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Mariana Ciocca Caprile: la herencia del amor por la docencia y las murgas

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“Papá fue un enamorado de la murga y del carnaval, eso lo mantuvo motivado durante el transcurso de su enfermedad”

Nacida el 2 de agosto de 1989, Mariana Ciocca Caprile es una salteña que muchos conocen como docente, otros como mujer aficionada al Carnaval pero además, con activa participación en la organización de eventos carnavaleros a través de la Asociación de Actores de Carnaval (ASAC). Para otros es “una de las hijas de Papino”; claro, la figura de su papá no ha pasado inadvertida. ¿Su inclinación por el magisterio y las murgas tuvo influencia del director de murgas que fue su papá y de la maestra Adriana, su mamá? De esta y otras cuestiones habló Mariana con EL PUEBLO para este Al Dorso de hoy.

1-Para empezar hablemos de tus primeros años, tu infancia…

Tengo los más lindos recuerdos, porque nosotros, con mis hermanos Ana Clara y Agustín, nacimos y nos criamos junto a nuestros padres en la casa de mi abuela materna (Martha), la mujer más buena y dulce que existe en el mundo, hoy tiene 85 años y nos sigue cuidando y malenseñando como en ese entonces. En la época de mi infancia ella junto a su hermana tenían un almacén al frente de la casa donde vivíamos, entonces nosotros pasábamos prácticamente ahí, o en el patio jugando con los vecinos, que en esa época eran un montón. Y recuerdo que cuando mamá o papá cocinaban y no me gustaba la comida, me iba al almacén a ver que había, y si no, también tenía la opción de ir a lo de unos vecinos que siempre me trataron como familia y comía con ellos: Nena, Julio y Sandra. Tuve una infancia muy linda. Antes de terminar la escuela nos fuimos a vivir al centro un tiempo, pero seguimos con todas nuestras actividades en el barrio (Cerro): escuela, escuela de música, inglés. Luego volvimos al barrio, nos mudamos frente a la casa del abuelo paterno, al que le decíamos el abuelo Ciocca, y cruzábamos a su casa a juntar con él los huevos de las gallinas, porque tenía gallinero en el fondo. Disfrutamos mucho de pasar tiempo con él también. El abuelo falleció unos meses antes de que yo cumpliera 15 años y nos fuimos a vivir a su casa. Actualmente estoy viviendo en el mismo lugar y la verdad es como que si nunca me hubiera ido de casa. 

2- ¿Por qué decidiste ser maestra?

Siempre me gustó la docencia, pero cuando terminé el liceo no tenía muy claro qué hacer. Me gustaba mucho el inglés y me inscribí en el CERP, di y salvé la prueba de ingreso, pero no me sentí entusiasmada y me inscribí en el IFD. Esos 4 años de estudio, teoría y práctica, reafirmaron mi deseo de querer ser maestra, conocí personas increíbles, tanto compañeros como profesores, que contribuyeron a mi formación. Realmente no me arrepiento, amo lo que hago. Obvio que hay días que cansan más que otros, que hay que cumplir con un montón de exigencias para ayer, pero estar con los niños dentro del aula, te hace sacar lo mejor de vos para que ellos aprendan, pero también para que se sientan bien y sepan que sos una persona en la que ellos pueden confiar. 

3- ¿Influyó que tu mamá sea maestra? 

Puede ser que haya influido sí, porque no es porque sea mi mamá, pero es excelente en su trabajo, responsable, cumplidora, estudiosa, exigente sin perder la calidez, sin duda que un ejemplo a seguir para mí. Yo la tuve de maestra en 4to año, entonces siempre tuve que ser más independiente de ella, me tocaba hacer los deberes con papá. Pero como docentes nos ayudamos mutuamente en lo que necesitamos y está buenísimo saber que contamos la una con la otra. 

4-Dicen que hoy en día los maestros hacen de padres, de psicólogos, etc.. ¿Qué opinión tenés? 

La gente dice que a veces los maestros cumplimos muchos roles, porque los niños nos cuentan sus vivencias, sus intereses, sus necesidades, sus sentimientos y nosotros desde nuestro rol los escuchamos y acompañamos. De todos modos, hay cuestiones que tienen que resolverlas las familias y los profesionales…  

5-¿Dónde has trabajado? ¿Dónde estás trabajando actualmente? 

Este año estoy trabajando en la Escuela Nº 64, es mi primer año allí, pero la verdad es una hermosa escuela, cerquita de casa y donde se trabaja muy lindo. Me recibí en diciembre del 2011 y durante el 2012, mientras estudiaba para el concurso hice suplencias cortas en varias escuelas, después estuve durante 3 años en la Escuela Nº3 y en el 2015, elegí mi efectividad en la Escuela Nº107 de Barrio Uruguay, donde pasé dos años hermosos. Luego comencé a trabajar en Tiempo Completo, además de la 64, estuve en la 1 y en la 78. En el 2020, me trasladé a la escuela Nº121, pero seguí liberando mi cargo para continuar en Tiempo Completo. 

6- Cambio de tema, hablanos de tu gusto por el carnaval, las murgas… ¿Influencia de tu papá? 

Amo el carnaval y las murgas desde la panza de mamá, así como mi hija. Lo heredamos, lo llevamos en la sangre y sin dudas que es influencia de papá. Desde chica lo acompañé a todos lados, me contaba mamá que yo dormía en bancos o en sillas, porque quería ir siempre con él, no era opción quedarme en casa. Ensayos, tablados, desfiles, siempre mi recuerdo es ir de la mano de papá o sostener la guitarra, o el estuche mientras estaba actuando. Crecimos con la murga, cuando papá hizo un parate y dejó de salir en la Punto, yo ya tenía 15 años…

7- Pero después él siguió y vos también…

Claro, luego, de grande lo seguí acompañando cuando salió en La Clarinada me iba en la moto con él a los ensayos de Progreso, había veces que no quería llevarme, pero la mayoría de las veces lo convencía de que me llevara. A La Parentela ya íbamos y volvíamos solas con mis amigas, y en La Nueva, donde salió los últimos dos años que hizo Carnaval, yo iba con Emilio, mi pareja. Fue una gran emoción verlos coincidir en un escenario, mis dos murgueros favoritos, aunque obvio papá era más, pero eso no podía decirlo. Papá fue un enamorado de la murga y del carnaval, y eso lo mantuvo motivado durante el transcurso de su enfermedad, porque escribió junto a Franco Rocha y Javier Urreta la letra para Punto y Coma 2023. Que alegría que tenía, se despertaba de noche para escribir cuando tenía una idea y hasta ahora conservo un grupo de WhatsApp con él, en el que enviaba letras que creaba y melodías que le gustaban para el repertorio. Sin dudas forman parte de mis mejores recuerdos, y que los compartiera conmigo me encantaba. Con mi hermana nos tatuamos junto al contorno de su figura con la guitarra, la frase: “La murga y vos, un solo ser”, eso lo definía y eso sin dudas, nos define a nosotros. 

8- Recuerdo tu participación en ASAC, ¿cómo fue eso?

Mi participación en ASAC comienza como delegada de murga La Parentela, cuando papá junto a un grupo de hermosas personas formó la murga. Más adelante, fui delegada de murga La Nueva, porque Emilio salió ahí desde siempre. Me gustaba serlo, era un rol con mucha responsabilidad porque era la cara visible de la murga en las reuniones con la Comisión y quien tenía que transmitir la información en las reuniones y a la murga. Más adelante fui secretaria y también presidente de la misma. En este último período fui la tesorera. Finalizado el Concurso 2024, decidí dar un paso al costado, porque la maternidad y la escuela, exigen y demandan mucho tiempo y realmente hay días que quiero descansar y no estar pensando en reuniones, llamadas y acuerdos. Sí destacar que siempre lo que se hizo fue todo a pulmón y rodeada de muchos compañeros que supieron ser sostén en todo momento, por eso voy a estar agradecida siempre.  

9-Este domingo es el Día de la Madre, ¿cómo cambió tu vida desde que sos madre?

Sin dudas que mi vida es mucho mejor desde que soy madre. Mi hija, Amelia, llegó en el momento justo para salvarme la vida. Siempre tuve ganas de ser mamá, siempre rodeada de niños tanto en la escuela, como en la familia, los hijos de mis amigas (tengo 4 ahijados), pero no se daba. Cuando me enteré que estaba embarazada, papá ya estaba cursando su enfermedad, y el estar de licencia me hizo poder acompañarlo en todo ese proceso, que de estar trabajando se iba a complicar. Por suerte, pudo conocerla. Ella es la que me mantiene con fuerzas para seguir todos los días, yo sé que llego a mi casa y ella espera con una sonrisa. Tengo que estar al 100% para jugar con ella y atender sus demandas. Ser mamá de Amelia es mi mayor orgullo, fui premiada por la vida con mi hija. Es pequeña aún, tiene 1 año y 8 meses, pero es luz. Siempre está feliz, es inquieta, curiosa, sociable, compradora y podría seguir con mil adjetivos más. Yo creo que compartir mi vida con ella me cambió y mucho, pude entender muchas cosas de mi infancia y el actuar de mis padres y no tengo dudas, que son un ejemplo a seguir en la crianza de mi hija. Con respecto al tiempo, necesito un día con más horas para cumplir con mi profesión, para hacer las cosas en casa, pero tengo una buena red de contención para poder hacerlo, sin dudas que sola no podría cumplir con todo.

10-¿Tenés planes a futuro?

Lo que he pasado junto a mis hermanos el año pasado, me enseñó que la vida hay que disfrutarla todos los días y no planear mucho las cosas. Que uno hoy está y mañana no se sabe, entonces trato de disfrutar el ahora con las personas que me hacen sentir bien. En lo laboral, me gustaría poder ir a mi escuela y cumplir mi efectividad. En el 2018  trabajé con estudiantes magisteriales y me gustó, pero también sé que formarlos y acompañarlos en esa formación demanda mucho tiempo y dedicación, que con una hija pequeña no son compatibles. Tengo pensado, cuando ella sea un poco más independiente, poder hacerlo, mientras tanto, continuaré trabajando en Tiempo Completo. 

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