otros, como diría un astrólogo, se alinearon los astros. Es decir, hay un montón de factores que se juntaron y están generando un sacudón muy grande, es como si hubiera una gran tormenta de viento dejando una polvareda muy grande, y la polvareda no termina de caer, no sabemos dónde va a caer y tampoco sabemos cómo va a caer. Y eso es un poco la crisis que estamos viviendo”.
OTROS FACTORES
DE LA CRISIS
“¿Cuáles son los otros factores que están incidiendo en cómo se hace periodismo hoy en día? Como ya dije, primero está el desafío tecnológico. Segundo, hay una generación amplia de gente desconectada con las noticias, es decir que pueden vivir en el mundo sin leer ni enterarse de lo que está pasando. Esto como consecuencia trae un tercer efecto que es la creciente tendencia a la frivolización de las noticias y al crecimiento de un periodismo que se dedica solo a temas frívolos y livianos”.
“Hay una especie de retorno al siglo XIX, donde el periodismo no era buscador de noticias sino simplemente predicador de tribuna de ideales políticos, hay una especie de retorno a volver a partidizar al periodismo”.
“Hay también un factor circunstancial pero que está afectando mucho, que es la presión de muchos gobiernos dentro y fuera de la región para acallar al periodismo independiente, que por ser independiente tiende a ser más difícil de domar”.
“Y hay, por último, un tema financiero. El dinero se adquiere a través de determinados mecanismos que financian a quienes trabajan de periodistas y que además permite a los medios contratar a más y mejores periodistas, pero que hoy, por una serie de causas, no está llegando lo que está llevando a que el periodismo tenga menor calidad”.
ES GENIAL PERO
NOS MATA
“El primer punto al que nos referimos, la tecnología, es el que más vemos porque todos nos manejamos con internet, entramos en blogs, tenemos Facebook, entramos en Twitter. Es decir, hay toda una convivencia cotidiana de la gente con todos estos elementos que están, de alguna manera, generando desafíos muy interesantes, porque por un lado coloca la manera de hacer periodismo, y por otro lado se vuelve una fuente de información muy rica y muy fermental. Los periodistas tenemos a veces sentimientos contradictorios, es genial esto pero nos está matando, todo a la misma vez”.
“Pero bueno, la gente se levanta a la mañana, toma mate o café, abre el laptop, entra y recibe los quince o más titulares de lo que pasó en el país y en el mundo. Solo titulares, nada de profundización. Pero bueno, con eso tenemos un mapa informativo del día que nos permite salir al mundo y saber qué está pasando”.
“Y aquellos Cafés que antes tenían mesas donde desplegar los diarios hoy tienen wi fi, y así recibimos esos mismos titulares a nuestro correo. Luego entramos a Facebook y vemos qué le pasó a nuestro amigo y si salió con tal o si no pudo salir por lo que está deprimido. Ahora, si el impuesto que decidió crear el gobierno va a afectarnos mal o nos va a beneficiar, de eso no nos enteramos. Quizás sí, pero mirando Facebook algún amigo al que le había perdido el rastro, cuelga una nota de un diario afgano o japonés y lo veo. Pero para qué voy a leer los diarios o para qué voy a ver el noticiero si yo mismo me armo el mapa informativo de lo que pueda interesarme”.
“Después empiezan a aparecer ciertas dudas. En poco tiempo apareció en Facebook gente que colgaba de un sitio notas muy bien editadas, muy bien escritas que nos llevaba a preguntarnos si eran ciertas. Y al final resultó que se trataba de un sitio web que la gente recogía en Facebook que escribían notas en broma, pero que estaban tan bien escritas que la gente las compraba como ciertas, lo que demuestra que la gente es muy ingenua, como cuando el actor Orson Wells realizó (en la década del 30 del siglo pasado) la transmisión en radio de una invasión marciana, donde mucha gente que estaba descubriendo aún esa nueva tecnología que era la radio, creyó que era cierto y hubo una situación de pánico. A veces pienso en eso y veo que está pasando hoy con este instrumento nuevo que es internet y Facebook, donde encontramos noticias falsas y nos parece que fueran ciertas”.
“Eso está generando un problema en la práctica del periodismo, porque el capital básico de todo periodista es su credibilidad. Es decir que lo que informa, lo que explica y analiza, es creíble por la gente que lo lee o lo escucha, y con esta aparición de noticias falsas que pulula en internet comienza a desdibujarse ciertas fronteras”.
“De todas formas, hay diarios que se están pasando o están teniendo su versión en internet y la gente los encuentra y reconoce por la marca de su prestigio y se decide a leer los diarios digitales”.

Como escribiera en el mes de enero del año pasado el analista Adolfo Garcé sobre el nuevo libro del periodista Tomás Linn, “¿Una especie en extinción? Los periodistas y su crisis, cómo ella afecta la calidad de la democracia y los valores que deben permanecer”, “nos invita a volver a reflexionar sobre un tema crucial: ¿qué tipo de periodismo deberíamos tener para tener mejores democracias? La pregunta es muy importante. Citando al filósofo norteamericano John Dewey, el autor insiste en que el periodismo debe contribuir a mejorar esa “conversación” que es la democracia. Desde este punto de vista, la tarea no luce muy sencilla. Nuestra democracia, con demasiada frecuencia, genera más ruidos que palabras, más adjetivos que sustantivos, más acusaciones frontales que deliberaciones cabales”.

Pues bien, hace poco Linn visitó nuestra ciudad para presentar sus reflexiones en torno a dicho libro, brindando una charla en la sede salteña de la Universidad Católica. EL PUEBLO trae hoy un resumen de las mismas.

EN NUESTRA VIDA COTIDIANA

- espacio publicitario -ASISPER

“Este es un tema que tiene que preocupar a la sociedad en general, más allá del periodismo y de los periodistas. Hay una especie detomas-linn.3 tendencia de ver en entrevistas a seres que están en una ciudad muy lejana, que trabajan o producen un programa de televisión, tal vez formando parte de las estrellas de lo que es el jet set televisivo y quienes trabajamos en empresas que por nuestro trabajo en impresos no llegamos a ese nivel de relación más masiva”.

“De todas formas, nos ven, nos vemos y nos preguntamos todos, ¿en qué andarán estos periodistas? ¿Qué estarán haciendo? Sin embargo, formamos parte de la vida diaria y de los hábitos cotidianos, aunque muchas veces la gente no sabe, como de pronto tampoco saben quién hace el café que tomamos a la mañana en el desayuno, no estamos muy conscientes qué se hace para preparar el noticiero que estamos escuchando en la radio a la mañana mientras tomamos el café o el mate o tal vez leyendo el diario sobre lo que pasó en las últimas veinticuatro horas que también aparecen en la pantalla de nuestra computadora. Todo eso forma parte de nuestra rutina sin darnos cuenta que son los periodistas los que se han metido en nuestra cocina entrando por la puerta de atrás de nuestra casa y nos están dando, bien o mal, el panorama de noticias de lo que está ocurriendo”.

- espacio publicitario -UNICEF

PERIODISMO EN CRISIS

“Por lo tanto, lo que pasa con los periodistas es algo que concierne a todos porque como decía, se han metido en nuestra vida cotidiana, ofrecen un servicio que nos resulta útil para manejarnos”.

“¿Y en qué está el periodismo hoy? Por una serie de razones concluyo que el periodismo se encuentra en una profunda crisis. En estos últimos años he estado tratando de entender de qué se trataba esta crisis y terminé publicando un libro que lleva por título ‘¿Una especie en extinción?’, y me sigo preguntando, ¿es realmente una especie en extinción el periodismo? ¿Se puede afirmar que estos servicios que hemos recibido diariamente durante tanto tiempo tienden a desaparecer?”

“En el mundo creo que no, pero hay muchas cosas que están pasando que apuntan a que así parezca. Pero, ¿por qué en el fondo creo que no y que es importante el papel que juegan los periodistas? Como dijo un Primer Ministro en momentos en que era muy acosado por los periodistas, ‘imaginemos un mundo sin periodistas’, y se asusta ante el resultado, él, que muchas veces fue cuestionado por noticias que no lo beneficiaban”.

“A mí me cuesta imaginar una democracia como en nuestro país, donde hemos tenido muchos años de democracia, donde hemos tenido períodos de ausencia de ella y hemos luchado para que vuelva, y me cuesta pensar que una democracia puede prosperar sin periodistas, sin gente que esté hurgando, buscando y desenterrando noticias que le sirvan a la ciudadanía. La democracia funciona bien si el soberano está informado, si tiene suficientes elementos como para tomar las decisiones, desde las más simples hasta las más complejas”.

TRANSFORMACIONES TECNOLÓGICAS

“Hay muchas cosas que están pasando a la vez y que explican esta profunda crisis del periodismo. Por cierto que lo primero que decimos refiere a las transformaciones tecnológicas, que han sido muchas y muy aceleradas. La diferencia de los procesos tecnológicos con los medios del siglo pasado no habían siquiera sido medidas por el periodismo. Hoy aparecen, se imponen de alguna manera y los periodistas tenemos que ver qué hacemos”.

“Estas transformaciones tecnológicas tienen mucho que ver con este proceso de crisis que tenemos, pero no son las únicas”.

“Sin duda que internet ha generado un impacto profundo, a tal extremo que, por ejemplo, ya estamos contando cuánto falta para que llegue el día que no leamos más en papel o cuánto falta para que ya no sea necesario mirar el noticiero de las siete de la noche sino cuando a nosotros nos venga bien, prendemos la computadora y vemos lo que nos interesa”.

“Es decir, los soportes tecnológicos están cambiando la forma de hacer periodismo. Pero también hay otros fenómenos que están llegando todos a la misma vez, algunos están para quedarse, otros son esos procesos de moda que van en una dirección y que presumiblemente en algún momento vuelvan para atrás. Algunos son causa o consecuencia de otros, como diría un astrólogo, se alinearon los astros. Es decir, hay un montón de factores que se juntaron y están generando un sacudón muy grande, es como si hubiera una gran tormenta de viento dejando una polvareda muy grande, y la polvareda no termina de caer, no sabemos dónde va a caer y tampoco sabemos cómo va a caer. Y eso es un poco la crisis que estamos viviendo”.

OTROS FACTORES DE LA CRISIS

“¿Cuáles son los otros factores que están incidiendo en cómo se hace periodismo hoy en día? Como ya dije, primero está el desafío tecnológico. Segundo, hay una generación amplia de gente desconectada con las noticias, es decir que pueden vivir en el mundo sin leer ni enterarse de lo que está pasando. Esto como consecuencia trae un tercer efecto que es la creciente tendencia a la frivolización de las noticias y al crecimiento de un periodismo que se dedica solo a temas frívolos y livianos”.

“Hay una especie de retorno al siglo XIX, donde el periodismo no era buscador de noticias sino simplemente predicador de tribuna de ideales políticos, hay una especie de retorno a volver a partidizar al periodismo”.

“Hay también un factor circunstancial pero que está afectando mucho, que es la presión de muchos gobiernos dentro y fuera de la región para acallar al periodismo independiente, que por ser independiente tiende a ser más difícil de domar”.

“Y hay, por último, un tema financiero. El dinero se adquiere a través de determinados mecanismos que financian a quienes trabajan de periodistas y que además permite a los medios contratar a más y mejores periodistas, pero que hoy, por una serie de causas, no está llegando lo que está llevando a que el periodismo tenga menor calidad”.

ES GENIAL PERO NOS MATA

“El primer punto al que nos referimos, la tecnología, es el que más vemos porque todos nos manejamos con internet, entramos en blogs, tenemos Facebook, entramos en Twitter. Es decir, hay toda una convivencia cotidiana de la gente con todos estos elementos que están, de alguna manera, generando desafíos muy interesantes, porque por un lado coloca la manera de hacer periodismo, y por otro lado se vuelve una fuente de información muy rica y muy fermental. Los periodistas tenemos a veces sentimientos contradictorios, es genial esto pero nos está matando, todo a la misma vez”.

“Pero bueno, la gente se levanta a la mañana, toma mate o café, abre el laptop, entra y recibe los quince o más titulares de lo que pasó en el país y en el mundo. Solo titulares, nada de profundización. Pero bueno, con eso tenemos un mapa informativo del día que nos permite salir al mundo y saber qué está pasando”.

“Y aquellos Cafés que antes tenían mesas donde desplegar los diarios hoy tienen wi fi, y así recibimos esos mismos titulares a nuestro correo. Luego entramos a Facebook y vemos qué le pasó a nuestro amigo y si salió con tal o si no pudo salir por lo que está deprimido. Ahora, si el impuesto que decidió crear el gobierno va a afectarnos mal o nos va a beneficiar, de eso no nos enteramos. Quizás sí, pero mirando Facebook algún amigo al que le había perdido el rastro, cuelga una nota de un diario afgano o japonés y lo veo. Pero para qué voy a leer los diarios o para qué voy a ver el noticiero si yo mismo me armo el mapa informativo de lo que pueda interesarme”.

“Después empiezan a aparecer ciertas dudas. En poco tiempo apareció en Facebook gente que colgaba de un sitio notas muy bien editadas, muy bien escritas que nos llevaba a preguntarnos si eran ciertas. Y al final resultó que se trataba de un sitio web que la gente recogía en Facebook que escribían notas en broma, pero que estaban tan bien escritas que la gente las compraba como ciertas, lo que demuestra que la gente es muy ingenua, como cuando el actor Orson Wells realizó (en la década del 30 del siglo pasado) la transmisión en radio de una invasión marciana, donde mucha gente que estaba descubriendo aún esa nueva tecnología que era la radio, creyó que era cierto y hubo una situación de pánico. A veces pienso en eso y veo que está pasando hoy con este instrumento nuevo que es internet y Facebook, donde encontramos noticias falsas y nos parece que fueran ciertas”.

“Eso está generando un problema en la práctica del periodismo, porque el capital básico de todo periodista es su credibilidad. Es decir que lo que informa, lo que explica y analiza, es creíble por la gente que lo lee o lo escucha, y con esta aparición de noticias falsas que pulula en internet comienza a desdibujarse ciertas fronteras”.

“De todas formas, hay diarios que se están pasando o están teniendo su versión en internet y la gente los encuentra y reconoce por la marca de su prestigio y se decide a leer los diarios digitales”.

Enlace para compartir: https://elpueblodigital.uy/yy8u