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«La vida es muy corta y hay que hacer lo que uno sienta, pero sin joder a nadie»

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Nelson Cunha:

22 años en la radio (hoy en Nueva Era FM), 11 años en televisión («Dale que es Tarde», Canal 4), abogado, cantante de «Matices» con actuaciones destacadas a nivel internacional participando en dos oportunidades en el pre Cosquín. Nelson Cunha es una persona claramente multifacética y talentosa que ha logrado mantenerse por mérito propio durante muchos años en los medios de comunicación y que por la intensidad que muestra tener en todo lo que hace, se augura muchos años más acompañando a la gente desde la televisión y desde la radio.

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¿Cómo es llevar un programa de televisión diario desde hace 11 años?

  • No es fácil. De alguna manera la televisión fue consecuencia de la radio, donde me divertía y aún me sigo divirtiendo. Eso provocó que alguien que andaba en la vuelta y que tenía que ver con la televisión y otro poco por descarte de otras posibilidades hizo que termináramos en la televisión. Un día apareció Pablo Alexis (Texeira), y en el corte me plantea la posibilidad de tener un programa en televisión, no estaba en mis planes. Fue todo muy rápido, me plantea el nombre del programa, hicimos un demo que todavía lo tengo. Arrancamos un 13 de octubre en vivo aquel primer programa, ya pasó mucho tiempo de eso y, sin embargo, lo sigo viviendo con la misma intensidad. Pero ojo, pasa algo mágico con la tele, que es aquello que por más mala onda que yo tenga ese día, y que por lo general nunca estoy de mala onda, cuando se prende la cámara, ya no tengo alternativa porque no puedo volver atrás, porque estoy al aire, la tele no te permite estar 5 o 10 segundos sin decir nada, lo primero que te aparece es una sonrisa y ahí arrancamos. Es realmente mágico.

¿Esa magia se repite en la radio?

  • La radio tiene otra cosa, para mí es un desenchufe. Cuando me plantean hacer tele, un colega me dice, «el día que vos arranques en la tele, te vas a olvidar de la radio», yo le dije que no creía que eso me pasara. Y es tal cual, porque la radio es mi salida, mi escape, estoy solo en la radio. Es más, al Petiso (Juan Carlos Silveira) lo corro (risas), cierro todo y apago las luces, me ilumino únicamente con las luces de las pantallas, me meto los auriculares y es otra cosa, empiezo a vivir de otra manera. Es otra magia, es diferente.

¿Cuál fue el origen de su participación en el laureado grupo «Matices?

  • «Matices» tiene por origen el grupo «Andapagos», que era un grupo cuyo nombre lo puso el Bocha Ardaix y que viene de una expresión de Víctor Lima. No era la intención de hacer los 8 de Momo, pero andaba por ahí. Tuvimos un tiempo, hubo una cantata en el Teatro, hicimos algunas cosas en los barrios, pero no prosperó y se disolvió. La verdad es que sonaba muy lindo. Un día, un 1° de mayo me llaman para una reunión a ver si me animaba a integrarme a un grupo vocal, y me dije, probemos. Anduvo bien, tan bien que fuimos a participar a la Provincia de Entre Ríos y terminamos representándola en el pre Cosquín en dos oportunidades, eso fue fantástico, años 98 y 99. Después ganamos el Festival del Olimar en Treinta y Tres, anduvimos en varios lugares en el país y también en Argentina. Pero cuando empezó a crecer el grupo en el sentido de tener rodaje y éxito, me di cuenta que si esto implicaba abandonar mi trabajo y a mi familia, porque prácticamente no tenía vida, los fines de semana pasaba en la vuelta, decidí alejarme y el grupo siguió. Siempre voy a reconocer a Matices como la puerta de entrada a los medios de comunicación.

En estas tres facetas hay un común denominador en su vida, la comunicación. ¿Hay algo que necesita comunicar?

  • La comunicación no es un tema sencillo, hay que tener cierto equilibrio, y uno como ser humano tiene pensamientos, concepciones, ideas. Acá hay dos caminos, o los deja fluir y se genera una adhesión y contras por el otro lado, o de lo contrario uno busca el equilibrio buscando en cierta forma preservarse. En lo personal, soy lo más espontáneo y natural posible, van a encontrar a la misma persona en la radio, en la tele, en todos lados. Pero no porque me lo imponga sino porque me nace ser así.
    ¿Lo que quiero transmitir? Los valores de la vida, básicamente eso. Aprendí con el paso del tiempo que somos todos iguales, eso lo apliqué siempre en mi vida. Una persona muy allegada a mi familia me enseñó eso, que todos comemos y que todos vamos al baño. En ese sentido no hay distinción, de repente las distinciones son otras, pero a la hora de valorarnos como seres humanos somos todos iguales. Lo importante es que la gente se dé cuenta que la vida es muy corta y nos está dando señales todo el tiempo que uno tiene que hacer lo que uno sienta, pero sin joder a nadie.

¿Qué le produce alegría en la vida?

  • El reconocimiento de la gente, pero en el buen sentido. Romper con esas estructuras en la tele y en la radio te acerca a la gente, y cuando vas por la calle, por ejemplo, que la gente te reconozca porque te sienta parte de su familia, eso está bueno. Por eso uno tiene que ser consciente que esa gente es dueña de dejarte entrar o de sacarte de su familia, porque cada vez que te pone en la tele o en la radio, te lo hacen saber. Eso me produce mucha alegría, mucha satisfacción.

Mientras hacía todo esto, además, ¿estudiaba abogacía?

  • Durante muchos años hice casi todas las materias teóricas y prácticas, me habían quedado 8 materias colgadas, pero pensé que mi vida ya estaba resuelta, ya iba por este camino y ya está. Entonces un día me encuentro con un profesional de la odontología y me preguntó si me había recibido, a lo que le dije que no, y me dijo, «yo sí, y capaz que sé menos que los practicantes, pero soy el doctor fulano de tal», y me preguntó si no tenía como un sentido de frustración, le confié que sí, y ahí fue que me cayó un poco la ficha y empecé a encaminar mi carrera. Luego de mucho tiempo retomé, al principio medio a los tumbos porque no fue fácil. Arranqué y empecé a salvar las materias que me habían quedado y cuando quise acordar, quedaban 4, y después 3 y luego me quedó una, internacional privado, por la que terminé estudiando 9 horas diarias, le metí a morir porque quería terminar. Fue tan pero tan grande la satisfacción, y me emociona ahora que te lo cuento porque iba todos los días a fijarme a las listas de bedelía si estaban los resultados, y no estaban, y lo dejé. Un día llego a casa y había un cartel enorme y ahí casi me muero…
  • ¿Se enteraron antes?
  • Sí, antes que yo. Y esa fue una de las satisfacciones más grande de mi vida.

¿Quién es hoy Nelson Cunha? ¿Cantante, conductor, doctor…?

  • Después de grande uno alcanza este tipo de metas y cuando te dicen, «¿cómo le va doctor?», sentís que te están tomando el pelo porque no lo tenés asumido. Nunca lo terminé de asumir, es más, a veces me jode que me digan doctor, sigo siendo el mismo loco de siempre. Me defino como un tipo común y corriente que te juro que no me la creo en lo más mínimo, muy comprometido con las cosas que hago, y en mi caso puntual de mi profesión, muy comprometido con cada causa que la termino haciendo propia, que eso a veces no está tan bueno. Pero eso me pasa por ser una persona con sentimientos y valores, me es difícil escapar de situaciones injustas que uno las ve. Me dedico mucho al Derecho de Familia, donde se ve realmente lo que es la miseria humana, y eso lo vivo todos los días. Gente dejando de trabajar para no tener que pasar una pensión a un hijo, terrible.

¿Qué lo calienta? ¿Qué lo saca?

  • La injusticia, ni siquiera tengo que pensarlo. Soy un tipo muy temperamental, me ves tranquilo, pero soy muy temperamental y he explotado en un par de audiencias. Sé que no tengo que ser así, pero hay cosas que no puedo evitar, reacciono rápidamente contra la injusticia.

El contraste, ¿por dónde pasa su felicidad?

  • En el descanso, en compartir con la familia, con los amigos, el tomar un buen vino, porque he aprendido a tomar vino (risas). Uno de los momentos más lindo es armar la parrilla con todo ese culto que tiene. Pero básicamente los momentos sencillos de la vida, poner las patitas en la arena en la playa sin tener que pensar demasiado. Los momentos de felicidad son momentos que tienen que ver con la tranquilidad y el compartir.

Ha caminado mucho, pero aún queda un camino largo por delante, ¿qué ve?

  • Hay una forma de medir el tiempo que a mí no me gusta, que es tomar una regla y ver la probabilidad de vida que tenés y ver el camino recorrido y ver cuánto te queda por recorrer. Eso te permite deducir que los planes a largo plazo ya no funcionan, entonces las cosas que hago son a corto plazo, sin desviarme de las ideas que tengo, trato en lo posible de vivir y de disfrutar teniendo muy en cuenta y muy claro que en esta vida estamos de paso, que nada de lo que haga me lo voy a llevar. Desde esa perspectiva y viviendo como un ser finito, mortal, es que trato de vivir sin demasiadas locuras tratando de ser lo que soy, nada más y básicamente disfrutando. El día que me canse, veré qué hago, por ahora tengo energía para rato.

Por: Leonardo Silva

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