-“Pero guambia, pragmatismo no quiere decir que tengas autoridad hoy para decir una cosa y mañana decir otra”
Luis Lacalle Pou es diputado por el departamento de Canelones, presidente de la Cámara de Representantes y principal referente del grupo “Aire Fresco” del Partido Nacional, grupo que “tiene su propio camino” porque tiene “su propia forma de actuar, su forma de ser, que no mide riesgos políticos electorales en las posiciones” y que “sustenta posiciones que pueden ser difíciles o vistas en un principio como duras, demasiado firmes o demasiadas arriesgadas”, comenzó diciendo a EL PUEBLO en su reciente visita a Salto.
– Su propuesta sobre la legalización del autocultivo de la marihuana lo hizo en Salto en una jornada realizada en la Regional Norte.
– ¿Te acordás? Es un tema muy sensible y por suerte los comunicadores del Uruguay, no de la capital, del Uruguay, lo trataron de forma madura y respetuosa. Antes de presentar ese proyecto de ley hice una vuelta por dieciséis comunicadores, como Omar Gutiérrez, (Gerardo) Sotelo… les fui a decir en qué estaba y qué iba a hacer.
– ¿Y qué le dijeron?
– Para empezar una cosa muy importante, ninguno lo contó al aire ni lo escribió, guardó el secreto profesional, lo que habla muy bien de los periodistas uruguayos. Segundo, cuando lo hice público lo encararon maduramente, ni a favor ni en contra, aunque la gran mayoría fue a favor, lo encararon como era, una jugada arriesgada que podía traer, si se agarraba en broma, perjuicios que no era lo buscado. Quizás por eso se nos etiqueta por ser los más arriesgados. Entonces, el tema es que quizás a veces nos etiquetan con algunas situaciones porque hace más ruido, porque tiene más marketing.
– Justamente, ¿no le preocupa quedar etiquetado por este proyecto de la marihuana?
– Es como que ahora se me etiquete, por ejemplo, porque estoy en contra de la inversión minera de Aratirí, que es una inversión muy grande que para mí va a contaminar el medio ambiente, va a generar problemas a la salud humana y va a afectar el turismo. Si se me etiqueta por esas cosas que pienso genuinamente no me debería molestar.
– ¿Habla con su padre de estas cosas?
– Yo soy político y hablo de estas cosas con el presidente del Directorio, porque yo permiso a la única que le tengo que pedir es a mi mujer (risas) y trato de conversar los temas, porque de nada sirve largarte al descampado solo a lo loco. Es más, el proyecto de autocultivo de marihuana lo conversé con alguna gente del sector y dije que este tema estratégicamente es mío solo. Fue una estrategia, fue conversado con el grupo de jóvenes, fue un grupo de jóvenes que lo escribió, yo visité clínicas, establecimientos carcelarios con adictos, he ido con sacerdotes que están tratando esta enfermedad, he ido a Beraca, he estado hablando con todo el mundo porque me parecía que me tenía que informar de estos temas para después plantearlo.
– Los uruguayos somos muy de etiquetar, y a su padre el propio Jorge Larrañaga lo ha ubicado a la derecha del espectro político, ¿dónde se ubica usted ideológicamente?
– Primero, no me encasillo, y no le estoy sacando la cola a la jeringa. Segundo, y si de genética y emparentados se habla, el doctor Luis Alberto de Herrera si de algo se caracterizó fue, primero, por ser un nacionalista en el sentido más amplio a partir del todo, de analizar el cosmos, el universo y el mundo a través de lo nacional, del Uruguay, sin visiones internacionalistas, un nacionalismo inclusivo, y después pragmático, cien por ciento pragmático. Que guambia, pragmatismo no quiere decir que tengas autoridad hoy para decir una cosa y mañana decir otra, no es el que “como te digo una cosa te digo la otra”, eso no corre.
Pero hay situaciones que la vida te va llevando, el país va discurriendo que se necesitan soluciones pragmáticas asentadas en ciertos valores. Yo soy un conservador en lo que hace a los valores nacionales, soy un liberal en lo que hace a muchas prácticas económicas, no a todas, no creo en el liberalismo a ultranza, y soy un liberal en algo que el Uruguay me parece que carece. El ordenamiento jurídico nacional parte de la base que el hombre es el lobo del hombre, parte de la sanción o la regulación de conductas patológicas, se la hago simple para no hacerme el crack, yo regulo a partir de defectos que veo en la sociedad, y me parece que nosotros tenemos que ceder, es como aquellos cuadros que se meten dentro del área y dejan que los demás jueguen, y yo creo que tenemos que dejar que los demás jueguen, la gente es buena hasta que me demuestre lo contrario. Tenemos que tener leyes flexibles de cumplimiento rígido y no leyes rígidas con cumplimiento flexible, dejar que el hombre haga uso, por supuesto no abuso, de su libertad, si se equivoca, si perjudica a la sociedad, si lo hace con voluntad de hacerlo, que le caiga todo el peso de la ley. Me parece que por ahí en lo que hace a valores, en lo que hace a conductas civiles, penales, comerciales, crediticias, es que tenemos que recuperar la confianza en el ser humano.