Tanto o más que los mares, los océanos tienen para la humanidad una importancia fundamental. Tengamos en cuenta que producen en 50 por ciento del oxígeno que requiere el planeta para mantener a los seres vivos.
Pero además mares y océanos resultan fundamentales para la producción de la fauna y flora, que a su vez es esencial para la alimentación humana.
Sólo en mares y océanos podemos encontrar ciertas especies de peces y corales comestibles. Esto nos da idea de la importancia de mares y océanos, no solo para los humanos, sino para el ambiente de fauna y flora.
Sin embargo la acción destructiva del hombre se hace sentir también en este aspecto. El recalentamiento global, la contaminación y sobre todo el hábito de tomar estos hábitat como basureros donde van a parar los plásticos y otros deshechos humanos, son peligros que están amenazando seriamente la vida en estos hábitat.Es así que la existencia de verdaderas islas de plásticos, representan uno de los problemas a solucionar, pero también hay que saber que se considera que el mayor problema probablemente sea lo que no se ve, vale decir lo que está sumergido, pero no por ello es inocuo.
El Día de los Océanos, recientemente celebrado en el mundo (aunque tiene más de veinte años de instaurado por Naciones Unidas) y por ende en el Uruguay, tiene por cometido la concientización, vale decir que la población mundial tome conciencia del enorme valor que tienen estas grandes masas de agua para la vida.
No se puede desconocer que más de los dos tercios del planeta que denominamos “tierra”, está conformada por agua y por lo tanto tampoco se puede desconocer que sin agua, las posibilidades de vida en el planeta se complica a tal punto que se hace casi imposible.
Uruguay está poco a poco tomando conciencia del problema. Sin embargo se cuestiona precisamente el ritmo de las medidas tendientes a combatir los problemas inherentes a la vida de los océanos.
En buen romance, ¿llegaremos a tiempo para salvar todas las especies que tienen hoy comprometida su existencia?
Mientras estas medidas estén “trabadas” o enlentecidas por los intereses económicos que resultarían afectados, el riesgo de llegar tarde será muy grande. Por el momento lo que vemos, es que estas masas de agua solo se ve como un lugar apto para esconder o sumergir todo lo que nos molesta o no nos gusta ver.
A.R.D.
