La consulta sobre una producción ictícola (tilapia) que se había iniciado en Salto, fue oportuna para mantener un diálogo con un extranjero “enamorado” de la costa uruguaya donde está radicado hace muchos años.
Le pregunto por esta producción porque me interesa, fue la consulta del hombre, técnico en alimentos. Es de muy buena calidad y tiene muy buenas posibilidades de mercado. Además aquí en el Este estamos consumiendo en gran medida filetes congelados que nos mandan desde naciones asiáticas, son baratos, pero lo que la gente no sabe es que se producen en las denominadas “aguas negras”, es decir, en aguas servidas, porque este tipo de pescado se adapta a ellas y el único lugar donde lo pueden producir allí es en estas aguas.
La conversación derivó en una situación puntual, fíjese que Uruguay sigue dormido en esta materia, Producimos alimentos de muy buena calidad, carne, granos, leche y demás, lo que el mundo más necesita hoy es precisamente los alimentos.
Nuestro principal destino comercial es el gran mercado asiático que se está llevando la mayor parte de las exportaciones uruguayas. Vale decir se lleva la carne, los granos y demás. Ahora bien. ¿Nos paga con dinero? No, porque Uruguay ha abierto su mercado a los productos chinos que ingresan libremente, con grandes ventajas y por lo tanto, en lugar traernos divisas nos traemos celulares (cuyas piezas centrales y más caras son chinas), motos, autos, computadoras, fuegos artificiales y demás. Vale decir, tecnología.
Pero aún. Basta mirar a la gente más joven para notar que es “feliz” con el último celular, la última computadora y demás.
Es el reino del consumismo y la nación china nos ha colonizado por segunda vez. El mismo origen para mucha ropa, para otros productos, desde los neumáticos, hasta los repuestos que busque.
Me dirá que lo que importan lo pagan con dinero y tiene razón, pero en contrapartida nosotros vamos corriendo a comprarles la tecnología en todos estos elementos.
Sin duda un aspecto para reflexionar y poner en la balanza.
