Mario Vargas Llosa nació en Arequipa, Perú, el 28 de marzo de 1936; es decir, este pasado lunes cumplió sus 80 años. No es necesario recordar que se trata de uno de los mayores creadores de ficción, autor de una extensa lista de libros de cuentos y novelas, lo que le mereció (luego de varios importantísimos premios) el Premio Nobel, en 2010. Sí vale la pena recordar siempre, su permanente lucha por la cultura, por una cultura sólida que, según él, la humanidad viene perdiendo considerablemente. A propósito, vienen bien las siguientes líneas extraídas del libro “La civilización del espectáculo”, publicado en 2012: “…La cultura atraviesa una crisis profunda y ha entrado en decadencia (…). Es verdad que los diarios y revistas más serios publican todavía reseñas de libros, exposiciones y conciertos, pero ¿alguien lee a esos paladines solitarios que tratan de poner cierto orden jerárquico en esa selva promiscua en que se ha convertido la oferta cultural de nuestros días? (…) La literatura light, como el cine light y el arte light, da la impresión cómoda al lector y al espectador de ser culto, revolucionario, moderno, y de estar a la vanguardia, con un mínimo esfuerzo intelectual. De este modo, esa cultura, que se pretende avanzada y rupturista, en verdad propaga el conformismo a través de sus manifestaciones peores: la complacencia y la autosatisfacción…”.
LOS FESTEJOS DE SUS 80 AÑOS (Publicado por Diario Uno, ayer miércoles 30)
«Siento la misma inseguridad ahora cuando comienzo una novela que cuando escribí mis primeros cuentos cuando era adolescente», afirmó el premio Nobel peruano Mario Vargas Llosa a sus 80 años, que celebró el lunes a la noche en un selecto hotel madrileño de la mano de seis expresidentes hispanoamericanos, amigos y figuras de la cultura de todo el mundo. «Con la práctica de la vocación lo que crece es el sentido autocrítico… pero la inseguridad la sigo sintiendo como cuando era un adolescente», aseguró el autor de obras emblemáticas como Conversación en la catedral, Pantaleón y las visitadoras y La ciudad y los perros. Escritor, político, viajero y hombre de familia, expresó su preferencia por el libro de papel y escribir a mano, algo que hace con todas las primeras versiones de sus escritos. «El ritmo de mi pensamiento está totalmente condicionado al ritmo de la mano. Creo que pertenezco a la última generación de escritores que va a dejar manuscritos», aseguró quien sin embargo goza en la computadora «muchísimo buscando la palabra y la frase justa, cortando, cambiando el orden de las historias».
«La disciplina, el orden y la continuidad para mí es absolutamente fundamental. Incluso trabajo los fines de semana también porque cuando corto un día, ese pequeño bache, hace que se me desmorone lo que estoy haciendo», advirtió el escritor. Vargas Llosa aseguró no pensar en el lector cuando escribe: «Sigo siendo un convencido de que lo mejor que le puede pasar a una persona en la vida es ser lector. Yo creo que la buena lectura es el placer supremo» y aseveró que lo descubrió a los cinco años, cuando aprendió a leer. «El lector soy yo», dijo sin titubear. Tras la reciente publicación de la novela Cinco esquinas, Vargas Llosa cumplirá con un sueño de larga data: la publicación de dos tomos, con ocho de sus obras, en la prestigiosa colección francesa La Pléiade, que alberga el canon de la literatura universal. En la celebración de su 80 aniversario el escritor recibió junto a su pareja, Isabel Preysler, a cerca de 400 invitados en una fiesta privada en el lujoso hotel Villa Magna, en Madrid, y por primera vez no viajó a su ciudad natal de Arequipa para celebrar junto a su familia y realizar personalmente la ya tradicional donación de libros que desde 2012 hace a la biblioteca homónima regional, que este año consistió en 3.100 ejemplares. De la celebración participaban periodistas, personalidades de la cultura, escritores como Rosa Montero, Santiago Roncagliolo, Juancho Armas Marcelo y Julián Cebrián. Mientras que desde la esfera política acompañaron al Nobel el ministro de Industria y Turismo de España, José Manuel Soria; el embajador de Estados Unidos, James Costos, junto a su marido, el diseñador Michael Smith, y Mitzy Capriles, esposa del dirigente opositor venezolano Antonio Ledezma. Hoy celebrará en la Casa de América de Madrid un seminario organizado por la Fundación internacional para la libertad, presidida por el Nobel, del que participarán los expresidentes Felipe González y José María Aznar, de España; Sebastián Piñera, de Chile; Andrés Pastrana y Álvaro Uribe, de Colombia y escritores como el turco Orhan Pamuk, el español Javier Cercas y los cubanos Carlos Alberto Montaner y Yoani Sánchez, entre otros invitados.Vargas Llosa participará en la 42ª. Feria del Libro de Buenos Aires que se desarrollará del 21 de abril al 9 de mayo próximo.
El escritor le dio un nombre a la felicidad: «Por fin he sabido que la palabra felicidad tiene nombre y apellido: Isabel Preysler», sostuvo el escritor Mario Vargas Llosa durante el brindis de la cena en la que festejó sus 80 años. Entre los casi 400 invitados también estaban el cantante Enrique Iglesias –hijo de Isabel Preysler– y su novia, Anna Kournikova, que viajaron expresamente desde Rusia a España para felicitar a Mario. Desde Buenos Aires, el presidente Mauricio Macri envió un video filmado en la Casa Rosada en el que bromea sobre la vitalidad del novelista: «Sé que estás viniendo a la Argentina para la Feria del Libro. Lo primero que te voy a preguntar es cuál es la pastilla que tomás para llegar a los 80 tan impecable». Durante la fiesta de cumpleaños, los invitados recibieron como regalo el libro Ideas en libertad, una obra que rinde –
homenaje al autor de la flamante novela Cinco esquinas a través de la pluma de 80 autores y cuya idea original nació de Marcelino Elosua, fundador y presidente de LID Editorial, la encargada de editar el libro. «El ritmo de mi pensamiento está totalmente condicionado al ritmo de la mano. Creo que pertenezco a la última generación de escritores que va a dejar manuscritos». Sueño cumplido: En alguna oportunidad el escritor había expresado que solía imaginarse a los 80 años en compañía de un gran danés. Su pareja cumplió ese deseo y ahora es dueño de un cachorro de esta raza.
Mario Vargas Llosa: 80 años y la lucidez para luchar por una cultura que no sea “light”
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