Días pasados los esposos Luis Darío Cardozo y Gloria Burgos agasajaron a su hija Blanca Isabel con una hermosa fiesta al cumplir quince años.
Familiares y amistades fueron convocados para acompañarlos, los esperaban con el salón decorado estilo retro, en diferentes sitios había juegos de sala y percheros vieneses con sombreros y capelinas colgados, acompañaban gigantografías con fotos de Blanca ataviada de época.
Recibían a los invitados dos mimos vestidos con atuendos victorianos, en la entrada se ubicó un baúl destinado a depositar los regalos y a su lado una estatua viviente envuelta con telas blancas.
Los jóvenes se ubicaron en sectores bien definidos amueblados con puf blancos y mesas ratonas con los centros decorados con decantadores de vino con estilizada gerbera natural, barra de tragos, gigantografías de la quinceañera con vestido de época y lámparas con caireles, se sumaban varios juegos de patio y hamacas de jardín antiguas, de hierro forjado con los almohadones en los colores de la fiesta que fueron el ocre, amarillo y naranja.
En otros sitios habían cortinados formando drapeados enmarcando fotos de la familia, mesas victorianas cubiertas con manteles de crochet y bordados de la familia, mayólicas con variado follaje y margaritas blancas y amarillas.
Los mayores fueron deferentemente atendidos por los anfitriones ubicados en torno a mesas tendidas con manteles de colores marfil y cubre ocre, lucían al centro suspiros con flores ilusión y margaritas, alternaban con candelabros de varios brazos y en otras mesas se iluminaban desde lo alto con las arañas y caireles transparentes. Llamó mucho la atención un sitio muy bien delineado con lámparas de caireles y tulipas con velones encendidos, cortinados drapeados horizontales a la usanza antigua, al frente se tendió la mesa principal donde estaba la torta de cumpleaños compuesta de tres pisos ubicados escalonados bañados de blanco con algo de color salmón, acompañaba pieza de plata con rosas anaranjadas.
La quinceañera llegó vistiendo modelo de baile confeccionado en organza color marfil, ricamente bordado con guías de cristales y canutillos, la parte superior de escote en V y bustier drapeado, continuando justo hasta la cadera, luego varios godets le daban movimiento a la falda, delicada peineta trabajada con flores miosotis de raso, perlas y canutillos daban marco al peinado juvenil, al llegar se abrigó con chaqueta de pieles blancas.
Acompañó en elegancia la mamá, lució vestido largo negro con el corsage destacado con ancha guarda bordada en plateado, complementó con pañoleta gris platino, y broche bordado en el peinado recogido.
Llegada la media noche la quinceañera y su papá llegaron hasta el centro de la pista de baile coronada con globos espejados, las notas de un vals marcó el comienzo de la danza que se prolongó por varios minutos al ir cambiando de parejas, posteriormente ritmos de moda y reparto de coloridos y original cotillón prolongó el animado baile hasta el amanecer.
Como muestra de afecto y amistad recibió Blanca infinidad de hermosos y finos obsequios, también en la PC los invitados le dejaron mensajes y deseos de eterna felicidad, entre ellos recordamos a su hermano Agustín Cardozo Burgos, los padrinos Luis Burgos y Adriana Cardozo, tíos y primos.
Para acompañarlos llegaron familiares de diferentes departamentos y Buenos Aires (R.A.).
