La novedad de la semana llega de la mano de una película de acción con la acostumbrada buena y correcta actuación de Denzel Washington, que vaya a saber por qué magia del celuloide, no se nota en él para nada el paso de los años, aunque sus actuaciones se sienten cada vez más sólidas.
En esta oportunidad, se lo ve acompañado por el actor de comedia devenido a héroe de acción, Ryan Reynolds, en su siguiente película luego del mega fracaso de “Linterna Verde”. Ahora la emprende como un joven agente de la CIA sin experiencia de campo que se encuentra cumpliendo una misión sencilla, ser casero de una “casa segura”, que es a lo que se suele llamar al lugar o refugio libre e inexpugnable del enemigo, que por lo general anda al acecho, donde hay que trasladar a alguien.
Si bien en verdad la película correctamente traducida sería “Casa Segura” (“Safe House”), esa famosa casa segura dura solo los primeros minutos de la película, pareciendo más sensato el título que ponen en la traducción para nuestro país, que define mejor el contenido de la película, trasladándose inmediatamente la acción por toda Ciudad del Cabo (Sudáfrica), donde se desarrolla el film.
Se trata de una película de espías más en la línea de la saga de Jason Bourne (la que está por ser relanzada con nuevo actor) que en la de James Bond (a poco de estrenar su película número 23, “Skyfall”), donde las traiciones y vueltas de tuerca están a la orden del día, donde nadie es quien parece, y que al final el malo se convierte en bueno y el inexperiente agente termina madurando rápidamente tras lo vivido en las casi dos horas que dura el film.
Pero tanto el simpático morocho -que acá hace de curtido renegado declarado enemigo por la CIA por ser descubierto como doble agente-, como el carilindo ex comediante, están bien secundados por buenas actuaciones que cumplen a cabalidad los requerimientos del director sueco con genes chilenos, Daniel Espinosa. Es así que el staff también cuenta con Sam Shepard, Brendan Gleeson, Vera Farmiga y Rubén Blades. La película se desarrolla, como ya adelantamos, en Ciudad del Cabo de Sudáfrica, pero también pudo ser en alguna ciudad de Brasil (donde se intentó en principio filmarla)
Historia.
El joven Matt Weston (Reynolds) hace un año que se encuentra en Ciudad del Cabo, custodiando una casa segura. Su intención es subir en el escalafón de la CIA y convertirse en un agente respetado, aunque está frustrado ya que su puesto le resulta monótono e intrascendente. Luego de varios intentos y solicitudes de querer salir de esa casa para pasar directamente a la acción, intenta armar su vida con una bonita novia que trabaja en el hospital de la ciudad y con quien realiza planes de futuro, algo que no va de la mano con sus aspiraciones profesionales.
De todas formas, en una de sus guardias en la casa segura, recibe la información que en cuestión de minutos estará recibiendo a un “inquilino”. Es así que su impresión cambiará cuando su primer huésped resulte ser Tobin Frost (Washington), quien fuera uno de los mejores espías de la CIA hasta que se pasó al bando contrario. Frost logró burlar a sus perseguidores durante casi diez años y vendió todo tipo de secretos militares a bandos mercenarios enemigos.
Apenas llega Frost a la casa segura y cuando comienza a ser interrogado antes de ser trasladado definitivamente a Estados Unidos, unos mercenarios ingresan a la fuerza y destruyen el lugar buscando a Frost. Weston y Frost apenas logran escapar y se enfrentan a la necesidad de saber quién envío a los atacantes: podrían ser terroristas o miembros de la CIA que desean ocultar algo. Así las cosas, el agente Weston, de esta forma tendrá que decidir en quién puede confiar antes de que lo eliminen junto a su “invitado”.
A partir de allí, la relación entre ambos repetirá la vieja y desgastada fórmula en que pareja que se lleva mal al comienzo termina por hacerse amigos al final aunando esfuerzos para vencer a los malos.
n
Juicio.
Se trata de una película entretenida de espías modernos y poco elegantes –se extraña el clásico y olvidado glamour de Bond- con bastante acción, explosiones, pequeñas ametralladoras y pistolas dejando el reguero de cadáveres de gente buena y mala por toda Ciudad del Cabo lo que va sumando tensión y expectativa en la película. Como dijimos, está en consonancia con la saga Bourne en cuanto al estilismo utilizado por sus realizadores, lo que se nota pues tanto el editor (Richard Pearson) como el director de fotografía (Oliver Wood) trabajaron en dicha saga. Vale la pena, aunque puede vivir sin verla (6/10).
La novedad de la semana llega de la mano de una película de acción con la acostumbrada buena y correcta actuación de Denzel Washington, que vaya a saber por qué magia del celuloide, no se nota en él para nada el paso de los años, aunque sus actuaciones se sienten cada vez más sólidas.
En esta oportunidad, se lo ve acompañado por el actor de comedia devenido a héroe de acción, Ryan Reynolds, en su
siguiente película luego del mega fracaso de “Linterna Verde”. Ahora la emprende como un joven agente de la CIA sin experiencia de campo que se encuentra cumpliendo una misión sencilla, ser casero de una “casa segura”, que es a lo que se suele llamar al lugar o refugio libre e inexpugnable del enemigo, que por lo general anda al acecho, donde hay que trasladar a alguien.
Si bien en verdad la película correctamente traducida sería “Casa Segura” (“Safe House”), esa famosa casa segura dura solo los primeros minutos de la película, pareciendo más sensato el título que ponen en la traducción para nuestro país, que define mejor el contenido de la película, trasladándose inmediatamente la acción por toda Ciudad del Cabo (Sudáfrica), donde se desarrolla el film.
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Se trata de una película de espías más en la línea de la saga de Jason Bourne (la que está por ser relanzada con nuevo actor) que en la de James Bond (a poco de estrenar su película número 23, “Skyfall”), donde las traiciones y vueltas de tuerca están a la orden del día, donde nadie es quien parece, y que al final el malo se convierte en bueno y el inexperiente agente termina madurando rápidamente tras lo vivido en las casi dos horas que dura el film.
Pero tanto el simpático morocho -que acá hace de curtido renegado declarado enemigo por la CIA por ser descubierto como doble agente-, como el carilindo ex comediante, están bien secundados por buenas actuaciones que cumplen a cabalidad los requerimientos del director sueco con genes chilenos, Daniel Espinosa. Es así que el staff también cuenta con Sam Shepard, Brendan Gleeson, Vera Farmiga y Rubén Blades. La película se desarrolla, como ya adelantamos, en Ciudad del Cabo de Sudáfrica, pero también pudo ser en alguna ciudad de Brasil (donde se intentó en principio filmarla)
Historia.
El joven Matt Weston (Reynolds) hace un año que se encuentra en Ciudad del Cabo, custodiando una casa segura. Su intención es subir en el escalafón de la CIA y convertirse en un agente respetado, aunque está frustrado ya que su puesto le resulta monótono e intrascendente. Luego de varios intentos y solicitudes de querer salir de esa casa para pasar directamente a la acción, intenta armar su vida con una bonita novia que trabaja en el hospital de la ciudad y con quien realiza planes de futuro, algo que no va de la mano con sus aspiraciones profesionales.
De todas formas, en una de sus guardias en la casa segura, recibe la información que en cuestión de minutos estará recibiendo a un “inquilino”. Es así que su impresión cambiará cuando su primer huésped resulte ser Tobin Frost (Washington), quien fuera uno de los mejores espías de la CIA hasta que se pasó al bando contrario. Frost logró burlar a sus perseguidores durante casi diez años y vendió todo tipo de secretos militares a bandos mercenarios enemigos.
Apenas llega Frost a la casa segura y cuando comienza a ser interrogado antes de ser trasladado definitivamente a Estados Unidos, unos mercenarios ingresan a la fuerza y destruyen el lugar buscando a Frost. Weston y Frost apenas logran escapar y se enfrentan a la necesidad de saber quién envío a los atacantes: podrían ser terroristas o miembros de la CIA que desean ocultar algo. Así las cosas, el agente Weston, de esta forma tendrá que decidir en quién puede confiar antes de que lo eliminen junto a su “invitado”.
A partir de allí, la relación entre ambos repetirá la vieja y desgastada fórmula en que pareja que se lleva mal al comienzo termina por hacerse amigos al final aunando esfuerzos para vencer a los malos.
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Juicio.
Se trata de una película entretenida de espías modernos y poco elegantes –se extraña el clásico y olvidado glamour de Bond- con bastante acción, explosiones, pequeñas ametralladoras y pistolas dejando el reguero de cadáveres de gente buena y mala por toda Ciudad del Cabo lo que va sumando tensión y expectativa en la película. Como dijimos, está en consonancia con la saga Bourne en cuanto al estilismo utilizado por sus realizadores, lo que se nota pues tanto el editor (Richard Pearson) como el director de fotografía (Oliver Wood) trabajaron en dicha saga. Vale la pena, aunque puede vivir sin verla (6/10).
