El pasado fin de semana los esposos Santiago Conti y Elina Oxandabarat ofrecieron una hermosa fiesta agasajando a su hija María Eugenia al cumplir quince años.
Cursaron invitación a familiares y amistades de su hija para que compartieran su alegría en la fiesta realizada en el Club Náutico de Bella Unión, cuyas instalaciones fueron decoradas en los colores negro, blanco y plateado.
Las paredes de todo el contorno fueron tapizadas de telas en estos colores, en algunos sitios formaban figuras geométricas y en otras bandeaux verticales, toda la decoración se basó en los años 70 con originales cortinas logradas con varios discos de vinilo grandes y pequeños colgando de cadenas plateadas.
En el recibidor estaba el atril con el cuadro con su foto destinado a recoger las firmas y mensajes, acompañaba alto soporte con destacado arreglo floral logrado con rosas y liliums rojos y cascada de follaje natural, un poco al costado y adelante había una gigantografía y otro panel con secuencias de fotos, también en otros sitios del salón habían gigantografías de María Eugenia. Los invitados a medida que iban llegando se fueron ubicando en torno a mesas tendidas con mantelería blanca y alternados los senderos o cubre manteles en negro y plateado, todas llevaban al medio bases de discos de vinilo con su foto, soporte alto y bouquet de flores naturales rojas e ilusión blanca con guías de hiedras en caída. Una mesa muy visitada fue la de las golosinas muy bien presentadas en desniveles y ubicadas en bandejas de platina y soportes donde los chupetones y paletas fueron pinchados. Al momento de ingresar la quinceañera acompañada de su primo Juan Ignacio Bryk todos la recibieron con un cerrado aplauso, ella destacó vistiendo modelo de fiesta confeccionado en raso blanco, de línea solera y faja bordada en pailletes señalando el talle de donde nacía la falda de tres vuelos, en el peinado lució tiara de strass.
Luego de saludar a sus padres llegó hasta el centro de la pista comenzando con el vals prolongándose la danza por varios minutos al ir cambiando de parejas con otros familiares y amigos. Posteriormente ritmos de moda inundaron la sala siendo toda una invitación a la alegría y el baile que se prolongó por toda la madrugada teniendo su punto más alto de diversión cuando se repartió el colorido y novedoso cotillón con collares, anillos y pulseras de luces, vinchas y sombreros bordados con lentejuelas y decorados con plumas de brillantes colores.
Al momento de cortar la torta y efectuar el brindis tomó mayor relevancia la mesa principal donde estaba la torta de cumpleaños compuesta de varios pisos los que destacaban finamente decorados en blanco con círculos negros, acompañaba el centro de la felicidad cuyas delgadas velitas estaban ubicadas en espiral metalizado.
Entre las elegantes de la noche destacamos a la mamá, vistió modelo largo sin mangas de satén violeta y foulard de gasa platinada.
Entre los invitados recordamos a los abuelos: Walter Oxandabarat y Mary Traba, Ruben Conti y Estrella Rodríguez, los padrinos Gerardo Oxandabarat y Laura Conti. Recibió esta jovencita múltiples y finos obsequios, retribuyó atenciones repartiendo los souvenirs consistentes en pegotines para los jóvenes donde se leía «Yo estuve en la fiesta de Maru» y delicatessen dulces para los mayores envueltos en tul junto a la pequeña tarjetita agradeciendo la presencia. Para acompañarlos llegaron familiares de Montevideo y Monte Caseros (R.A.).