Días pasados los esposos Charles Vera y Andrea Porcires ofrecieron una hermosa fiesta agasajando a su hija Valentina al cumplir quince años.
Las instalaciones de Chacra Le Park fue el lugar elegido para el festejo que contó con la presencia de muchos jóvenes entre compañeros de estudios y amistades, mayores amigos de sus padres que también los acompañaron, los que fueron recibidos por un saxofonista que le puso un toque de alegría y color.
La quinceañera llegó al salón en auto antiguo, vistió elegante modelo de baile confeccionado en gasa blanco, corsage drapeado delineado el escote en V con guarda ancha bordada en perlas, cristales y lentejuelas nacaradas, falda larga de caída natural, en el peinado lució tocado de iguales gemas.
La recibió su papá y la condujo hasta donde estaba el resto de la familia en el recibidor. Este sitio fue decorado con una coqueta mesita donde estaba el álbum destinado a recoger las firmas y mensajes, una estructura metalizada simulaba árbol de luces blancas acompañaban dos sillones Berger en armonía de color.
Luego de saludar a los más allegados su papá la invitó a llegar hasta el centro de la pista y comenzar el vals, cambió parejas por varios minutos posteriormente ritmos de moda fueron una invitación al animado baile que se prolongó hasta las primeras luces del día, en la madrugada se repartió un muy variado y colorido cotillón contando con la actuación de un grupo en vivo en el escenario adornado con cortinados blancos y secuencia de globos espejados sobre la pista de baile.
El salón contó con una adecuada decoración en blanco, plateado, azul francia y eléctrico, las columnas fueron torneadas con telas y luces led de piso azules.
Una coqueta mesa fue dispuestas para los más variados chocolates en la gama del azul y plata.
Las mesas donde los invitados disfrutaron de las atenciones de los anfitriones fueron dispuestas con manteles blancos y senderos azules, los centros de mesas eran suspiros con rosas blancas y ramas secas, mientras que el grupo juvenil se ubicaron en puff y mesas bajas.
En un sitio destacado con bimbo tapizado de blanco y enmarcado con dos altos candelabros con velones y caireles colgantes, a su frente se ubicó la mesa princiapl donde estaba la torta de cumpleaños, dos pisos juntos bañados de fondant blanco y cinta circundante y flores azules, rodeaban quince fanales de vidrio con veloncitos ubicados sobre el mantel.
Entre las elegantes de la noche recordamos a la mamá, vistió modelo de corte sirena, falda larga de raso blanco estampado en negro, corsage blanco trabajado con pliegues y guarda bordado en canutillos y mostacillas negras y plateados, la hermanita lució vestido a media pierna blanco realizado en gasa con las terminaciones destacadas con puntillas y bordados en lentejuelas nacaradas y perlitas, cinta de raso señala el talle.
Entre los que acompañaron a la familia recordamos a su hermana Victoria, el abuelo Luis Porcires y los padrinos María Delfín y Alexander Porcires.
Como muestra de afecto y amistad recibió múltiples y finos obsequios, siendo estos otro motivo de alegría.