Los esposos Freddy Robinson y Mónica Barlocco celebraron los quince años de su hija Mariana con una hermosa fiesta en el Salto Polo Club.
La quinceañera llegó acompañada de sus hermanos mellizos Agustín y Santiago, la recibieron sus padres, luego se acercaron los abuelos, Joan Robinson, Gabina Ferreira y Alba Roux, luego recibió el saludo de sus invitados prolongándose por varios minutos los primeros momentos del festejo.
Posteriormente las notas de un vals inundaron la sala, momento este que marcaba el inicio del baile, los primeros giros Mariana los realizó con su papá, luego con familiares y amigos.
La jovencita vistió modelo de fiesta de corte solero, confeccionado en satén revestido de gasa blanco, corsage trabajado con alforcitas horizontales hasta el talle señalado con cinta de organza salpicado de florcitas de strass, falda larga de suave movimiento, peinó sus largos cabellos con trenza cosida, cada tanto se veían pequeñas rositas de organza adornando el peinado.
El local fue decorado por sus amigos Mónica Pereira, Nicolás y Agustín Silveira, Agustín Núñez, Camila Pereira y la prima Martina Uranga que viajó desde la capital. Ellos dispusieron detalles en los colores turquesa y blanco, se veían en las telas y globos y la mantelería que cubría las mesas ubicadas en el salón para los mayores y en el parque para los jóvenes, todas ellas lucían al centro estrellas de vidrio con una varita culminando con otra estrella en porcelana fría impreso con su nombre y fecha, fueron obra de la propia quinceañera y su abuela Alba.
En diferentes sitios se veían arcos y columnas tapizados de globos y telas torneadas, en la entrada al primer salón estaba el cuadro destinado a recoger las firmas y mensajes de cuantos le acompañaron en su noche de fiesta. Otro sitio igualmente destacado fue donde estaba la mesa de las variadas golosinas, la que fue muy visitada por la juventud. En el salón siguiente estaba la pista de baile decorada con torzadas de globos en ambos colores de la fiesta y secuencias de globos espejados que tomaban diferentes tonalidades con las luces dirigidas y rayos laser, en la madrugada se repartió el cotillón bajo una cortina de humo, también se hicieron juegos de espuma y serpentinas, haciendo del momento un verdadero carnaval de color y alegría.
Al momento de cantarle el feliz cumpleaños tomó relevancia la mesa principal donde estaba la torta de varios pisos con forma de estrellas, dos de ellas decoradas en blanco y tres más decoradas en tono turquesa, acompañaba candelabro con quince veloncitos formando el centro de la felicidad.
Entre las elegantes de la noche recordamos a su mamá, vistió modelo de gasa color natural bordada en hilos de seda tono manteca y verde oliva, el busto salpicado con lentejuelas y ondas delineando el escote solero.
Recibió esta jovencita múltiples y finos obsequios, retribuyó atenciones repartiendo llaveritos estrellas junto a la tarjetita correspondiente.
