Por segunda semana continúa la nueva película de Disney Pixar, “Valiente”, se mantiene otra semana más la tercera entrega de la trilogía de “Batman” de Christopher Nolan y Christian Bale, sigue “Madagascar 3” y se suma el documental “120, serás eterno como el tiempo”, obviamente solo para público peñarolense. Además, llega un drama con “La separación” y una comedia de humor negro, “El dictador”, lo último de Sacha Baron Cohen.
VALIENTE
Se debe tener siempre cuidado con lo que se desea, de lo contrario pueden suceder cosas como le pasó a Merida,
protagonista de la nueva cinta animada de Disney Pixar, “Valiente”, que se atrevió a desafiar las costumbres de su pueblo para cambiar su destino. Ella es hija del rey, y una hábil arquera, que inadvertidamente, desata el caos y la furia en el reino.
La historia comienza cuando Merida acude con una anciana y excéntrica adivina en busca de ayuda y lo único que se le concede es un deseo mal logrado, así que tendrá que ser muy valiente para lograr sus objetivos.
Por primera vez en 25 años, Pixar reescribió su sistema de animación para deleitarnos con imágenes más complejas. “Valiente” está realizada en formato 3D, pero además se espera algo sorprendente, sobre todo, por la alta tecnología en sonido y por la réplica que se realizó de las montañas escocesas.
“Algunos dicen que nuestro destino está ligado a la tierra, tanto como nosotros lo estamos. Para otros, el destino está tejido en conjunto, como una tela, y la suerte de uno se entrelaza con la de otras muchas otras personas. Es aquello que buscamos, o que luchamos para cambiar. Algunos jamás lo encuentran pero otros se dejan guiar hacia ello”, dice Merida en un momento de la película.
La gente menuda realmente disfrutará de esta nueva propuesta animada de la fábrica de entrenamientos Disney Pixar. Si bien algunas críticas no son demasiado halagüeñas, habrá que verla para comprobar si son justas, como las críticas realizadas a la segunda parte de “Car”.
EL DICTADOR
Uno a esta altura no sabe discernir dónde termina el humor y dónde comienza la discriminación, pero claro, quién va a levantar una voz para gritar a los cuatro vientos que se discrimina a los dictadores del mundo, y para colmo de males todavía de origen árabe, poniendo de esa forma una cuota de actualidad a la vida amenazada del mundo occidental.
¿Por qué discriminación? Porque trata a los dictadores del mundo árabe como si se tratase de bobos que nacen en una
burbuja y cuyo canal informativo no es ni la CNN ni Al Jazeera, sino Cartoon Network. Pero cuando se trata de una película que pretende ser cómica y con las características justamente de la que estamos comentando, entonces a quien parece discriminarse es a la inteligencia de los espectadores pues entonces es a nosotros a quienes se toma por bobos, debido a que se nos pide que nos riamos de los chistes más tontos y sin sentido de quien pretende tener un sentido del humor extremadamente ácido. Pero si nos ponemos de acuerdo que en verdad se trata de la nueva película de Sacha Baron Cohen, por ahí comenzamos a comprender lo que estamos diciendo y nos permitimos extender una licencia por menos de una hora y media y aceptar una propuesta que seguramente no agradará, pero que igualmente tiene sus seguidores.
De todas formas, convengamos que Sacha Baron Cohen tiene alguna salida ingeniosa, pero no alcanzan para sostener el ritmo de esta película, se torna realmente imposible. Y eso se nota pues algunas partes parecieran estirarse innecesariamente. Lo notable es ver cómo cae bien este cómico para los actores de Hollywood, a quienes se los ve desfilar por la pasarela de celuloide en algunos tramos haciendo pequeños papeles, en algún caso algo escatológico, como Edward Norton o la propia Megan Fox, ella sí, en un papel digno de ella.
La cuestión es que luego de la maravillosa “Hugo” de Martin Scorsese (aquí Sacha Baron Cohen hace de inspector de la estación de trenes), vuelve al cine este cómico con una pretendida crítica social y política que se queda en un conjunto de gangs disonantes. Una historia inverosímil, ridícula y nada original. Un sentido del humor grueso y previsible que sólo hará gracia a unos pocos.
La historia.
Aladeen es un tirano, el Líder Supremo de Wadiya, un país árabe africano, que explota y vende el petróleo. Las Naciones Unidas le presionan para que se presente en la asamblea. Mientras tanto en su país una conspiración le sustituye por su doble. El dictador es apartado del poder y se convierte en un ciudadano cualquiera que buscará la vuelta para retornar y salir airoso de quienes atentan contra su vida.
