PRIMERA PARTE
La situación en el sector de la cebolla es la misma en todo el mundo: baja demanda y grandes volúmenes disponibles que están presionando los precios a la baja y afectando al estado de ánimo del mercado.
Aunque las exportaciones podrían ser una solución para las decepcionantes ventas, esa posibilidad no se presenta en ningún sitio. En todo el mundo, los almacenes están abarrotados de cebollas y los comerciantes tienen que hacer frente a la baja demanda. Europa tiene más cebollas almacenadas de las que el mercado necesita actualmente. En América, la situación no es distinta, dado que la temporada ha comenzado temprano en México y Perú, tiene una cosecha cuantiosa, por lo que el estado de ánimo en el mercado de Estados Unidos dista mucho de ser bueno. Pese a que hay distintos países que miran con esperanza hacia el mercado, las posibilidades de que se produzca una recuperación son limitadas. Los exportadores holandeses de cebollas hablan sobre un cambio significativo en las condiciones meteorológicas en Europa del Este o de una mala cosecha en Brasil.
Países Bajos: Los empacadores, entre el precio de los sacos grandes y los precios al productor
La demanda actual en el mercado holandés de la cebolla es baja en estos momentos. Con la pérdida de África, hay pocas alternativas disponibles, en especial dado que Europa del Este es abastecida, principalmente, por Alemania, Austria y Polonia. Por lo tanto, los exportadores holandeses no se muestran optimistas. Partiendo de las existencias disponibles, se ha estimado que cada semana se debería exportar un total de 17.000 toneladas. El año pasado se pudo alcanzar esa cifra, pero hubo una gran demanda de los clientes europeos y de Brasil que ahora no existe. La mala cosecha brasileña o el rápido aumento de las temperaturas en Europa del Este (que afectaría a la calidad) son los escenarios que se cree que posibilitarían una recuperación.
España acusa la ausencia de exportaciones a Brasil
España dispone de stocks más grandes a estas alturas del año en comparación a la campaña pasada, algo que se debe a la buena calidad que está presentando de momento la cebolla almacenada y por tanto, la ausencia de mermas. Cabe recordar que en el ejercicio anterior se hubo que retirar mucha cebolla por problemas de humedad.
Por esta razón, el sector espera disponer de suficiente cebolla almacenada hasta la llegada de la nueva cosecha, que llegará con retraso a mediados de abril o principios de mayo. Lo más probable es que no sea necesario importar cantidades significativas.
De momento, se sabe que hay una ligera reducción de la superficie plantada de cebolla en España, según informan las casas de semillas, aunque aún hay incertidumbre sobre cómo afectarán a la calidad de la cebolla los temporales que han azotado a varias zonas importantes de producción durante el invierno.
La bajada de las exportaciones a países terceros ha llevado que junto a España, los demás países europeos inunden el mercado y haya presión de los precios en Europa. Concretamente, España ha notado mucho la ausencia de Brasil como destino de exportación, ya que este año han podido abastecerse sí mismo.
Todo podría cambiar si, por ejemplo, Costa de Marfil y Senegal abren las fronteras para que Holanda y España – que desde la temporada pasada tiene autorización para exportar- introduzcan sus cebollas.
Esto ayudaría a que el mercado europeo se descongestionara.
Grandes existencias en Alemania
Según las últimas cifras del mercado alemán, las existencias son considerablemente superiores que el año pasado. Está previsto que la producción alemana esté disponible más tiempo este año, de forma que se reducirá el potencial de exportación de países como los vecinos Países Bajos. El precio es estable, en torno a 11 y 13 euros por cada 100 kilos.
La situación en la producción de cebollas es la misma en todo el mundo
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