FONTERRA comienza estable el año de precios lácteos.
Comienza el año a un promedio US$ 4.247. A modo comparativo vale recordar que enero de 2020 el promedio se ubicó en los US$ 3.371, y en igual mes de 2021 US$ 3.420
En el evento del martes, el N° 299. Leve suba de 0,3% del índice general. Las leches en polvo la descremada sube 1% y la entera se mantiene incambiada a U$3866 la tonelada.
Tambos hipotecan reserva forrajera debido a la sequía
Baja la producción, las vacas sufren el calor y suben costos
La lechería vive momentos difíciles y comienza un año lleno de incertidumbre. En los tambos se van comiendo las reservas, se encarecen costos porque en las dietas se reduce el pasto por la sequíay se debe apostar a las raciones y suplementos para evitar más caídas en la producción, pero además, están viendo hipotecadas sus reservas para el otoño.
“Nos vamos comiendo las reservas. A las zonas que les tocó algo de lluvias es posible que logren algún rebrote en cultivos de sorgo o alfalfa, porque las praderas, seguramente hasta el otoño no van a tener rebrotes”, explicó Justino Zavala, directivo de la Agremiación Tamberos de Canelones (ATC).
La situación es más dramática para los tamberos que no pudieron contar ni con una gota de lluvia pese a los pronósticos meteorológicos. El tener que solventar gran parte de la producción con raciones y concentrados hace subir los costos y por más que el precio de leche al productor sea un poco mejor, a la larga se siente en los números de la empresa.
Zavala contó que en su predio tiene un cultivo de sorgo que plantó a fines de noviembre y “no nació nada”. “Se está condicionando las reservas, que generalmente se hace con los cultivos de verano, sea sorgo o maíz”, admitió el dirigente y productor con larga data en la lechería.
Muchos productores están pensando en picar los cultivos de maíz que no recibieron lluvia y por consiguiente tienen menores desarrollos, por más que en su momento hayan pensado destinarlos con destino a grano húmedo.
Producción. Si bien a esta altura del año la producción de leche es menor, la ola de calor y la seca, le están pegando duro a las vacas, que siguen perdiendo litros en los ordeñes. A esta altura del año, los tamberos sacan del tambo (las secan) las vacas que parirán en marzo o abril. Eso hace que haya menos animales en producción.
“El calor está castigando mucho a las vacas por más que tengan sombra y agua. Con la ola de calor no comen y eso hace que caiga la producción”, remarcó el dirigente de la Agremiación Tamberos de Canelones. “El año pasado pintó mejor y se terminó complicando hacia el final. El 2022 viene con mucha incertidumbre. El 2021 fue un año bravo, pero tuvimos unas lluvias en el verano que solucionaron bastante los problemas en los cultivos”, recordó el entrevistado. “Los sorgos y los maíces para silo vinieron muy bien. Se acomodó la situación y luego el invierno fue benigno”. Hoy los productores no pierden la esperanza de que la situación se pueda revertir y los tambos recuperen lo perdido a mediados de mes si el régimen de lluvias mejora.
Los productores reciben la devolución de FONDO LECHERO
Comenzó la devolución del primer pago trimestral, correspondiente al Fondo de Financiamiento y Desarrollo Sustentable de la actividad Lechera (Ffdsal) por un monto total de 1.200.000 dólares, en las cuentas bancarias aportadas por los productores.
Las condiciones para ser beneficiario, es haber cancelado su cuenta individual –incluyendo el 5,7% de reserva mínima de riesgo sobre el capital asumido– o no haber sido beneficiario en primera instancia.
Cada tres meses, será devuelto el dinero retenido por la prestación pecuniaria del FFDSAL. El número de beneficiarios se incrementará en función de la cancelación del total de su cuenta individual y los productores pertenecen a todos los estratos de producción.
En el año 2016 se repartieron fondos entre productores lecheros remitentes a la industria, de acuerdo a su nivel de producción anterior. A los productores familiares que hubieran recibido menos del monto de 8.000 dólares, se les entregó igualmente esa cifra, comprometiéndose a pagar el capital que les hubiera correspondido de acuerdo a su remisión.
La forma de pago del instrumento –acorde a las retenciones por litro de leche remitido a planta– y la gran heterogeneidad en el crecimiento de los productores ha generado una situación de disparidades en cuanto a la proporción de deuda amortizada hasta el momento.
Así, existen productores que ya han abonado más del 100% de su deuda, mientras que otros no llegarían a cancelarla al final del período. El Poder Ejecutivo elaboró un proyecto de ley a los efectos de generar cambios de diseño de la herramienta, que permitan aminorar estas diferencias, que fue aprobado por el Parlamento y es el que se está implementando.
Distintos casos
El director de la Oficina de Programación y Política Agropecuaria (OPYPA), Adrián Tambler, expresó que se da el caso de aquellos productores que ingresaron al rubro luego del año 2016 y deben contribuir en el pago, aunque no hayan sido beneficiarios. Se suman además, factores tales como el cierre de tambos, lo cual significa que ese productor tenga que transferir la deuda a quien lo suplante o genera un incumplimiento en sus obligaciones, lo que recargaba a todos los integrantes del fondo, además de los gastos de operativa.
Con la aprobación de la ley 19.971, se ordena la situación fijando una “reserva mínima” en 5.7 del porcentaje del capital que firmó, que será utilizado a los efectos de cubrir el subsidio a productores familiares, así como los costos de operativa del fondo.
Los productores que cancelaron el total de su deuda –incluyendo intereses y el porcentaje mencionado–, serán beneficiados con la devolución de las retenciones. Los fondos para realizar las transferencias a los productores provienen del Fondo de Garantía para Deudas de los Productores Lecheros (FGDPL).
La medida abarca aproximadamente a un tercio de los productores del país e impacta de forma directa en el margen que recibe el productor mejorándolo entre un 15% a un 40%, dependiendo del tipo de productor.
El mencionado Fondo Lechero es una figura de derecho público no estatal, presidido por el Ministerio de Ganadería e integrado por delegados de los ministerios de Economía, de Industria, y de gremiales de los productores y de la industria.
